Proyectil (Chanhun)

Capítulo 2

La habitación solo tenía un maldito foco. ¿Cómo llegó hasta allí? Sí, lo habían detenido en medio de la calle y sin mediar palabras. Estaba en el cuarto de interrogatorios de una "comisaría", aunque tenía sus dudas. Las cárceles clandestinas eran muy comunes en esa ciudad y él no era ningún cura u hombre de buena fe como para no saberlo.

Llevaba media hora observando el lugar. Sabía que detrás de una de las paredes lo estaban vigilando, por eso no se movía. Sin embargo, si no lo dejaban salir... descuartizaría a quien pasara primero por la única puerta que había. No era bueno conteniendo la ira.

La puerta se abrió lentamente pero él no le prestó atención. Estaba concentrado en la pared/vidrio que estaba frente a él, quería intimidar a sus carceleros.

- ¿Park Chanyeol?

- Sí. - contestó sin mirar. Nadie se acercó. - ¿Por qué estoy aquí John? - se volteó, despacio.

- Algo importante ha sucedido.

- ¿Sabes lo que significa "retiro"? Estoy retirado.

- No es así, te retiraron.

- Oh, gracias por recordarmelo. ¿Eso es todo? ¿Me puedo ir?

- No, necesitamos que cumplas una misión.

- No.

- No es ninguna tontería. Vengo a negociar.

- No parece. - Levantó tres dedos. - Estoy secuestrado, desarmado y ellos - apuntó a los guardias- tienen miedo y, lo peor, están armados. Son más peligrosos que tú y yo, incluso para ellos mismos.

- Es obvio que tienen miedo. No han dejado este lugar en días. - se sentó frente a Chanyeol y abrió un maletín.- La muerte, como el viento, les sopla en la nuca.

- Explícate. - Miró a los tipos y luego a John.

- Están condenados. Pertenecían a un equipo de investigación que fue exterminado... creo que ese es el término adecuado.

- ¿Y?- dijo cinicamente - Están vivos. ¿Qué importa?

- Siempre tan realista.

- Claro.

- Sus compañeros fueron asesinados hace dos semanas, un mes después del incidente.

- ¿Qué incidente? No me mires así, es curiosidad.

- Tenían una misión. Capturar o, de ser necesario, matar a un sicario. Todos murieron. Bueno... uno de ellos escapó y fue hospitalizado.

- ¿Un testigo? El asesino debe ser un principiante...

- El resto del equipo fue a interrogarlo...

- Sí, era una lata de atún. Solo importaba lo de adentro, lo demás se tira.

- Pero no despertó.

- Oh... Mis condolencias. - tiró al aire.

- Era la carnada, cuando cumplió su objetivo, le dieron un tiro en la sien. Los que fueron a verlo: amigos, familiares y otros soldados, fueron asesinados.

- ¿Un mes después?

- Seguramente quería que se descuidaran, muerto el único testigo... nadie iría por ellos. Pero diez hombres fueron asesinados y, ellos se salvaron por que estaban en reuniones u otras cosas.

- Suertudos.

- Eso no quiere decir que no volverá.

- Tu jefe tiene miedo.