Ella es una vampira de más de mil años que guarda muchos secretos. El mejor guardado está relacionado con la familia Original. Con Niklaus Mikaelson.
"Por y para siempre. Te lo prometo."
Segunda parte de "Always and Forever".
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Observé mi verdadero cuerpo en el ataúd. Incliné la cabeza y me inspeccioné a mi misma.
- Tengo que admitir que voy a echar de menos comer sin engordar.- murmuré antes de coger el papelito que tenía en el bolsillo.
Me di la vuelta y me encontré a Klaus observándome.
- No me estoy quejando.- me aseguró.- Pero voy a echar de menos tu cuerpo original.
- Ya no soy rubia.- señalé.- ¿Vas a dejar de quererme?
Él sonrió levemente antes de acercarse y besarme.
- Ya sabes que eso nunca pasará.
Desdoblé el papel y miré la dirección.
- Así que Esther está en transición.- dije.- Tengo que admitir que es una buena jugada.
- Su magia nos ha fastidiado varias veces. Así que era mejor quitársela de en medio sin necesidad de matarla y que salte a otro cuerpo.- explicó Klaus.- ¿Estás segura de que nadie te buscaré en ese cuerpo?
- Allison ha terminado la universidad y tiene que empezar un máster en un par de meses. Se acaba de mudar aquí, por lo que nadie la conoce y no tiene amigos. Su padre la abandonó cuando era pequeña y ella y su madre no tienen buena relación.- aclaré.- Nadie preguntará por ella.
- Bien.- asintió Klaus.- ¿Vamos a buscar a nuestra hija?
Sonreí y él hizo lo mismo. Me levanté y me asomé a la barandilla. El patio estaba lleno de lobos y vampiros.
- Vosotros, lobos, estaís aquí porque quereís libertad, y os prometo que si os quedaís seréis libre.- les decía Hayley a los lobos.- Pero necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir.
- Nosotros estamos dispuestos a enfrentarnos a las brujas con vosotros.- dijo Marcel.- A cambio, lo único que queremos es una promesa. Que habrá paz entre nuestros bandos tras la boda.
- Tú eres quien se ha pasado los últimos cien años matándonos y maldiciéndonos.-le recordó uno de los lobos.
- Lo que significa que quizás quieras escuchar lo que tengo que decir.- respondió Marcel.
- Veo que estais negociando una tregua entre perros y parásitos.- dijo Finn bajando las escaleras.- ¿Cuánto creeís que va a durar? ¿Un mes? ¿Un día? Lo que parece que aún no entendeís es que lo único que puede existir entre vuestras dos especies degeneradas es odio, guerra y muerte.
Intenté acercarme a él, pero Kol me detuvo.
Finn sopló entre sus dedos antes de tocar la entrada del complejo. Todo tembló unos instantes antes de que él sonriera.
Gia se acercó a él, pero su piel ardió cuando intentó salir.
- Pero imagino que con un poco de tiempo confinados juntos, vereís las cosas como yo.- finalizó Finn antes de irse.
