Hay damas vestidas de negro para mi dolor y con mi dolor desechado a mi soplo, latiendo siendo lucero en la media marea o aclarando con linterna los hijos perdidos de la arena, agazapadas como fetos de arañas incrustadas en el lado más interno de mi nuca, las damas de negro insurgen del más apocalíptico sufrimiento, de la más desmentida verdad al rozar el agujero llano de mi pecho, aspiran el único calor que doy con mi corazón apenas pudiendo nunca latir, a mí que siempre tuve que aprender solo a tocar el agua, a como se hace para comer, beber y llanamente soñar y a mí que nadie me enseñó a llorar, a exprimir oscuramente el seno que contenían mis lágrimas y a mí que nadie me enseñó las grandes damas adheridas a la cortina primorosa de mi respiración con babas cristalinas y velos gravitatorios de sangre, mi sangre, la mía sola, la que yo procuré extasiar de alimento y ahora vienen, con largas melenas de fuego a beberla sinfín, a beberla de mi, luego de haber desterrado al rey que yace río abajo, rey sonriente pero está muerto, desvanecido, mojado hasta la más reseca punta del cabello y cuándo se encuentra muerto, muerto estará por más gestos que pudiese dar vivo y las absortas, las trágicas damas han asesinado al que va caudalosamente río abajo y yo me quedo cómo un rehén en mi desesperación, con mi locura abriéndose en mi frente cómo orificio rústico, en perpetua posesión de unos risueños verdosamente intangibles.
ESTÁS LEYENDO
La Interpretación Cautiva. | Poemario. ©️ ✔
Poesía¿Interpretación y Poesía? Dos vertientes que se compaginan entre ellas hasta sus inmensidades, dos líneas que cruzan el pensamiento y sus inconscientes senderos. Cada una alimenta la cuenca de la inspiración desde puntos distintos, desde raíces que...