Capítulo 10

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Las gotas de saliva escapaban de los labios de Sehun lubricando el pene de Chanyeol. Desnudos y revolcándose en el placer, así estaban. Hace tiempo habían olvidado el exterior para concentrarse en algo más. La pobre cama se sacudió, el guardaespaldas había perdido la paciencia.

- Necesito entrar.- abrió las piernas y apuntó a su objetivo.

- ¡Mmmg! ¡Ah! ¡Ah!- sus carnes comenzaron a expandirse para recibir al invitado- ¡Oh! Es tan grande... ¡Ah!

- Todo tuyo.- golpeó con fuerza en el interior del joven- Voy a tomar todo lo que quiera, me diste permiso.

Colocó las piernas del joven sobre sus hombros y atacó el interior con estocadas regulares y fuertes. Sehun gemía sin control y apretaba el pene de Chanyeol; le encantó esa nueva experiencia de placer. Gritaba y maldecía a su gusto. El dolor de su primera vez se mezclaba a la perfección con el calor de las penetraciones. Las nalgadas y chupones lo encendían aún más. El soldado era ideal para complacer a alguien como él; tenía que ser suyo, sería suyo.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Argg! ¡Sí! Más, quiero más.

- Dios, estás increíblemente apretado. ¡Arg! ¡Arg!

- ¡Más fuerte! ¡Más fuerte!

- Eres tan caliente.- arremetió contra el delicado cuerpo - Demonios... va a matarme. ¡Arg!

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Mmg! No, no salgas.

- Vamos a cambiar un poco las reglas de juego.- subió a Sehun sobre él - Quiero que me montes pequeño.

- Encantado. - se acomodó en el regazo de Chanyeol y se dejó atravesar por su fierro candente - Me gustan los desafíos.

- ¿Desafíos? Ya veo...

- Juguemos un poco.- se mordió el labio inferior- Voy a disfrutar de esto como nunca. - Levantó lentamente sus caderas y se dejó caer, los suspiros de Chanyeol no tardaron en llegar.

- Voy a follarte tan duro.

- Yo no vivo de promesas... ¡Ah! - su interior fue sacudido.

- Voy a follarte, dije.

Lo sentía tan internamente. El frío del suelo en sus pezones y Chanyeol corriendose por tercera vez en su interior eran cosas con las que jamás había soñado. Ya no era consciente de lo que sucedía a su alrededor. Sus caderas estaban débiles, casi adormecidas. Cómo sería más adelante.

Sintió cómo lo levantaban y lo arrojaban sobre la cama. Cubrió su boca para no reírse, se sentía tan bien, tan vivo.

- ¿Cansado pequeñín?- dijo Chanyeol mientras se inclinaba sobre él.

- Si te digo que sí, ¿qué puntaje obtengo?

- ¿Qué? Bueno, excelente... - lo besó con fuerza.

- Entonces, nada mal para un virgen...- pudo sentir el momento exacto en el que el soldado dejó de besar su cuerpo.

- ¿Cómo?

- Te dije que nunca había visto ni conocido a nadie, en pocas palabras, virgen. Yo era virgen.

- ¿Cómo?

- ¿No me digas que ahora no te gusto? ¿Eres de esos idiotas que le gustan los niños?

- No, yo... pensé.

- Pensaste...

- Que por la forma en la que hablabas...

- ¡Oh! ¿Parezco mayor?

Proyectil (Chanhun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora