La tormenta no paró; se dieron las 11 pm y seguía como que empezaba. El Gringo y la Miko continuaban caminando por la montaña en completo silencio, la chica por delante y él por detrás pero repentinamente la joven cayó al suelo.
-Levántate Miko- ordenó el platinado. -No voy a caer en algo tan burdo- espetó con arrogancia. La joven no se movió. -Miko, Miko levántate- volvió a decirle pero no obtuvo respuesta. Se agachó y la volteó, Kagome estaba desmayada y lo peor; ardía en fiebre.
El platinado puso los ojos en blanco con fastidio y la tomó en brazos para buscar un sitio seguro donde pasar la noche.
-Debería pegarte un tiro- gruñó molesto. -Pero si lo hago matarán a mi padre y eso es lo que voy a evitar- siseó sin dejar de verla. Por un segundo sintió compasión por ella, al verla inconsciente e indefensa, movió su cabeza de lado a lado para disipar sus pensamientos, ella era una asesina y debía pagar por la muerte de Kagura y Rin."FLASHBACK"
Estaba sentado en su oficina y sin poder mover un dedo para ir en busca de su mujer e hija, Touga estaba a cargo del operativo de rescate. Repentinamente la agente Kimura entró a la oficina sin tocar ni saludar y encendió la tv, el platinado no entendía que le pasaba pero, algo era seguro; en tv había algo de su interés.
Vió como en la parte superior derecha de la pantalla decía "en vivo", vió la pantalla dividida en dos planos, en la parte izquierda Kagura y Rin, en la parte derecha un grupo de encapuchados fuertemente armados.
Su corazón se contrajo, sus ojos se inundaron de inmediato, su piel se puso chinita y le costaba respirar.
Escuchó a su hija gritar "¡Papá, ayúdanos papá!". Su esposa rogaba para que dejaran a la nena en libertad y que hicieran con ella lo que quisieran, su sangre se congeló en sus venas al ver como la mujer que hablaba de vengar al pájaro negro y su familia levantaba el AK, "Nooooooooo!!!" Gritó tan fuerte como pudo, deseaba que la maldita Miko le escuchara y se detuviera, el disparo perforó el pecho de su esposa y el sonido fue como un choque eléctrico que activó nuevamente su presión sanguínea haciendo latir erraticamente su corazón, se puso de pie mientras la psicópata reía a carcajadas y su pequeña hija lloraba tratando de llegar hasta su madre muerta, por un instante tuvo la vaga esperanza de que la Miko se compadeciera de la nena al verla llorar por su madre pero esa esperanza se desvaneció al escucharla dejar de reír y levantar el arma para disparar nuevamente, la niña cayó muerta a centímetros de su madre y el peliplata cayó sentado mientras grita "No, no, no, mi familia no! Kagura, Rin! No por favor, Dios mío, por qué!!!".
La agente Kimura lloraba por su excompañera Kagura y la pequeña Rin y por ver a su jefe en ese estado de negación.
-Je..fe, lo siento mucho- sollozó Sango con lágrimas en sus ojos.
-¿Por qué Sango, por qué? Ellas no tenían nada que ver con esto!- gritó entre llanto el joven platinado.
-Le juro que vamos a dar con el paradero de esa maldita mujer y haremos que se pudra tras las rejas pero debe calmarse- respondió la agente Kimura abrazando al ojidorado que permanecía sentado en el piso de la oficina y hecho un mar de lágrimas.
-No Sango, no puedo calmarme, esa mujer mató a mi familia! Ellas eran inocentes!- espetó con rabia e impotencia. -Ella dice que yo maté al pájaro negro y su familia pero no fue así; mis hombres les dieron la oportunidad de entregarse y fueron ellos quienes abrieron fuego contra mis hombres, ellos sí eran delincuentes!- se puso de pie, llamó a su padre para decirle que lo esperaba en la oficina de Totosai ya que necesitaba hablar con ambos.
--*Justo voy hacia allá*-- respondió Touga antes de que su hijo cortara la llamada.
El joven tomó su arma del escritorio y salió como alma que lleva el diablo hacia la oficina del jefe de gestión de operaciones.
-Nos vemos esta noche preciosa... Claro que si- decía Totosai en tono seductor y completamente ajeno a lo que ocurría; estaba hablando por su celular cuando repentinamente el furioso ojidorado atravesó la puerta.
-Estas planeando ir a coger en lugar de estar planeando la captura de la maldita Miko!!!- gritó furioso. -acaban de matar a mi familia por tu culpa cabrón! Tú nunca hiciste nada al respecto, me sacaste del operativo aún sabiendo de que se trataba de mi familia!- el ojidorado gritaba furioso sin poder contener las lágrimas. Touga entró y Sesshomaru frunció el entrecejo.
-Sessh, por favor, debes calmarte- dijo Touga posando su mano en el hombro de su hijo, él entendía la rabia de su vástago.
-¿Que me calme? ¿Quieres que me calme?- inquirió exasperado.
-Tienes que calmarte- secundó Totosai.
-No voy a calmarme ni mierdas!!!- Gritó antes de sacar su arma de reglamento y apuntarles a ambos agentes. -son un par de ineptos e ineficientes! Ni la seguridad ni tus estúpidos operativos fueron capaz de detener a la Miko, mi familia está muerta por culpa de ustedes, si yo hubiese estado a cargo del rescate ellas estarían aquí conmigo!!!- recriminó enfurecido y cegado por el dolor.
-Baja el arma Sessh, hablemos- dijo el jefe muy nervioso.
-Ustedes van a bajar, pero al infierno!!!- gruñó al mismo tiempo que el agente Yöhei y el agente Houshi entraban en la oficina y se lanzaron sobre el ojidorado para desarmarlo.
Lo lanzaron al piso y le aplicaron una llave, le quitaron el arma y lo esposaron.
-Jefe, lo siento mucho- dijo Bankotsu en voz baja mientras Miroku ayudaba al platinado a ponerse de pie.
Ya no podía hacer nada, sabía que después de esto sería dado de baja de la institución y ya no le importaba, solo deseaba morir de una maldita vez, si la Miko lo encontraba y le pegaba un tiro él sería capaz de agradecerle pues él no era capaz de suicidarse.
Pocos días después fue llevado a los estados unidos, le asignaron nuevos documentos bajo el nombre de Daniel Smith y lo enviaron a terapia psicológica para superar su pérdida. Encontró trabajo en un casino en Las Vegas, a pesar de aparentar llevar una vida normal; cada madrugada que llegaba a su apartamento después del trabajo, lloraba amargamente mientras veía la fotografía de su esposa e hija, tomaba y se culpaba cada día de su vida por no haber podido hacer nada para rescatarlas, escuchaba en su cabeza el grito de la niña "Papá, ayúdanos papá" y aquella imagen de ambas tiradas en el piso de concreto con un tiro le carcomía el alma."FIN DEL FLASHBACK"
-Te voy a cobrar cada lágrima que derramé, cada súplica de mis dos amores, pagarás Miko, pagarás- siseó mientras depositaba a la joven dentro de una cueva donde pasarían la noche.
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EL CÁRTEL DE LA MIKO
Fanfiction-Que Dios te cuide y te acompañe en tu camino, hija.- la madre superiora daba la bendición a la joven novicia que después de un largo periodo en el convento había pedido un permiso para ir a visitar a su familia antes de su rito de consagración sin...