¿Y ahora que?

2. Volver a empezar

Pasados unos días se llevaron a cabo los juicios contra los mortífagos. Lucius Malfoy fue condenado a 10 años en Azkaban, pues a pesar de su arrepentimiento final quedó probado que había cometido muchos delitos que debía pagar. Narcisa y Draco fueron absueltos, ellos nunca mataron ni torturaron a nadie, además habían luchado contra los mortífagos en la batalla final. Narcisa mintió al señor Tenebroso sobre la muerte de Harry.

Los Parkinson resultaron ser espías para la orden, algo que sorprendió a muchos, entre ellos a la misma Pansy, que por su seguridad no lo sabía. Ella creía que el estatus de sangre era una tontería, siempre pensó así, aunque nunca lo dijo. Ahora era libre de expresar lo que pensaba de verdad.

El caso de los Greengrass era muy distinto, si bien Daphne fue exculpada por pelear contra los mortífagos en Howarts y salvar la vida de Fred Weasley pues desvío el Avada que iba dirigido a él, haciendo que no fuese mortal. El señor Greengrass fue condenado al beso del dementor por sus múltiples delitos, entre ellos las torturas y asesinato de su propia esposa por oponerse a seguir a Voldemort, y su falta de arrepentimiento. Astoria era un caso especial, ella aún era menor de edad, por eso aunque había manifestado abiertamente su odio a los hijos de muggles y su firme apoyo a los ideales de Voldemort se decidió no ingresarla en Azkaban y mantenerla bajo la vigilancia del ministerio al menos hasta terminar sus estudios. Durante el verano acudiría a unos cursos junto a otros jóvenes en su misma situación.

Los Zabinni y los Nott nunca estuvieron ligados a Voldemort, eran meros espectadores de esa guerra sin tomar parte en ninguno de los bandos, no fue así por parte de Blaise y Theo, que lucharon al lado de la orden desde el primer momento de la batalla, igual que Draco y Daphne.

Para sorpresa de todos ellos, Howarts anunció que el colegio les daría la oportunidad de cursar su séptimo año y conseguir sus ÉXTASIS.

Draco no podía estar más feliz, era libre, iría a cenar con Hermione y con suerte estarían juntos durante todo un año escolar en Howarts. Era su gran oportunidad para conquistarla, para demostrarle que jamás la odió, al contrario todo su resentimiento era precisamente por no poder estar con ella. Tomó pluma y pergamino y tal como había prometido la citó para el siguiente viernes a las ocho.

En el salón de la mansión Narcisa tomaba su té tranquilamente cuando escuchó el sonido de unas llamas. Pansy Parkinson apareció por la chimenea y se dirigió hacia ella.

- Tia Cissy!!! Quería hablar contigo, está Draco en casa?

- Hola Pansy, él está en su habitación. Si quieres lo mando a llamar.

- No hace falta, vengo a hablar contigo, es por su cumpleaños.

- Dime, que has pensado?

- Verás tía Cissy, dado que por circunstancias el pasado año no pudo celebrarlo he pensado hacerle una gran fiesta por su mayoria de edad, aunque sea un año después, de invitar a nuestros amigos y darle una sorpresa.

- Por mi no hay problema, pero solo nos quedan dos semanas. Hay que darse prisa.

- Muy bien, me iré a preparar las invitaciones. Hablaré con Blaise para que lo tenga entretenido estos días. Lo haremos en ese pub de callejón Diagon, así no verá los preparativos. Tranquila tia Cissy, yo me ocupo de todo.- se despidió Pansy dándole un beso en la mejilla.- Ahora debo irme.

- Que pasa Pansy, pensabas irte sin saludar o qué ? - le dijo un rubio desde las escaleras cuando se dirigía a la chimenea.

- Oh Draco, creía que no estabas, solo vine a traerle a tu madre unos encargos de parte de la mia- mintió la morena - Hemos quedado de salir el viernes, iremos a tomar algo al callejón Diagon. ¿Te apuntas?