16. Un nuevo enemigo.

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La nieve cubría los jardines del colegio. Faltaba poco para navidad y se había organizado un baile para la noche antes de que los alumnos se marchasen a sus casas. Todos en el castillo estaban emocionados por el evento. Una mañana, al salir de la biblioteca Hermione se cruzó con MacLaggen.

- Hola Hermione, que suerte encontrarte sola!- le dijo el chico coqueto.

- Que quieres. Cormac?- preguntó Hermione resoplando. El chico no la dejaba en paz desde sexto año.

- Pues tan solo decirte que vengas al baile conmigo, no hace falta que sigas dándome celos con esa serpiente. Yo ya estoy dispuesto a estar contigo.

Hermione resopló agobiada, cada vez era lo mismo. El ego de este chico era inmenso.

- Cormac, iré con Draco. Él es mi novio y no estoy con él para darte celos. Es más, no te soporto!! - dijo la castaña muy enfadada por la impertinente insistencia del chico. Y se fue de allí de forma apresurada.

- Esto no quedará así, serás mía quieras o no.- murmuró Cormac para si mismo.

Draco estaba en el campo de Quiddich, habían terminado el entrenamiento y se dirigían a los vestuarios. Draco y Theo entraron a las duchas, pero Blaise se quedo en los bancos. Una blugger le había dado en el hombro y lo tenía adolorido. Se dirigió a su taquilla y sacó de ella una poción para el dolor y un ungüento para reponer las heridas. Tomó la poción y se sentó en un banco esperando que hiciese efecto para desnudarse y ducharse, pués apenas podía mover el brazo. En esta posición lo encontraron sus amigos cuando salieron de las duchas ya vestidos.

- Necesitas ayuda Blaise?- preguntó Draco preocupado.

- No tranquilo, ya está pasando el dolor. Puedo solo.

- Esta bien, me voy entonces. Hermione me espera para terminar los deberes de pociones.- dijo Draco.

- Ah si! Menudo tostón! Que poción te ha tocado?- dijo Theo.

- Veritaserum, y a vosotros?- contestó el rubio.

- Poción multijugos, pero lo peor es que me toca hacerla con McLaggen- resopló Theo.

- A mi Felix felicitis con Logbotton- anunció Blaise.

- Bueno, suerte con eso, yo mejor me voy. Mi leona odia la impuntualidad.- dijo Draco.

- Siii ve, si no te quedas sin premio esta noche.- bromeó Blaise, a lo que Theo frunció el ceño y le dió una colleja.

- Calla Zabini! Que estás hablando de mi hermana!!- gruñó Theo.

- Upps! A veces lo olvido, pero vamos no seas hipócrita que seguro tú con Luna a las cartas no juegas...

Los tres soltaron sendas carcajadas, eran felices de poderse mostrar como eran realmente, sin miedos y sin presiones. Theo y Draco se dirigieron al castillo y al llegar a la puerta se cruzaron con Luna y con Ginny sentadas en un banco de la entrada del castillo. Al verlos llegar la rubia se levantó y saltó a los brazos de su novio y lo abrazó con brazos y piernas como una niña pequeña.

- Theo!! Tenía ganas de verte. Estabais entrenando?- preguntó tras darle un inocente beso.

- Si, justo acabamos de terminar, ahora soy todo tuyo- contestó devolviendo el beso.

- Y Blaise?- cuestionó Ginny preocupada.

- Sigue en los vestuarios- contestó Draco- Una blugger le golpeó el hombro y estaba esperando que la poción para el dolor le hiciese efecto para ducharse. Debe estar terminando ya.

Ginny agradeció a Draco con una sonrisa y decidió dirigirse a aquellos vestuarios para ver con sus propios ojos el estado de su novio. Al llegar entró de forma silenciosa y lo vio frotándose el hombro con un ungüento. Estaba solo cubierto con una toalla que tenía anudada a su cintura y le llegaba a las rodillas. Tenía dificultad para llegar a la parte posterior de su adolorido hombro. Se acercó a él y metió dos dedos dentro del bote del ungüento sin que la viese. Puso su mano con delicadeza sobre su hombro y comenzó a masajearle la zona. Blaise dió un respingo al sentir el contacto y trató de coger esa desconocida mano para pararla, pero al voltear se encontró con una hermosa mirada azul enmarcada con innumerables pecas que cubrían la nariz de ese perfecto rostro.

¿Y ahora que?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora