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•33 ~lewis sharpy~

¡Gracias por las 24.500 leídas y 1.700 estrellitas! son lo más lindo, los amo💕

Acomodé el vestidito de Tiana una última vez ya que no paraba de moverse, y sonreí mientras la tomaba en mis brazos.

-Mira que bonita estas -sonreí frente al espejo, mientras la pequeña reía apoyaba sus manitas en mis mejillas- Tu mami te ama, ¿lo sabes, verdad?

La niña rió mientras sonidos inentendibles salían de su boquita, haciendo que soltara una risa. Tomé su pañalera de nuestra cama y me la coloqué al hombro, mientras sujetaba a Tiana contra mi cuerpo.

Salí de la habitación y me dirigí hacia el salón, donde revise que todo estuviera en su lugar, para luego salir de la casa y cerrar con llave.

Caminé unos metros hacia la casa de la vecina, que solía cuidar a la pequeña Tiana cuando yo debía salir por alguna razón, a la cual le tenía una gran confianza pues era como la hermana de mi madre, que en paz descanse.

-¡Grace! ¡Tiana! -exclamó la dulce mujer con una sonrisa al abrir la puerta. La pequeña en mis brazos rió y estiró sus brazos hacia Vivian, quien soltó una risa ante el gesto de Tiana- Yo también te extrañé, preciosa.

-Buenos días, Viv -dije con una sonrisa, besando la mejilla de la mujer. Le entregué a Tiana, pues en cualquier momento saltaba de mis brazos, y la recibió extasiada- Comió hace un rato, así que más que seguro que se vaya a quedar dormida en cualquier momento.

-En ese caso, jugará con Jacob cuando se despierte -sonrió Vivian, refiriéndose a su hijo más pequeño, quien amaba jugar con mi pequeña- Vamos a dejarte descansar, ¿a que si bebita?

-En su pañalera está su leche, sus pañales, unos cambios de ropa y sus baberos -dije dejando la pañalera junto a la puerta- Ah, y sus chupetes, pero intenta no dárselos mucho, que no quiero que se acostumbre a usarlos.

-Por supuesto, mi niña -asintió Vivian- Ve, diviertete, nosotras vamos a estar bien.

-Esta bien, llámame si necesitan algo -dije cerrando la puerta- ¡Deje dinero en el bolso por si acaso!

Cerré la puerta con una pequeña risa, mientras oía a Vivían maldecir del otro lado. No le gustaba que le dejara dinero pues decía que amaba cuidar a Tiana, ya que era como su nieta, y no lo hacía por el dinero. Pero nunca está de más en caso de que deban salir o algo así.

Marqué el número de mi mejor amiga en mi móvil, pues habíamos quedado de salir a comer algo con unos amigos, plan que había venido cancelando pues detestaba dejar a la pequeña sola.

-¡Sube preciosa! -exclamó mi mejor amiga, Riley, desde su auto descapotable, frenando justo frente a mi. Solté una risa mientras subía al auto, al ver a mi mejor amiga mover su cabeza de un lado al otro al ritmo de la música, casi haciendo que sus lentes de sol salieran volando- Malditos, si los llego a perder otra vez, mamá me mata.

Unos minutos más tarde, ya nos encontrábamos en Burguer King, donde habíamos quedado con los demás.

-¿Los esperamos o vamos a ordenar? -pregunté a Riley mientras sentía mi estómago gruñir, pues no había llegado a comer nada por bañar, preparar y darle de comer a Tiana.

-¿Volviste a salir sin desayunar? -preguntó ella colocando sus anteojos en su cabeza. Al recibir mi respuesta negativa, negó con la cabeza- Toma, ve y pidete un café y un muffin al menos en lo que llegan.

-Sabes que puedo pagar mi propia comida -frunci el ceño viendo el dinero que mi amiga me había dado, depositado en mi palma.

-Y sabes que prefiero que gastes ese dinero en mi sobrina -dijo tomando mi mano con una sonrisa- Además, no me cuesta nada.