Tras sellar un trato de amor, ella se volvió su prioridad, la protegeria de todos e incluso de el mismo.
Asta que ella misma decíde dar su alama al mismo demonio tan solo para permanecer siempre a su lado.
✨ Historia 100% mía, cualquier copia o adap...
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El aun no decía ni una palabra, al parecer lo que la peli plateada le dijo lo había dejando en completo shock, incluso ella estaba comenzando a preocuparse al verlo así de callado y mas porque estaba mirando hacia la nada.
–¿Meliodas? —no obtuvo respuesta— ¿Meliodas estas bien?
Lentamente acercó su mano a la mejilla del rubio, lo que lo hizo reaccionar de golpe, nueva mente dirigió su mirada a la peli plateada y sus ojos volvieron a llenarse de tristeza, sin decirle ni una palabra se puso de pie mientras ella sólo lo seguía con la mirada.
– ¿te pasa algo? Te pusiste muy raro... —Aun no tuvo respuesta alguna— Meliodas por favor estoy empezando a preocuparme yo...
Sus palabras fueron cortadas y sus ojos se abrieron de golpe al momento de que el la sostuvo entre sus brazos en un abrazo, abrazo en el cual el rubio quería quedarse para toda la vida, quería protegerla, no quería que le hicieran daño y el se iba a encargar de eso, Elizabeth aun estaba confundida, pero no se separo del abrazo,al contrario correspondió de una manera tan cálida que hizo que las mejillas del rubio se pintaran de un ligero rojo, lentamente se separo de ella y miro nuevamente esos hermosos ojos azules, los cuales lo hacían temblar en segundos.
–Lo lamento...
Menciono el rubio manteniendo la distancia con la chica,pero ella no, camino lo de tres pasos hacia el, que era la distancia que los dividía,nuevamente subió sus manos asta las mejillas del chico evitando así que apartara la mirada mientras sus labios temblaban.
–No se que te hice recordar...pero quiero que sepas que sea lo que sea que te encadena a ese dolor y tristeza, lo are desaparecer...para que tu estés mas tranquilo
Una sonrisa se dibujo en sus labios, mientras el calor subía asta las mejillas de la chica, fue entonces que nuevamente lo entendió, y lo supo desde que la vio entrar por la puerta de la mansión Hall, Liz y Elizabeth, eran diferentes....pero a pesar de eso, el se enamoró de las dos,porque si, el ama a Elizabeth...la ama.
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La noche nuevamente había llegado, las dos hermanas de Elizabeth dormían en sus habitaciones, pero ella aún no podía hacerlo, la lampara de su buró era la único que iluminaba la habitación y se podría decir que se sentía nerviosa, si no fuera porque aquel rubio mayor domo se encontraba con ella.
–Deberias dormir, ya es tarde
– no creó poder hacerlo —dijo con su cabeza en el hombro del chico — no quiero tener nuevamente esas pesadillas
–Te prometo que no las tendrás, me quedare a tu lado —lentamente tomo la suave mano de la joven y la llevó asta sus labios dando un pequeños beso en ella— lo prometo
