Vecinos

Capítulo 5.

Bruce suspiró pesadamente.

Su oficina estaba en silencio, reflexionando sobre la última disección entre sus amigos y los X-Mens, nombre dado por Tony.

Cinthya seguía a su lado, tan calmada y fría. Era una de sus buenas amigas, por el momento o hasta que se la llevaran sus familiares.

—Eso no va a terminar bien Cinthya, ¿sabes por qué?— le preguntaba al cadáver mientras lo revisaba detalladamente.— Cuando Steve defiende lo que quiere, las cosas no serán tan sencillas de resolver, esto me recuerda a cuando fue nuestra "Civil War".

Cinthya por su parte, lo escuchaba o su cuerpo sin vida aparentaba hacerlo, desde que Natasha y Clint seguían buscando al fugitivo de su misión, casi no pasaban tiempo juntos.

—Aún recuerdo esas largas semanas. Muy bien, te contaré como sucedió todo.

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La recién llegada de Rogers y su mejor amigo, James había sido la sensación no solo en los departamentos, si no en toda la manzana. No todos los días se encuentran a un par de solterones codiciados.

Atractivos, fuertes y amigables, las féminas jóvenes ya adultas chillaban al verlos, en secreto, habían formado grupos de admiración hacía ambos.

A pesar de que Rogers y Barnes eran queridos por la mayoría, hubo una personita que no estaba del todo contenta. Celos, envidia y su etnocentrismo siendo ignorado, así era como se sentía Anthony Stark con la llegada de los vecinos del 19-D.

—¿Qué tienen de interesantes dos idiotas que parecen soldados?— se quejaba indignado el castaño.

—Vamos Tony, aun no les has dado la oportunidad de convivir contigo. Son agradables.

—¿Tú también Brucie?, ahora hasta mi fiel amigo me ha traicionado.

—Solo digo mi opinión, deberías darle una oportunidad. Rogers se ve interesado en charlar contigo.

—¿Ese rubio tonto? ¡Ni loco!

Y así siguió toda la tarde y día libre de Banner escuchando quejas y palabras de odio del empresario.

☆☆☆

Bruce ya no se encontraba al lado de su amiga, ahora le daba la espalda mientras revisaba algunos archivos del cuerpo.

—Así fue el inicio de todo eso, la gota que desbordó el vaso fue aquella vez cuando quisimos ponernos de acuerdo sobre algunas cosas del edificio.

☆☆☆

Tras la llegada de Quill y Clint, la tensión entre Rogers y Stark estaba en su mero punto. Se había organizado una reunión entre los vecinos.

—Tal vez deberemos turnarnos para la limpieza mensual del jardín. Así todos ayudamos y reducimos un gasto extra.

El cincuenta por ciento de los presentes alzó la mano a favor del rubio, quien sonreía agradecido por el apoyo.

—No está mal tu idea Rogers pero, ¿pensaste en quienes trabajan con horarios diferidos?

Bruce suspiró, ya sabía por dónde iban esas palabras.

—Eso no significa que estén ocupados todo el mes, mínimo todos tienen un día de descanso, Stark.

James miró a su amigo, orgulloso. No iba a dejar que ese tapón de alberca quisiera menospreciar a su casi hermano.