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¿Cómohabía llegado allí?
Era lo que se preguntaba todos los días,una y otra vez al despertar. Estaba asustada,estar en esa mansión le asustaba,quería correr lejos de ella,huir sin mirar atrás.
Pero no podía,no porque no quisiera,si no porque no se lo permitían. Aquel pelimorado no la dejaba ni un momento a solas,estaba pegado a ella en cada segundo. Y cuando no era así,la encerraba en su gran habitación o en algún lugar al que tuviese acceso si estaban fuera de la mansión.
(T/N) no lo conocía de nada cuando el se apreció frente a ella en el gran pasillo de la escuela,actuando como alguien tierno y amistoso,logrando conseguir su amistad,pasando de ser desconocidos a un par inseparable. Ella ignoro las advertencias de los que poco a poco conocido como sus hermanos,le decían que seguir le el juego sería un peligro para ella,que quedarse junto a el terminaría mal. Los ignoró,a todos y cada uno de ellos,se negaba a ver lo que en realidad era su tierno Kanato.
Hasta que llegó el día donde lo conoció de verdad,histérico,agresivo,bipolar,posesivo,cínico e incluso sádico en algunas ocasiones.
Era una noche tranquila,una noche más para cumplir con sus clases en la Academia,no recuerda mucho de esa noche,pero es capaz de recordar con lujo de detalle lo que hizo estallar al pelilila. Un chico,uno que se había atrevido a a acercar se a 'su (T/N)' y había tenido el valor hasta de declarar sé,¿cómo se atrevió a siquiera mirar la?
Cegado de irá no espero mucho para lanzar se contra el pobre joven,dejando lo casi muerto,ella estaba asustada,y antes de caer desmayada lo último que vio fue a Kanato acercarse a ella. Al despertar ya estaba allí,encerrada y atrapada bajó sus pálidas manos,no pasaron muchos días hasta que se enteró que los vampiros si eran reales y era prisionera de uno.
La primer mordida llegó cuando en un arrebató de enojó hizo lo posible por "marcar la" tras el intento de Laito por hacer algo más que abrazar la. Y poco a poco fue siendo más y más agresivo,llegando a tomar su sangre o haciendo la sentir alguna otra clase de dolor hasta caer desmayada,así que hacia lo posible por siempre mantener lo alegré.
Pero a pesar de ser así,el era amable y le daba algunas libertades,si ella le expresaba su deseo de tener un momento a solas,se lo daba -aunque era encerrada en su habitación-,si le decía que algo le incomodaba,había mucha probabilidad de que lo dejase de hacer,también procuraba mucho su salud y poco a poco las cadenas que inmovilizaban sus brazos fue haciendo se más larga,dándole libertad de mover las como quisiese. Ella tenía la esperanza de que algún día se las quitaría por completo.
Ya había pasado casi un año desde que la había atado a el,Kanato le había hecho tantas cosas en tan poco tiempo,que le sorprendía que su cuerpo siguiera como el primer día,esto gracias a que,el pelilila siempre se sentía mal horas después y hacia lo que pudiese para curar sus heridas.
