Capítulo 4: Bar nocturno, alcohol, cuerpos calientes y caricias.
— No me malinterpretes. No tengo nada en contra de eso.— especificó adornando su rostro con una sonrisa.
Por dentro me sentí aliviado. Por un momento pensé que había algún problema por ser bisexual.
— Al contrario.— agregó levantándose de la arena y sacudió su ropa.
Su último comentario no lo entendí del todo. ¿Qué quiso decir con "al contrario"? Tendré que investigarlo por mí mismo.
— Ha sido agradable pasar la tarde con usted Kujo. No sé si aún tenga pendientes por hacer, me gustaría finalizar mi día contigo, si no es molestia.— mencionó tomando sus lentes oscuros del pantalón.
Asentí, aceptando seguir con él. Para mí, mejor.
— Hmph, ¿y a dónde piensas llevarme eh? — pregunté curioso.
— Esta vez tú elige.
Me aventuré en mi interior, y tratar de recordar lugares que había leído en el navegador cuando investigué sobre la isla.
Lo primero que vino a mi mente, es aquel bar nocturno.
No estoy seguro de lo que hay en ese espacio de alcoholizados y fumadores. Pero seguro habrá rincones donde puedas jugar billar o póquer.— Por aquí cerca, hay un bar. Podemos ir.— sugerí poniéndome de pie.
Tomamos la ruta caminando, y sin duda alguna, me siento en el cielo junto a él.
Prendí el segundo cigarrillo del día. Debía relajar mis nervios, la consecuencia que obtengo es que mi sistema nervioso se electrice y deje de funcionar.
Este chico, Kakyoin Noriaki, lo culpo por hacerme sentir de esta manera. Y también agradezco que me enseñe lo que es que tu ritmo cardíaco acelere solo por ver a esa persona especial.Llegamos al bar, y aún no abundaban clientes. La música era relajada y a un bajo volumen.
Para iniciar esta noche, pedí un vaso de whisky. Es lo que más consumo, además que es una de mis bebidas favoritas.
La canción que comenzó a sonar al fondo, la conocía.
En mis tiempos de academia, la escuchaba con mi walkman que me regaló mi abuelo, Joseph.
El coro de la melodía, hace que recuerde la fruta favorita de Kakyoin.— Me gusta mucho esa canción, cherry bomb.— comentó el pelirrojo sosteniendo una lata llena de cerveza.
— A mí también, la oía en el autobús cuando iba al colegio.
Sin dudar de sí mismo, se levantó a bailar su propia coreografía y cantando a la misma vez.
Me recordó el vídeo del hit. El corsé y medias que se usa lo imaginé puesto en Noriaki.
Que diablos estoy pensando.
Al terminar la canción, se sentó agitado. Tomó sorbos de su lata, e inhalaba aire para recuperar el aliento.
— Nada mal.— hice el comentario acompañado de una mirada "asesina".
— Uno de mis pasatiempos ocultos es bailar y cantar.— admitió jugando con su mechón de cabello suelto.— Nunca lo he dicho en entrevistas, pienso que la gente no debe saber todo lo que haces. ¡Vamos! Tienes vida personal, y es molesto que deban enterarse de tus problemas personales.— expresó con un tono diferente al que suelo escuchar.
Supongo que es algo que quería compartir con alguien más sin juzgar de sus críticas.
— Concuerdo contigo, no me lo tienes que decir.
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ᴡᴀᴛᴇʀᴍᴇʟᴏɴ sᴜɢᴀʀ
FanficJotaro Kujo se trasladó a la bahía más cercana de Japón, pues el trabajo le ha producido estrés acumulativo. Por su buen labor, se ha ganado tan solo un mes de vacaciones. Lo que menos se ha imaginado, sucedió sin mover las manos en el asunto. Un c...