Quarto.

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—Creo que realmente me gusta

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Creo que realmente me gusta.

¿Sí?

Es un verdadero sí, Maya. Cuando hace esa mueca con su boca cada que se concentra y la manera en que suele iluminar la habitación cuando aparece, sus ojos, su sonrisa y como malditamente brilla cuando intenta hacer que todo el mundo se sienta cómodo. —Suspiró y abrazó sus rodillas, negándose a mirar los ojos de su amiga.

Entonces nunca hubo una sorpresa, nunca hubo realmente una estúpida pregunta sobre "¿Entonces te gustan las chicas o solo es ella?" , solo hubo comprensión y abrazos de por medio, un buen consejo y una taza caliente de té para calmar las suaves lágrimas que se habían derramado sobre las mejillas de ella y que Maya limpiaba con constancia.

¿Crees que... sienta lo mismo que yo? Desde luego esa sí fue una pregunta que la hizo pensar.

Ambas eran sus amigas ¿No podía tomar partido por ninguna, cierto? No respuestas de consuelo, no abrazos mentirosos, ni frases calmantes para mantener la amistad y sí, Maya estaba dispuesta a seguir todo esto con tal de no perder una valiosa amistad, miró a su amiga frente a ella y le dedicó una suave sonrisa que logró calmar la dolorosa curiosidad que la embargaba.

Yo no estoy segura de ello, no quiero darte falsas esperanzas, pero la conocemos, sabes que a ella no le importaría enamorarse de una chica y... no lo sé. Esconde tan bien sus sentimientos cuando quiere, pero nunca lo averiguarás si no se lo preguntas ¿no?

—¿Listo para nuestro cuestionario existencial, Finnie? Maya realmente tiene preguntas que te harán dudar de ti mismo

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—¿Listo para nuestro cuestionario existencial, Finnie? Maya realmente tiene preguntas que te harán dudar de ti mismo.

—Puedes apostarlo. —Respondió Finn con un tono juguetón. Ni siquiera sabía cómo habían llegado a ese punto de conversación, pero ahí estaban, sentados en una especie de círculo, a punto de conversar temas triviales.

—Genial. —Maya sacó un pequeño papel y preguntó—. ¿Cuál es tu modo de ver las cosas: Blanco, negro o gris? Y por qué.

—Es gris. —Respondió con seguridad—. ¿Qué no todos las vemos así? Ver las cosas de un color o drásticamente de otro nos hace definitivamente ser radicales y nunca es bueno serlo ¿no? A veces no todo es malo o bueno, a veces es solo paz y la paz no tiene ninguno de esos colores.

Initium: Los líos de Finn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora