¿Y ahora que?

11. Consolidando relaciones

El moreno miraba a la chica con su cara inexpresiva.

- Empecé a sospechar al oler tu perfume, a partir de ahí comencé a analizar tus gestos y tus acciones. Tus expresiones te delataron y tu forma de sonreir. El hecho de que cada 50 o 55 minutos bebieses de tu propia botella rechazando cualquier otra bebida me hizo confirmar más mi teoría. Pero el detonante fue cuando me dijiste que deseabas esto hace años cuando en teoría solo nos conocemos desde hace dos semanas.

- Lo siento mucho, déjame vestirme y me iré. No quería engañarte, pero era la única forma de acercarme a tí. Quería sentirte aunque fuese una vez. Pensé que sería una más de tus conquistas....

- Pansy- Harry la interrumpió. Se había levantado y estaba junto a ella. La cogió de la mano y la encaró.- No quiero que te vayas. Admito que me molestó un poco el engaño, pero también es verdad que me haces sentir cosas que no he sentido con nadie. Quédate y hablamos, por favor.

La pelinegra asintió, siéndole imposible negarse a la petición del azabache, al fin y al cabo le debía una explicación.

Mientras tanto, en la cabaña Black dos jóvenes despertaban desnudos y enredados en las sábanas de seda de una gran cama. El tenía su brazo alrededor de la cintura de ella. Comenzó a acariciar el vientre de la chica haciendo círculos cada vez más grandes, acercándose a su zona peligrosa. Oía ronronear a su novia todavía adormilada.

- Me encanta tenerte así, lione.- le susurró al oído.

- Mmmm, creo que has conseguido domesticar a esta leona. Me haces sentir en paz.

- Te amo, lo sabes verdad? - le dijo el chico besando sus labios. Ansio hacerte mi esposa y tener en mis brazos un bebé fruto de nuestro amor.

- Somos jóvenes Draco, tendremos tiempo para todo. Ahora conformate con saber que soy tuya y de nadie más.

- Y yo soy solo tuyo amor.- le dijo acercándola a ella para que sintiese su erección.

Hermione movió sus caderas frotándose con él, lo que encendió al rubio otra vez. Se colocó sobre ella y comenzó a besarla con ternura, al tiempo que acariciaba desde su cintura hasta sus pechos. Al llegar a estos los cogió entre sus manos, masajeandolos con ahínco. Hermione gimió ante ese contacto y acercó todavía más al chico hacia ella cogiéndolo por las caderas. Sus genitales estaban en contacto, sin ser ella penetrada por él, rozándose y frotándose uno contra otro. Hermione gemía y su respiración era rápida y agitada. Draco cada vez estaba más frenético y la apretaba contra él para sentirla aún más cerca. Se besaban con pasión y deseo, olvidando incluso la necesidad de respirar. En medio del frenesí Draco separó un poco su pelvis de la de la chica y ella se quejó por la falta de contacto. Volvió a acercarse a ella, pero esta vez el erecto pene del rubio encontró el camino solo para entrar en la excitada chica, aumentando el placer a niveles extremos.
Ambos gritaron ante tal intromisión notando el placer que ello les daba. Sus movimientos aumentaron en intensidad profundizando cada vez más las embestidas. Hermione sentía cómo el pene alcanzaba lo más profundo de su vagina sintiéndolo chocar dentro de ella. Era tal la entrega de ambos que hubiese podido arder la casa y no lo hubiesen notado. En cuanto llegaron a la cumbre del placer ambos se dejaron ir, callendo exaustos sobre el colchón, ahogando entre besos los últimos espasmos de sus cuerpos para quedar profundamente dormidos aún uno entre los brazos del otro.

Cerca ya del mediodía, en la mansión Nott, Luna y Ginni se despertaban en la habitación de Hermione. Ellas se quedaron a dormir allí como coartada de su amiga. Theo y Blaise las habían estado acompañando hasta altas horas de la madrugada, riendo y bebiendo lo que se habían traido del pub. Luna recordaba vagamente haber estado entre los brazos de Theo, incluso casi podia asegurar que se habían besado, pero no recordaba mucho debido al alcohol que había ingerido. Todavía tumbada en la cama se llevó la mano a sus labios, perdida en sus pensamientos.