No lo he visto más, se ha esfumado
tras la botella partida, aún mis cabellos
juegan a no tocarse, puntas sin rozarse
cómo el suspiro desde la lejanía.
Y tras el nogal se oyen; las risas cercanas,
incrustadas en su corteza, riendo y riendo.
¡Dejen ya de reírse! Que tiznado anda el
paladar, y ya en violines de cámara; se ven los
leones en la lluvia, los corderos en bosques
perdidos y los lobos detrás de las nubes.
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La Interpretación Cautiva. | Poemario. ©️ ✔
Thơ ca¿Interpretación y Poesía? Dos vertientes que se compaginan entre ellas hasta sus inmensidades, dos líneas que cruzan el pensamiento y sus inconscientes senderos. Cada una alimenta la cuenca de la inspiración desde puntos distintos, desde raíces que...