Capítulo 14.

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¿Cómo habían terminado así?

Steve caminaba inquieto dentro de la celda, ¿qué rayos había sucedido?

Recordaba terminar de cortar el pastel, el beso en la mejilla que le había dado Tony, las burlas de los demás y después...

Se giró viendo molesto a su nuevo vecino, el cuál, estaba en una esquina en estado depresivo. Caminó hasta él, los que estaban dentro de esos asquerosos metros cuadrados lo observaron.

Wade se giró haciendo un horrible puchero, esperaba algunas palabras de consuelo, cosa que no recibió. Steve le brindo un severo zape en la cabeza tan duro que resonó con eco.

Anthony se carcajeo sin evitarlo. El idiota se lo había merecido.

Peter suspiró frustrado, estaba a favor de que Wade inicio todo...como de costumbre pero bien, ¿quién iba a saber que las strippers eran en realidad un grupo de narcotraficantes?

Él jamás lo sospechoso.

—¡Ya sáquenme de aquí!— pidió sollozando Pietro. —¡Soy inocente!

Scott miró al mellizo, toma una taza de aluminio y comenzó a pasarla por los tubos de la celda.

—¿A dónde estará Barton?

—Dijo que nos ayudaría, James. —respondió Quill.— Pero no creo que sea tan fácil, ya saben, su superior no está tan contento con él.

T'Challa no creía la situación. Debería llamar a sus abogados.

—Te voy a mandar al infierno, cabrón.

Thor tuvo que separar a Loki de Wilson, les esperaba una noche larga.

•••

—¿Algo que declarar?

Natasha suspiró, no por ser superiores podían liberarse del cuestionario. Tanto Clint como ella estaban desesperados por querer sacar a sus amigos de las celdas.

—¿Con esto los dejaran libres?— preguntó fastidiada.

El oficial a cargo asintió, imploraba por su vida. La agente Romanoff era de un carácter explosivo y fuerte. Temida por muchos, amada por pocos.

El hombre enfrente de ellos giró su rostro hacia el detective Barton, al parecer esa noche no era la suya.

Suspiró, tendría que tomar las declaraciones y salir ileso del asunto.

•••

Natasha aceptó las botellas que traía el rubio. Le dieron la bienvenida con temor de lo que fuera a suceder con el nuevo.

Wade estaba tranquilo y así, la fiesta continúo bastante agradable.

En un momento, el hombre de sonrisa traviesa terminó charlando con el asistente de Stark.

Hacía reír al joven con sus ocurrencias, ambos tenían pocas cosas en común pero eso lo hacía interesante. Le dio un trago a su bebida sonriendo, había caído ante los encantos de Peter o como en su mente le había apodado, baby boy.

A la lejanía, alguien lo miraba con odio. Apretaba su vaso con resentimiento, maldiciendo al idiota que acababa de llegar.

—Quill, por dios. Estás a nada de romper ese vaso. — evidenció Steve, colocándose a su lado. —¿Es por aquello que sucedió?

—¿Cómo te enteraste?

—3312. —sonrío apenado. —Sabes que en nuestro piso, los secretos no quedan en silencio.

VecinosWhere stories live. Discover now