•35 ~avarxeee~

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Pedido de: michivampiro-3- ! ¡Espero que te guste! <3

¡Parte 2/? del maratón!

Abroché el botón de mis jeans y observé mi outfit completo en el espejo. Vestía unos jeans mom, de esos que no son ajustados al cuerpo, un top sin mangas y mis vans blancas usuales.

Me dirigí a mi cómoda y tome mi celular de esta, verificando si había recibido algún mensaje de mi novia, Ava.

-¿Cielo? -contesté la llamada que justo había entrado de Ava.

-Amor, estoy en tu puerta -dijo ella a través de la línea- Oye, tienes que regar tus cactus.

-Ya salgo -le avisé mientras salía de mi habitación- Y llevo agua para regarlos.

Abrí la puerta con una sonrisa una vez llené un vaso con agua para mis cactus, observando a la mujer más hermosa que jamás había visto. Sueno empalagosa, pero es que si pudieran verla, ustedes dirían lo mismo, creanme.

-Cada día más hermosa -sonrió ella apoyada sobre el marco de la puerta- Que suerte tengo de que seas mía.

-Cierra la boca, haces que me sonroje -frunci el ceño con una pequeña sonrisa, sintiendo mis mejillas calentarse- Hola a ti también.

-Buenas tarde mi amor -dijo suavemente, acercándose a mi y dejando un beso en mis labios- ¿Te pusiste el bálsamo labial de fresa, verdad? Amo ese bálsamo.

-¿Tu que crees? -sonreí mientras pasaba por su lado dirigiéndome hacia los estantes de madera que Ava me había ayudado a ensamblar, donde tenía todas mis pequeñas macetas con cactus en ellos- ¿Como están mis pequeños? Tan bonitos como siempre.

-Siguen vivos gracias a mí -dijo Ava detrás de mi, con una sonrisa ganadora- Me deben amar esas plantitas.

-Cactus, son cactus -negué con una sonrisa, regando uno de los cactus- Y la que los riega aquí soy yo, tu solo te pinchas con ellos.

-Bueno, eso es un pequeño detalle -le restó importancia con un gesto de la mano- Pero yo se que me aman.

-Claro que si mi amor -reí terminando de regar el ultimo cactus, la verdad es que no tengo tantos como me gustaría porque acabo matandolos por regarlos demasiado. Lo se, verdaderamente tonto- Bien, ya acabé, podemos irnos.

-¿Vamos caminando? -preguntó Ava caminando junto a mí por el camino de piedras que nos guiaba a la salida- El nuevo centro comercial no está tan lejos, creo que son tres bloques.

-Seguro -me encogí de hombros mientras abría la pequeña reja de la salida, que apenas me llegaba a las rodillas- Entonces, ¿iremos a lo de Blake esta noche?

-No lo se, creía que miraríamos unas películas en mi casa -se giró para mirarme y le devolví la mirada confundida- ¿Lo olvidaste?

-No, no es que lo haya olvidado -negué mientras pateaba una pequeña piedrita en el camino- Es que nunca me lo dijiste.

-¡Si te- Oh espera, se lo dije al cactus de la flor rosa -dijo avergonzada- mientras se rascaba la nuca, haciendo que soltara una carcajada- ¡No te rias! Es tu culpa que ahora le hable a las plantas, yo era normal antes de conocerte.

-Podría decir lo mismo -reí mientras entrelazaba mis dedos con los suyos. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras soltaba un suspiro- En verdad no me arrepiento de conocerte.

-Ni yo de conocerte a tí -dijo apoyando su cabeza en la mía y acariciando mi mano con su pulgar- ¡Diablos! En verdad tuve suerte.

Reí seguida de Ava, mientras caminabamos por el segundo bloque hasta el centro comercial.

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