CAPÍTULO 7

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Tres días habían transcurrido desde el secuestro de Kagura y Rin, ambas fueron llevadas a una bodega donde permanecían bajo vigilancia atadas de pies y manos esperando la llegada de la patrona quien por cuestiones de trabajo no habia podido atenderlas.
-Con cuidado animal!- gritó "Barritos" mientras Inuyasha limpiaba su herida en la pierna. Ella estaba con una blusa y pantis únicamente. Más que dolor, era vergüenza lo que sentía ante el toque del ojidorado.
-Lo siento Kikyo, Oye...- sopló la herida mientras trataba de ocultar bajo su fleco su rostro sonrojado.
-¿Qué pasa?- preguntó ella sin verlo.
-No lo vayas a tomar a mal... Es solo que...- pasó el algodón por la herida y sopló. -Tienes unas piernas muy lindas, es decir... Tu piel es muy tersa, o sea...- su cara ardía por la vergüenza.
-Gracias- interrumpió la pelinegra tomándole la mano.
-Quiero agradecerte por lo del otro dia- dijo el joven refiriéndose a la vez que ella impidió que la Miko le volara la cabeza de un tiro.
-No tienes que agradecer Inuyasha- dijo ella sin soltarle la mano.
-Nosotros solo somos sicarios, tú te expusiste valientemente sabiendo de que la patrona es muy violenta e impulsiva- reconoció él platinado.
-Lo que sucede es que... Tú... Tú me...- titubeaba la joven mirando sus manos unidas.
-Oigan, la patrona acaba de llegar- informó Kohaku al entrar a la habitación. Inuyasha vendó la pierna de Kikyo y fueron a recibirla.
-Excelente trabajo señores- felicitó la Miko al tener a sus hombres reunidos. -Atiendan muy bien a nuestras huéspedes, que no les falte comida y agua, yo voy a ir a reunirme con los colombianos que quedaron en conseguirlos las armas, vuelvo en una semana... cuando vuelva, quiero que me tengan preparado un equipo periodístico para que Taisho vea en vivo por la tv la muerte de su amada familia- ordenó con una sonrisa psicópata que enervó a sus hombres.
-¿Quieres que transmitan en vivo por la tv cuando mates a la mujer y a la niña?- cuestionó incrédulo Inuyasha, estaba asustado del monstruo que él mismo había creado.
-¿Tienes algo de malo?- inquirió la patrona arqueando una ceja.
-¿por qué complicarnos tanto, no sería más fácil matarlas aquí y ahora y mandarle a Taisho sus cabezas en una bolsa plástica?- vió a la azabache negar con la cabeza y suspiró nervioso.
-No quiero lo fácil, quiero que las vea morir en vivo así como yo ví a mi hermano morir en mis brazos- siseó con odio.
-¿Qué tal una transmisión por Facebook? Así nos evitamos matar a los periodistas- opinó el pelirrojo.
-Pero que coños! ¿Será que tengo que llamar a la empresa avícola para pedir un cargamento de huevos y repartirselos?- Espetó la Miko haciendo tensar a todos.
-Por supuesto que no- respondió Kikyo. -Yo misma me haré cargo de esa vuelta, cuando vuelvas, todo estará preparado... Taisho verá morir a su familia y sentirá en carne propia la impotencia de no poder hacer nada, tal y como nosotros con la muerte del pájaro negro, la señora Nahomi y el joven Souta- espetó la joven con el ceño fruncido.
-Asi me gusta- dijo la patrona esbozando una sonrisa. -Ella si tiene los pantalones bien puestos- celebró señalando a su pistolera. Tomó su escuadra del escritorio y la metió en la parte trasera de su pantalón antes de salir hacia la pista privada junto a Kohaku y algunos hombres más. Abordaron una avioneta con rumbo a Colombia donde recibirían el armamento.

///////////////// (DEA) //////////////////////

-muy bien muchachos, investiguen todas esas propiedades- ordenó Touga al recibir el informe de varias fincas a nombre de los Higurashi. Tenía la vaga idea de que en alguna de ellas podrían tener a su nuera y a su nieta. Los agentes salieron de la oficina, menos uno; Sesshomaru.
-Ahora veo el porqué a pesar de llevar tantos años en esta institución, nunca pudiste ascender al puesto que ostento- espetó el ojidorado refiriéndose a su padre. -Crees que ellos son estúpidos- se burló.
-Una investigación se comienza desde abajo, no podemos descartar las posibilidades por obvias que parezcan porque podrían ser las correctas- argumentó el peliplata mayor.
-Mientras investigas estupideces, mi esposa e hija podrían estar siendo torturadas o violadas! ¿por qué no te haces a un lado y me dejas dirigir este operativo a mi manera?- demandó a saber, estaba preocupado y no dejaba de pensar en aquella llamada que recibió, temía por Rin y Kagura, sabía que en cualquier momento podría recibir sus cabezas en la puerta de la DEA.
-Cálmate Sesshomaru, no quiero que te expongas, ya te dije que voy a traerlas sanas y salvas- reiteró viendo como su hijo ponía los ojos en blanco.

(DIAS DESPUÉS)

Los agentes de la DEA, la policía y el ejército habían revisado cada propiedad de los Higurashi y habían regresado con puras negativas. Las fincas estaban abandonadas desde la muerte del pájaro negro. Inuyasha y sus hombres, habían aconsejado a la nueva patrona para no volver a esas tierras y habían comprado varias propiedades en diversas zonas del país y a nombre de otras personas. Touga estaba angustiado, no sabía del paradero de su nieta y nuera y Sesshomaru no paraba de presionarlo a pesar de no permanecer en la DEA.

/////////////// (Rancho Hijiri) ////////////////

Una semana después de su partida, la Miko volvió de colombia con las armas, el arsenal era muy variado: AK47, M16, ametralladoras calibre 30 y 50, RPK, Dragunov e incluso un RPG7.
-Llegaron los juguetes muchachos!- exclamó la joven al llegar, todo había salido bien.
-Miko, los camarógrafos están en la bodega junto a las Taisho- informó Inuyasha, la patrona sonrió y dió media vuelta para dirigirse al sitio donde permanecían sus huéspedes. Al llegar vió a los dos camarógrafos, a la niña y a la mujer. Todos estaban atados de pies y manos y con pañuelos en sus bocas y ojos. Se acercó a Kagura y le quitó el pañuelo de los ojos.
-Eres una mujer muy hermosa Kagura, lástima que tu esposo sea el asesino de mi familia y no podrá seguir disfrutandote- amenazó mirándola fijamente a los ojos. -Suelten a los camarógrafos- ordenó. Inuyasha y Shippo les soltaron las manos a los tipos y les entregaron sus cámaras.
-Lo que están a punto de ver es digno de la nota roja- dijo el pelirrojo con arrogancia mientras le quitaba la venda de los ojos.
-Quiero una transmisión en vivo- ordenó el peliplata, el camarógrafo asintió y pidió el equipo.
La transmisión empezó desde dos ángulos; uno donde se apreciaba a Rin y Kagura llorando y tratando de gritar y otro donde se veía a la joven azabache, Inuyasha, Kikyo, Shippo y Kohaku con pasamontañas y fuertemente armados. Un "afirmativo" por medio de radio fue la señal de que la transmisión estaba siendo transmitida por la tv.
-Muy buenas tardes estimados televidentes, interrumpimos nuestra programación habitual para llevarles una información de última hora y es que como pueden observar en pantalla, tenemos a la hermosa señora Kagura de Taisho y a su pequeña hija Rin. Ellas no han hecho nada malo, pero el señor Sesshomaru Taisho si- dijo la Miko ante la cámara. -El señor Taisho es el jefe de operaciones especiales de la DEA y comandó un operativo, no para la captura, sino para el asesinato de mi abuelo; el pájaro negro- su tono reflejaba odio total. -No solo mató a mi abuelo, sino que también asesinó a mi madre y hermano y eso señor Taisho, eso es lo que voy a cobrarle en esta tarde- siseó. Dió la señal a Shippo y este se acercó a Kagura y Rin y les quitó los pañuelos de la boca y el de los ojos a la nena. Ambas empezaron a gritar; la niña gritaba "Papá, ayúdanos papá!" Y Kagura rogaba para que dejaran a la niña en libertad y que hicieran con ella lo que quisieran. La Miko rió a carcajadas, alzó su AK y con el mayor de los placeres le disparó a la fémina justo en el pecho, silenciandola  así definitivamente.
Rin gritaba, lloraba, se retorcía tratando de llegar hasta su madre que había caído boca abajo botando sangre en abundancia la cual manchó el piso de concreto mientras la Miko continuaba riendo, estaba vengando la muerte de sus seres queridos haciendo sufrir a tal Taisho y eso le causaba mucho placer. Al cansarse de los gritos de la niña, su risa paró y sin mayor reparo le disparó.
-El siguiente eres tú Sesshomaru- amenazó quitándose el pasamontañas dejándole ver su rostro. -Muchas gracias por permitirnos llegar hasta sus hogares, hasta aquí nuestras informaciones- finalizó la joven, la transmisión terminó con un acercamiento a los cadáveres de Kagura y Rin.

EL CÁRTEL DE LA MIKODonde viven las historias. Descúbrelo ahora