- ¿No vas a comer, Chanie?- este último lo observó - Si no lo haces no te daré el postre.- sonrió.
- ¿Dónde estabas? ¿Por qué volviste ahora?
- Estaba buscándote y... por te quiero, no, te amo.
- ¿Cómo entraste?
- Conseguí tu llave... se la saque al guardia, pero fue a escondidas no le hice nada.- sonrió.
- Que bueno porque no quiero mudarme.
- Yo tampoco, es un lindo lugar.
Chanyeol simplemente no lo entendía, Sehun se veía igual... como cuando lo conoció. ¿Qué esperaba? ¿Qué volviera herido y manchado con sangre? Se concentró en ese par de ojos que lo volvían loco y lentamente bajó... Era hermoso.
- ¿Te gusta como me veo? Porque puedo sacarmelo todo...
Volvió su mirada al rostro y vio un aire desafiante, ansioso... Sehun estaba al borde. Un pensamiento atravesó su mente y se instaló en su cuerpo. Chanyeol, frente a él, comenzó a acariciar su pene; dos podían jugar el mismo juego, pero él ganaría esta vez.
Sehun se revolvió incómodo desde el otro lado de la mesa, quería ver. Sentía que lo estaban dejando afuera. Quería ser atendido. Hizo un pequeño puchero mientras escuchaba los gemidos de su amante.
- Chanie...
- No.
¿Lo estaba castigando? No, se estaba masturbando con su imagen y no lo dejaba participar. Sintió caliente. Cerró las piernas y comenzó a tocarse los pezones. Él también lo utilizaría. La imagen de Chanyeol desnudo y follandoselo en la cama del motel llegó hasta su presente. Los toques no eran suficientes, la silla era incómoda... con un movimiento torpe se levantó, corrió hacia la habitación y aseguró la puerta, le importaba muy poco que no fuera su cuarto.
Se acostó, se desnudó completamente y llevó sus dedos hasta su entrada. Uno, dos, tres dedos y no conseguía sentirse bien. Estaba erecto e insatisfecho.
Desde el comedor, Chanyeol lo veía todo. La cámara de vigilancia de su habitación le estaba dando el mejor de los espectáculos. Los suspiros y quejidos de su pequeño explotaban el parlante de su celular. Sin embargo, la pequeña pantalla no le hacía justicia al cuerpo de Sehun. Quería tocar esa piel, hundirse en ella y olerla hasta llegar. Su mano bajaba y subía; no pensaba correr detrás de Sehun. Esta vez el que caería no seria él. No se dejaría llevar tan fácilmente, soportaría la tortura de tenerlo en su cama aunque le explotaran las venas.
Revolviendose entre las sábanas; así estaba el más joven. Los toques de sus dedos no lograban nada, necesitaba algo más fuerte, más grande. Con su mano izquierda comenzó a masturbarse, aspiró el aroma de Chanyeol y continuó con los masajes. Estaba tan mojado pero no podía terminar, lo necesitaba. Soltó su cuerpo, hizo un puchero y salió al pasillo.
- Chanie... - ningún sonido- Chanie, ven. Te necesito... - cuando estuvo a punto de dirigirse al comedor, una sombra que conocía perfectamente se encaminó hacia él.
Chanyeol lo siguió hasta el cuarto y cerró la puerta. El calor había aumentado y, ahora, su aroma se mezclaba con el dulce y adictivo perfume de Sehun. Su plan aún no había concluido, lo empujaría hasta las últimas consecuencias. Esquivó las sigilosas caricias del más joven y se aventuró entre esas cuatro paredes. Podía sentir la mirada de su pequeño, sabía que estaba ansioso y le gustaba ser el causante de ese cambio.
- Chanie...
- No voy a tocarte... - se auto convencía.
- ¿Qué?
- Quiero respuestas.
- ...
- Si no vas a darme ninguna... No voy a tocarte.
- Eso no es justo.
- Claro que lo es.
- No lo es.
- Tú no me dijiste nada, desapareciste y eso sí fue injusto.- lo miró fijamente.
- Eso... puedo explicarlo. - Chanyeol cerró su bragueta.
- Bien, escucho.- Sehun se mordió el labio inferior y se colocó una camisa.
- Puedo...
- No.
- No sabías lo que estaba por decir.
- ¿Querías sentarte en mi regazo?
- ...
- Eso pensé.
- Estaba arreglando algunas cosas.- frunció el ceño. Estaba más que claro que no le gustaba dar explicaciones, pero a Chanyeol eso le importaba muy poco.
- ¿Qué cosas? ¿Dónde estabas?
- Eres un pesado.
- ... - se cruzó de brazos.
- Debí golpearte y...
- Veo que no quieres contarme. - se levantó.
- ¡No! ¡Estaba desaciendome de los testigos! Y amenacé a algunas personas... - fue bajando la voz.
- ¿Amenazar?
- ¡Bien! ¡Los maté! Contento.
- ¿Y lo de la comisaría?
- Fue un accidente...
- ...
- Me enojé, no estabas y me dijeron que no podía verte; no me gusta que me nieguen las cosas.
- Eres un mal criado. ¿Cómo estuviste tanto tiempo encerrado?
- No tienes idea ...
- Bien, cuéntame.
- Muchas veces cometía atrocidades dentro de casa.
- Ya veo.
- ¿No me temes Chanie?
- No.
- ¿Por qué?
- Aún no me haz disparado o algo peor.
- Creo he hecho algo mucho peor.
- Yo también lo creo.
Sehun sonrió y se acercó peligrosamente a él.
- ¿Me amas Chanie?
- Sí.

ESTÁS LEYENDO
Proyectil (Chanhun)
RandomPark Chanyeol, ex-soldado, vivió y cometió los peores crímenes que pudieron haber cruzado por la mente humana. Luego de dos años de inactividad es arrancado del pozo del retiro para atrapar a un asesino que no tiene nombre y, mucho menos, rostro. De...