Resfriado

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Su nariz se encontraba roja y había sentido comezón en la garganta al despertar.

Mina ya suponía el motivo, sabia que era muy propensa a enfermarse por algún cambio de temperatura y dormir con Sana le iba a costar pasar la mitad de la noche descubierta porque se llevaba todo el edredón que las cubría y aunque su cama era matrimonial la pelinaranja se apegaba demasiado a ella, Sana al dormir es muy empalagosa y al ser su primera noche en corea no podia negarle a su mejor amiga la entrada a  su cama.
Para Myoui el invierno no era un problema, era su estación del año favorita excepto cuando se enfermaba, si había algo que no le gustara a la japonesa era resfriarse además de no poder respirar con libertad.

Cuando Mina era más joven y vivía en la casa de sus padres en Japón, realmente se volvía un problema el estar enferma, su padre era muy sobreprotector y cuando cogia un resfriado, el inmediatamente contrataba a una enfermera que día y noche estaba encima de Mina para que cuidara bien de su resfriado.
Ahora tendría que cuidarse ella misma ya que a diferencia de antes, vive independientemente en un país distinto, su padre no estaba cerca.

Luego de ducharse con agua caliente se abrigaría tanto como lo hacia su madre cuando era una niña. Aunque no era hija unica, es la menor y cuando niña era muy enfermiza, por eso la mandaban con 3 abrigos a la escuela.
Antes de irse al trabajo lo único que se podia ver de mina era su rostro las demas partes de su cuerpo estaban cubiertas incluso sus manos tenian unos gruesos guantes de lana.

Al adentrarse al edificio para luego saludar a todos en recepción, camino rápidamente por el pasillo hasta llegar a su consulta, para poder activar el termostato, ya que el edificio constaba con un equipo de climatización.
Desenvolvió su bufanda de su cuello y la dejo sobre su escritorio, tomó el control del aparato y subio el termostato mas allá de la mitad, al sentir el calor recorrer sus piernas se sintio a salvo y se quito dos de sus tres abrigos, quedándose con un suéter.
Faltaban 5 minutos para empezar a impartir su labor. Y luego de esos, pasaron 10 minutos para que el teléfono de su oficina sonara.

—¿Diga...? Le dije que viniera hoy... Si, dile que pase.—Colgó el teléfono.

No paso mucho tiempo cuando sonaron dos pequeños golpes provenientes del otro lado de la puerta.

—Adelante.–Dijo Mina.

Chaeyoung al abrir la puerta de la consulta una brisa pesada de aire caliente se estrelló en su rostro haciendo que la coreana cerrara sus ojos con fuerza antes de adentrarse.

—Hola.—Avanzó hasta quedar frente a la extranjera.

—Hola ¿Como has estado?—Preguntó Mina.

—Ah, bien... ¿Y tu?

—Bien... Puedes tomar asiento.

—Ah, si, claro.—Tomo el respaldo de la silla con su brazo sin yeso y la corrio hacia atras para luego sentarse sobre el mueble.

—¿Comencemos ya?—Dijo con una voz gangosa, la menor solo asintió.—Para obtener la licencia debo tener un estudio de tu caso, así que puedes comenzar a hablarme de el motivo por el cual tus amigas pensaron que debías venir aquí ¿Bien?

—Bien... —Aclaró su garganta.—Es una tontería la verdad, creo que ahora lo estoy llevando bien... —Mina la miró sonriendo.—Mi antigua novia, mi ex novia... —Se corrigió.—Estaba con otra persona estando conmigo, me enteré por un accidente de auto que tuvo con esa persona... —La japonesa asintió indicando que siguiera hablando.—Creo que es normal, tener esa actitud, digo, ella si me gustaba.

—¿Te proyectabas con ella?

—A-algo así... Bueno, no tanto, ya no lo sé.

—Tus amigas mencionaron que ya no querías levantarte e incluso descaradamente faltabas a tu trabajo.

Chaeyoung rasco su nuca, asintiendo y soltando aire entre sus dientes.

—No lo sé.—Respondió.

—¿No lo sabes? ¿Que no sabes?

—No se porque actúe así, de lo que me pude dar cuenta es que nunca me sentí tan cansada, que incluso cuando tenia hambre no tenía fuerzas para levantarme e ir a la cocina a preparar algo.

—¿Con quien vives?

—Sola.

—¿Y tus padres?—Mina siguió preguntando mientras anotaba en su bitácora.

—¿En serio tengo que contarte todas las cosas?—La pelinegra frunció el ceño.—¿Esta demasiado caluroso o es mi impresión? Permiso.—La castaña se quitó su abrigo, como pudo, dejando ver que en su brazo sin yeso tenia algunos tatuajes, llamando la atención a Mina. ¿Como no se había dado cuenta que los tenia?

—Es necesario que me cuentes...—Chaeyoung nego con su cabeza, Mina suspiró.—¿Has estado sola entonces? Desde que terminaste con tu novia.

—Sola no, mis amigas me vienen a ver mas seguido, incluso ahora, están mas pegajosas que antes.

—¿Una de tus amigas es la que estaba contigo en el aeropuerto?—La castaña asintió.—Y Nayeon, la que me contactó en un principio... ¿Solo ellas?

—Ah, no también está Jeongyeon, hace poco llegó de America. —Comenzó a acariciar su yeso.—Dahyun, Nayeon y Jeongyeon, son mis amigas, nos conocemos desde el instituto.

—¿Y Te gusta en donde trabajas?

—Si, tiene bastante movimiento, aunque algunas veces es algo rutinario y eso aburre... Lo normal, ya sabes.—Miró a sus pies.

Mina asintió esperando que la coreana subiera la mirada y la viera.

—Chaeyoung.—Conectó mirada con la castaña.—Puedo obtener un diagnóstico con esto... Para hacer un certificado.

—Genial.

—Oh, otra cosa.—Agregó Mina.

—¿Que?

—¿No te gustaría seguir viniendo a terapia?

—¿Por que? —Chaeyoung la miró confundida.—¿Estoy loca?—Preguntó burlándose.

—No, claro que no, no es eso.

—¿Entonces?

—Es solo si quieres.—Suspiró.

—Eres rara. —Soltó Chaeyoung de pronto.

—¿Por que? —La miró fijamente.

—¿Por que quieres que venga todo el tiempo? Estoy segura que hay personas con problemas mas graves, yo solo tengo estrés.—Entrecruzó los brazos con un poco de dificultad.

—Vaya, no sabia que eras psicóloga para auto-diagnosticarte.—Dijo sarcásticamente, mirándola.

—Ah, es obvio, me conozco, solo necesito el maldito certificado o sino tendré que buscar mi currículum, para eso vine.

—Lo obtendrás, pero tienes que esperar unos dias.

—¿Unos dias? Lo necesito para ahora.

—Lo lamento, necesito que un medico me haga la licencia luego de mostrarle mi estudio y requiere tiempo.—Dijo la japonesa mientras intentaba sacar un pañuelo para sonarse la nariz.

—Entonces, vendré el 25 a buscarla.—La menor se levantó del asiento.

—El medico no trabaja el 25, es un día festivo, tendrá que ser para el 26 o 27.—Dijo revisando la agenda que tenia en su escritorio.

—Genial, ya estoy despedida.—Chaeyoung tomó su chaqueta y abandonó rápidamente la oficina de la pelinegra, sin decir ninguna palabra más.

Mina frunció el ceño sin dejar de mirar la puerta que acababa de ser cerrada por la menor.

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Lamento mucho la demora, espero que hayan disfrutado el capítulo uwu -Ibu

FOOLISH HEART [MICHAENG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora