Llegó el tan esperado sábado, los preparativos habían tenido muy ocupados a Hermione y a Draco, cada cual por su lado. Apenas habían podido verse a solas más de cinco minutos. Cuando lo estaban no tardaban en aparecer Narcisa y Ayla preguntándoles sobre los preparativos de la dichosa fiesta.
Estaban en la habitación de Hermione, faltaban un par de horas para la fiesta. Hermione ya estaba peinada y maquillada y llevaba puesta una bata de seda gris para no estropear el vestido.
- Estoy muy nerviosa Luna- se quejó Hermione a su cuñada.
- Te traigo un te? - preguntó la rubia.
- Tranquila Lunita, le traigo algo que seguro la tranquiliza más - dijo Pansy entrando a la habitación y señalando tras ella con el dedo.
Por la puerta entró un rubio sonriente, vestido con un traje gris claro y camisa y corbata gris oscuro.
Hermione corrió hacia él y lo abrazó con fuerza. Draco no dudó en corresponder el abrazo a su temblorosa novia y le besó la frente.
- Acaso te estas arrepintiendo lionne- le preguntó sonriente Al notar los nervios de esta.
- Nunca, solo que no me gusta ser el centro de atención, y lo sabes- le contestó angustiada.
El rubio la besó dulcemente, aunque Hermione no tenía suficiente, necesitaba más, por eso se pegó a él y aumentó la intensidad.
- Bueno Luna, creo que tú y yo sobramos - dijo Pansy - Nos vemos abajo. No lleguéis tarde.
Hermione se separó de Draco sonrojada, se había olvidado completamente de que sus amigas estaban allí.
- Tranquila, ni la misma muerte me impediría llegar. - dijo Draco con una sonrisa torcida sin dejar de mirar a su novia.
Cuando las chicas salieron se acercó lentamente a su novia y le susurró:
-Por donde íbamos? - y volvió a besarla pegándola a él.
La sentó sobre el escritorio y se colocó entre sus piernas. Hermione jadeó al sentir el miembro de su novio latente dentro de sus pantalones.
- Draco, por favor, te necesito.
- También yo lionne, hemos de darnos prisa.
Y sin más bajó sus pantalones y boxers hasta las rodillas y apartó el tanga de Hermione. Ella estaba mojada y excitada. Jugó un poco con sus dedos frotando sus pliegues y sin previo aviso entró en ella ahogando un gemido. Se besaban y acariciaban con amor, las embestidas aumentaban de intensidad cuando se acercaba el orgasmo de ambos. Terminaron y una sonrisa adornó la cara de ambos.
- Me vuelves loco!!! Nunca creí que se pudiese amar tanto. - declaró Draco. - Aun no me puedo creer que todo el mundo mágico va a saber ya que eresmi prometida oficialmente.
- Si, y para ello debo ponerme el vestido. Me ayudas? - le dijo Hermione.
- Solo si me prometes que también te ayudaré a quitártelo. - provocó el rubio.
- Sabes que no puedo negarme a eso, estoy completamente a tú merced. Soy tuya.
Draco sonrió de lado ante esas palabras y la besó bajandola de la mesa. Le ayudó a ponerse el vestido y con magia arreglaron el cabello y maquillaje de la castaña y las arrugas en el traje del rubio.
Llegaron a las escaleras que les conducian al salón donde se celebraba la fiesta y llamaron a un elfo.
- Por favor Kibo, avisa a mis padres que estamos preparados, pueden anunciarnos cuando quieran. - informó Hermione.
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¿Y ahora que?
Fiksi PenggemarPor fin la guerra ha terminado, Voldemort estaba muerto, ya era hora de revelar sus secretos, su magia y sus recuerdos habían vuelto, era seguro por fin. Cierto rubio se había propuesto luchar por ella ahora que no estaba bajo el yugo de Voldemort...