El "Gringo" logró escapar sin ser visto por nadie, los hombres de Kimon encontraron a la Miko en el cobertizo y al preguntarle por el Gringo ella no dió respuesta, al volver al rancho de Kimon sus hombres le dijeron lo que había ocurrido en el rancho shikkon, la muerte de Kikyo y ni así reaccionó; estaba como en otro mundo.
Abordó la avioneta con las armas y volaron hasta el rancho Hakurei donde la esperaban Shippo, Kohaku y un centenar de hombres encargados de la seguridad de dicho rancho.
-Miko, ¿Qué fue lo que pasó con el Gringo?- preguntó Shippo temiendo la respuesta.
-No quiero que se vuelva a hablar de ese tipo... ¿Entendido?- dijo la joven al bajar del helicóptero y caminando hacia la casa.
-Ok... Pero no te hizo nada ¿Cierto?- demandó el joven pelirrojo con cierta preocupación ante la extraña actitud de su patrona.
-No- fue la seca respuesta de la joven. -Investiguen hacia donde llevaron a Inuyasha y organicen su rescate- ordenó la azabache. Ahora comprendía todo; Inuyasha había sospechado del Gringo y por eso actuaba como lo hacía. Necesitaba hablar con él, Inuyasha era la única persona en la que podía confiar ciegamente. -No veo que se estén dando prisa, muevan el culo!!!- gritó molesta y sus hombres desaparecieron como por arte de magia.<<Días después>>
--*Todos están en sus posiciones*-- informó Kohaku por medio de radio.
-Arre- respondió el pelirrojo viendo al convoy de la DEA salir, había logrado sobornar a varios agentes encargados del traslado del peliplata y habían organizado minuciosamente el rescate.
Al ver el último vehículo salir, el joven pelirrojo llamó a sus hombres para que estuvieran alerta. Conociendo la ruta, el joven había colocado estratégicamente a sus mejores elementos y los había armado hasta los dientes. Condujo hasta la salida de la ciudad donde se encontraban sus compañeros y ahí esperaron a que pasara la caravana policial. Seis minutos después se divisaron los vehículos oficiales y se armó el merequetengue.
Los hombres de la Miko estaban ocultos en los matorrales al lado de la carretera, se habían vestido con uniformes militares para camuflarse y no ser vistos por el apoyo aéreo, prepararon el RPG7 al ver que venía el helicóptero y al pasar el sexto vehículo (Inteligencia de seguridad nacional) Shippo presionó el detonador de varias bombas que habían puesto en un tramo de carretera; la enorme explosión hizo detener a los otros siete vehículos.
Kohaku sonrió fríamente y disparó RPG7, el helicóptero literalmente voló en mil pedazos. Al deshacerse del helicóptero proseguía la fase 3 del plan; rescatar a Inuyasha.
-Este perro no me agrada en lo absoluto pero, si es importante para la Miko, tanto así que pide que lo rescatemos, pues arre- dijo el moreno de ojos azules tomando la iniciativa y saliendo de los matorrales con un M16 en sus manos. Cinco de sus hombres le siguieron y empezaron a rafaguear a los agentes que habían salido de sus vehículos.
Shippo hacía lo suyo desde el otro lado de la carretera, tenía un RPK y 30 cargadores con 70 tiros cada uno. Rafagueó de manera horizontal y puso a descansar en paz a 8 agentes de Inteligencia estratégica, uno de ellos fue decapitado por las balas. Los agentes no tenían como escapar; por delante estaban los 6 vehículos en llama, por detrás estaba kohaku con el RPG7, al costado derecho de la carretera estaba Koga con una manada de 15 psicópatas que disparaban sus M16 y PKM a diestra y siniestra, al lado izquierdo de la carretera estaba Shippo con una veintena de hombres con AR15 y AK47 más el RPK que traía el pelirrojo.
-Abran la puerta lentamente y salgan con las manos en alto!- ordenó Shippo manteniendo una distancia prudencial del vehículo donde trasladaban a su compañero. -Un mal movimiento y se los carga el payaso!- espetó con el ceño fruncido. Los agentes abrieron la puerta y bajaron del vehículo con las manos detrás de sus cabezas. -Al suelo!- ordenó el pelirrojo, los hombres dudaron en obedecer pero acataron la orden al escuchar la ráfaga del RPK del joven.
-¡Sal de ahí pinche perro pulgoso! ¿Acaso ya te enamoraste de la troca?- dijo Koga a modo de burla. El ojidorado rió sonoramente y todos afuera fruncieron el entrecejo, podían verlo sentado en la parte trasera de la camioneta pero extrañamente no se movía.
-Oye compa ¿Estás bien?- demandó a saber el pelirrojo.
-Pues claro!- respondió el ojidorado. -El pedo es que estos cabrones me traen con grilletes y me ataron- completó. Shippo rió a carcajadas y asintió para que Koga lo sacara del vehículo.
-!Uy no! Voy a tener que volarte las patas- se burló el ojiazul asomándose por la ventana.
-Deja de joder y rompe esta chingadera de una vez!- gruñó el platinado. El moreno sacó su escuadra y apuntó a la cabeza del ojidorado, estaba totalmente serio.
-pulgoso, me debes una- escupió antes de disparar a uno de los eslabones de la cadena que mantenía cautivo e inmovilizado al ojidorado.
-Y te lo voy a pagar- aseguró Inuyasha saliendo de la camioneta, puso sus manos por delante y el moreno volvió a disparar para romper las cadenas que el platinado traía en sus muñecas.
-Lo siento mucho pinches puercos- dijo el moreno guardando la pistola en su cintura. -Pero hasta aquí los trajo el río- uno de sus hombres le entregó un M16 y sin pensarlo dos veces les disparó a los oficiales que estaban en el suelo.
Los sicarios subieron a sus vehículos que habían permanecido camuflados y escaparon del sitio antes de que llegaran los refuerzos.////////////// (Cartagena - Colombia) /////////////
Sesshomaru logró llegar hasta Cartagena, había tomado varios transportes públicos y se registró en el hotel donde había pasado su luna de miel con Kagura... Ciertamente no había podido disfrutar de aquella luna de miel a como Dios manda, pues decidió viajar a Colombia con doble propósito: "su luna de miel" y la verdadera razón; desmantelar el cártel de los hermanos relámpago.
El platinado bufó al sentarse en la cama, había pedido la misma habitación que ocupase esa vez. Se dejó caer de espaldas con los brazos extendidos y miró fijamente al techo.
-Mi amor- lamentó en un susurro. -Perdóname mi amor- sus ojos se llenaron de lágrimas que no pudo contener y rodaron libremente por sus mejillas. -Te he fallado mi cielo, les fallé a ambas- un nudo se formó en su garganta y frunció los labios. -No pude matarla, no pude!- dijo apretando los dientes y puños. -Pude haberle disparado y me habría enfrentado a los hombres de Kimon, tenía suficientes cargadores para hacerlo pero no pude!- su voz se quebró y lloró amargamente. -Me acosté con ella maldita sea! Me cogí a la asesina de mi familia!- sollozó con arrepentimiento. -Te he fallado Kagura, te he fallado... Perdóname, te lo suplico mi amor- lloró encogiendo sus piernas y colocándose en posición fetal. Así estuvo hasta que se quedó dormido.(SUEÑO)
Estaba acostado en la posición en la que se quedó, de repente sintió que alguien se sentó en la cama y ágilmente tomó su arma y volteó. Su corazón se contrajo y sintió un hueco en el estómago al ver que se trataba de su difunta esposa.
-Shhh- ella sonrió y luego le quitó el arma.
-Mi cielo- susurró mientras ella le acariciaba la mejilla.
-Mi Sesshy- dijo dulcemente para luego acomodarlo en su regazo.
-Perdóname mi amor, te falle a ti, le falle a nuestra hija, soy una...- decía el ojidorado pero la dama le interrumpió.
-Eres un gran hombre, tú no nos has fallado, ¿Por qué dices tal cosa?- cuestionó acariciando el cabello del exagente.
-Pude haberla matado y vengar la muerte de ustedes y no lo hice- respondió entre lágrimas que caían en el blanco vestido de ella.
-Eso es porque tú no eres capaz de hacerle daño a alguien que amas- el ojidorado se sentó de golpe y con el ceño fruncido.
-¿De qué estás hablando?- inquirió. -Yo te amo a ti y siempre te amaré... Te juré que te amaría hasta el día de mi muerte y así será- aseguró mirándola a los ojos.
-Y así será- corroboró ella con una dulce sonrisa. -El hecho de que te enamores de alguien más, no quiere decir que vayas a faltar a tu juramento, puedes amarme con el simple hecho de no olvidarme- él negó con la cabeza.
-Cada día te recuerdo mi cielo, yo jamás te olvidaré- las lágrimas rodaron por sus mejillas y ella las enjugó con cariño.
-Sesshomaru, me entristece que me recuerdes de manera trágica, si es así como vas a recordarme mejor olvídame- susurró. -Me gustaría morar en tus recuerdos con una sonrisa en mis labios, con nuestra hija en brazos, con un te amo para ti- tocó la mano del peliplata y él mordió su labio inferior mientras cerraba los ojos con fuerza y más lágrimas caían.
-Te amo Kagura, te amo como no tienes idea- sollozó.
-Lo sé mi cielo, se que me amas y que siempre me amarás pero, yo ya no pertenezco a este mundo, tienes que dejarme ir... Yo solo quiero que seas feliz- volvió a enjugar las lágrimas del platinado y lo tomó de la mano para cambiar de escenario; aparecieron en un bello prado con flores.
-Seré feliz cuando mate a la Miko y vengue la muerte de ustedes- dijo con el ceño fruncido.
-No quieres matarla, tuviste la oportunidad para hacerlo y no pudiste porque no eres así... Eres un gran hombre y me da gusto que hayas encontrado a alguien a quien amar- se puso de pie y él hizo lo mismo.
-No digas tonterías, yo no puedo amar a la asesina de mi familia- se negó sin verla.
-Aún no quieres aceptarlo, pero en tu corazón ya perdonaste a Kagome, eso me hace feliz porque no habrá nada que te impida ser feliz con ella- dijo tomándole del brazo mientras él permanecía con la mirada clavada en las flores.
-Kagura- susurró con tristeza.
-Recuerdanos bonito y no dejes que tu orgullo pueda más que tu amor, ve por ella y se feliz- el ojidorado volteó a verla, ella poco a poco desapareció del hermoso prado con flores, él secó sus lágrimas y cerró los ojos con fuerza.
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EL CÁRTEL DE LA MIKO
Fiksi Penggemar-Que Dios te cuide y te acompañe en tu camino, hija.- la madre superiora daba la bendición a la joven novicia que después de un largo periodo en el convento había pedido un permiso para ir a visitar a su familia antes de su rito de consagración sin...