Capítulo 7: Calor corporal, cuarto oscuro, sábanas mojadas y sudor
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Ya era hora de comer, y es lo que hicimos después de ordenar cócteles de camarón.
Un rato más tarde, permanecimos acostados, mirando la televisión.
Por más que quería entretenerme, los canales no mostraban ninguna película interesante. Y era pasable, normalmente transmiten películas los fines de semana.
El perfume masculino de Kakyoin penetró mi olfato. En más de una ocasión me habían mostrado el olor de la colonia, dándome ofertas y objetos de regalo. No las acepté por simple gusto, no niego que huele bien, sin embargo no va con mi estilo.
Nació el deseo de besarle profundamente, probar esos labios tan suaves y delicados.
Mis dedos acariciaron su pómulo descubierto. Su piel es suave, su vello corporal lo hace tener esa textura. Poco a poco, el calor que emitía subía de temperatura.
Mis deseos profundos tomaron control en mi cuerpo.
Lo besé sin pensarlo ni un segundo más. Alcanzaba a oír sus jadeos apenas audibles. Por arte de magia, los dolores corporales habían desaparecido, al menos en ese momento.
Abrí los ojos al sentir un empujón leve, tirándome completamente a la cama.
La luna ya estaba en su punto más alto, y la oscuridad del cuarto invadía por completo nuestro espacio.
Kakyoin, me miraba, y sus ojos resplandecían. Ese color violeta decoraba su sonrisa traviesa.Se encimó, demostrando quién domina a quién. Acercó sus labios, llegando a sentir su respiración acelerada. Mi corazón bombeaba sangre a un ritmo rápido, las manos me temblaban, y mi entrepierna se unió a la emoción.
Con sentir su cuerpo pegado al mío, provocó una grave erección.
Las yemas de sus dedos tocaban y resbalaban lentamente mi cuello. La sensación me daba un cosquilleo leve, se deslizaba por toda mi espalda, y parte de mis piernas.
Su boca fue parte del show, dejaba pequeñas marcas por mi yugular, haciendo que soltara gruñidos de placer.Si bien, el cuello es una zona sensible del cuerpo humano.
El chaleco, que conformaba parte de su outfit, se lo quitó, tirándolo al suelo sin importarle donde cayera. Aún sobraba una prenda más, un top de color negro. Dejaba al descubierto su tonificado abdomen.
No me contuve. Me desabroché la camisa, dejándola en alguna parte de la habitación.
La mano del pelirrojo se dirigió directamente a mi pectoral, acariciando cada tejido de mi piel.
Bajando su mano, apreciando cada músculo, llegó hasta mi vientre bajo.Kakyoin quitó el cinturón de mi pantalón, desabotonando mi traje azul, dejando a simple vista el color de mi bóxer. El color rojo de mis pómulos se intensificaba, mostrando nerviosismo.
Levanté mi torso, acercándome al rostro de mi amado. Observaba su top, no es común verlo puesto en un hombre, y la sociedad ha impuesto que es extraño verlo en una persona masculina.
Ignorando el vago pensamiento, acerqué mis manos para separar la prenda de su cuerpo.Me mostró su lado seductor. No obstante, también puedo serlo.
Se distrajo cuando bajé mi pantalón. Aproveché la oportunidad de encimarme en él.
Desesperado por aquel bulto estorbando entre mis piernas, retiré su pantalón, junto con su ropa íntima.
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ᴡᴀᴛᴇʀᴍᴇʟᴏɴ sᴜɢᴀʀ
FanficJotaro Kujo se trasladó a la bahía más cercana de Japón, pues el trabajo le ha producido estrés acumulativo. Por su buen labor, se ha ganado tan solo un mes de vacaciones. Lo que menos se ha imaginado, sucedió sin mover las manos en el asunto. Un c...