Capítulo 14: Profesor Kujo, grandes esperanzas, actitud y reencuentros amargosos
Transcurrieron dos semanas desde que el viejo me compartió su punto de vista personal.
Cada día pensaba y analizaba la situación, acompañado de unos dolores de cabeza. Mi mente y mi corazón chocan con las ideas que exponen. Los humanos estamos acostumbrados a seguir los argumentos del sentimiento interno.
Finalmente, el tiempo se agotó y decidió por mí. Kakyoin me comentó en nuestras aventuras que se quedaría un mes completo en la isla. Por lo tanto, ya no podré buscarlo en el mismo lugar.
— Kujo, ¿te desvelaste en tus vacaciones? Tus ojeras se ven moradas.— observó la asistente del jefe mayor.
— Sí.— respondí cortante.
En automático, dejó de hablarme y continuó con su trabajo. Ella sabe perfectamente que si presento esa clase de actitud, quiero estar solo y estar en la oficina solo para cumplir con mis tareas.
La empresa ha decidido impartir cursos sobre ser docente a los empleados con un mayor rendimiento, por si en nuestra vida llega a presentarse una oportunidad de dar clases en el colegio sobre biología. Dentro del listado, me encuentro anotado, y sin pensarlo dos veces, acepté el curso.
Me asignaron el trabajo de estudiar a una de las especies más curiosas, las vaquitas marinas.
Aprendí la información más básica en la universidad, por lo que esta será una investigación interesante.Me conseguirán un permiso para visitar el Golfo de California, donde conservan una que otra vaquita.
Me hace sentir triste saber que expertos han señalado que podrían desaparecer dentro de 20 años gracias a la contaminación que nuestra especie realiza en la Tierra, además estas caen en redes de pesca ilegales. Desde 1950, año en la que fue descubierta, se declaró que es una criatura amenazada.
Mientras recopilaba información, fui a la cafetera a servirme té.
— No estés tan deprimente, disfruta de la vida, desde que llegaste has estado más serio de lo normal.
— Polnareff, ahora no.— me quejé, hundiendo la bolsa de té al agua hirviendo.
— No lo hago con la intención de fastidiarte, solamente me agrada hacer reír a las personas, aunque estén en sus peores momentos.— explicó, sirviendo café en la taza que sostenía.— Cualquier cosa, sabes que puedes contar conmigo. Debo retirarme, el jefe me espera.
Ese francés ha sido uno de mis compañeros de trabajo, y sinceramente me agrada su forma de ser. Me sorprende que su carácter no haya sido afectado por los problemas que han surgido durante toda su vida.
Es una de las personas más fuertes que he conocido.
Regresé, con la bebida en mis manos.
La empresa me dio los datos que necesitaba saber. La fecha y hora en la que me iría de Japón, el tiempo de hospedaje y el día de mi regreso. Tan solo será una semana de viaje.
¿Cómo podre evadir las imágenes de ese chico pelirrojo proyectadas en mi mente? El mar y la arena son los principales elementos que me recuerdan a ese humano, y lo peor del asunto, es con lo que me relaciono a menudo.
Bien hecho Jotaro.
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ᴡᴀᴛᴇʀᴍᴇʟᴏɴ sᴜɢᴀʀ
FanfictionJotaro Kujo se trasladó a la bahía más cercana de Japón, pues el trabajo le ha producido estrés acumulativo. Por su buen labor, se ha ganado tan solo un mes de vacaciones. Lo que menos se ha imaginado, sucedió sin mover las manos en el asunto. Un c...