1.Por fin se acabó

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  El castillo estaba destrozado, pero no había sido en vano. Harry había ganado, Voldemort había muerto y sin posibilidad de renacer. Hermione corrió hacia Harry con lágrimas en los ojos y lo abrazó, creerlo muerto fue la peor sensación que tuvo en su vida.

- Harry, ya está! Lo conseguiste, por fin!!

- No Mione, lo conseguimos, aunque a un alto precio- rebatió Harry triste - ha muerto demasiada gente.

- Así son las guerras amigo, es inevitable.

Se separaron y cogidos de la mano se dirigieron al gran comedor.

Desde un derruido puente un rubio observaba la escena abatido, le gustaría ser él el que tuviese a la castaña entre sus brazos, pero las estúpidas creencias de su padre y el tener que guardar las apariencias que exigía su apellido se lo habían impedido todos estos años.

Su padre y su madre se retiraron de la batalla final, pero él volvió a luchar, para sorpresa de muchos, en contra de los mortífagos.

- Malfoy, entra al gran comedor, hay que revisar esas heridas- le instó la profesora McGonagall.

- No es necesario, pero gracias profesora.

- No diga tonterías, esta sangrando y hay que detener la hemorragia, no tiene buena pinta.- y tomando a Draco del brazo lo llevó al gran comedor.

Una vez dentro observó que había una gran cantidad de heridos siendo atendidos por Pomfey y varios voluntarios, entre ellos Theo, Blaise, y para su sorpresa su propia madre. Pero ninguno de ellos fue quien lo atendió, ante él llegó una castaña de pelo alborotado sujetando varios frascos de pociones curativas que depositó sobre la mesa.

Se le veia nerviosa, tal vez por estar frente al chico que la insultó durante 6 años en el colegio.

- Malfoy, se que no soy de tu agrado, intentaré tocarte lo menos posible, pero los demás estan ocupados y hay que tratar esta herida cuanto antes - decía Hermione mientras buscaba la poción indicada sin siquiera mirarlo.

Al levantar la vista chocó con la mirada del rubio, este la observaba con un brillo inusual en los ojos.

- ¿Y quien te dijo que no eres de mi agrado Granger?, a veces las cosas no son como parecen.- le dijo sin desviar la mirada.

Hermione quedó en shock ante esa declaración, los años de insultos por parte del slytherin eran una clara muestra del desprecio y la repulsión que ella le producía, ¿o no?

- No hizo falta que me lo dijese nadie, tus palabras y actos hacia mí lo dejan muy claro.

- A veces las circunstancias nos llevan a actuar de cierta forma, y nos obliga a decir o hacer cosas que no sentimos.

Hermione se quedó observándolo sin saber que decir. Le sorprendieron las palabras del rubio, no sabía como interpretarlas.

- Bueno, ya no importa. Ahora ya todo ha terminado por fin. Lo pasado quedará atrás y cada uno seguiremos con nuestras vidas. Posiblemente algunos de nosotros no volvamos a vernos nunca.- declaró Hermione mientras comenzaba sus curas en el brazo izquierdo del muchacho. Al sentir ese contacto una agradable sensación recorrió el cuerpo del rubio.

- No me gustaría que eso nos ocurriese a nosotros- dijo Draco mientras la observaba fijamente.- Quisiera tener la oportunidad de resarcirte todo el daño que te hice.

- No hace falta que lo hagas, somos de mundos diferentes y será muy difícil coincidir en nuestro día a día. No es necesario que te obligues a compensarme. A mí no me debes nada. Tú ya demostraste haber cambiado al apoyarnos en la batalla final, no hace falta más. Y si lo que estas diciendo es que quieres que te perdone por como me trataste no te preocupes, no te guardo rencor.

¿Y ahora que?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora