El Fin De Una Historia

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Hace 2 meses que Farid vive conmigo, desde que regresamos del viaje de la Riviera Maya planeamos juntarnos, y aquí estamos conviviendo como si ya fuéramos esposos, pero aún sin un papel.

Y sólo nos hemos peleado una vez, porque él tiene unas costumbres y forma de vivir muy diferentes a las mías, lo cual entiendo pues vivió mucho tiempo como hombre soltero. Está poniendo de su parte y sé que le cuesta un poco de trabajo desacostumbrarse de ciertos comportamientos que hacía cuando estaba solo, y me encanta que haga eso por mí. Lo amo tanto

No he dejado de pensar en ese momento cuando me pidió matrimonio y después de bailar, comimos y todos en el lugar estuvieron pendientes de que nada nos faltara. En el avión seguía embobada viendo mi anillo, es hermoso pues es de Oro con un corazón en la parte de arriba que tiene incrustaciones de diamantes, no es el valor del anillo lo que me gusta, es el cómo Farid me lo entregó y preparó todo para mí.

Queremos casarnos por la iglesia, hacer una fiesta grande en dónde invitemos a nuestros amigos, familiares y gente que queremos. Bailar, reír, y vivir esa noche como la pareja feliz que somos así que ya estamos haciendo los preparativos, pensando a cuánta gente hacerles la cordial invitación, en qué lugar, que iglesia, que cenar, que canción bailar y demás.

Contratamos a una Wedding Planner para que nos ayudara en ver el salón dónde sería la fiesta post ceremonia de boda, que nos diera ideas de como adornar la iglesia y el salón. Ella es muy buena haciendo su trabajo, ya nos dio una lista de muchas cosas que podemos hacer. Fiesta temática, fiesta clásica, adornos de colores brillantes, colores sobrios... Eso ya lo veremos Farid y yo conforme el tiempo pase.

Ahora lo que me preocupa no es el evento en sí, es otra cuestión y es que Raúl no quiere firmar el divorcio, hace meses se lo vengo pidiendo. He hablado con él de la mejor manera posible, amable, atenta y en otras ocasiones dura, enojada; pero nada da resultado y ya no sé qué hacer para lograrlo. Hoy será la última vez que le pida esto y si no accede ya veré qué hago, pero no me gusta verlo porque siempre sale con lo mismo "¿Por qué lo hiciste Erin?" "te amo" "Regresa conmigo" "podemos intentarlo" y demás cuestiones... Él cree que quiero estar nuevamente a su lado y la verdad es que no. Farid se ha ganado un lugar en mi corazón, en el caos de mi vida instalo sus costumbres y sus caricias, poco a poco fue quitando esas telarañas que tenía, esas migajas de cariño que recibía para convertirlo en amor, cuatro letras que hace mucho no conocía su sentir y hoy gracias a su trato he vuelto a vivir la vida con alegría.

Le mandé un mensaje de WhatsApp a Raúl para ponernos de acuerdo, vernos en un punto medio para de una vez por todas él firme el divorcio. Farid ya sabe que lo veré, necesito verlo así que él no tiene problema alguno, sabe que no le fallaría, a él no.

Así que me veo con Raúl en un café, no quería que fuera en mi casa ni en el lugar dónde ahorita él esté viviendo ya que la última vez que estuvimos en mi casa empezó a decirme que esa casa era suya, que Farid no tenía derecho de vivir ahí y mil cosas más hirientes las cuales nos desviaron del tema principal.

- Raúl, necesito por favor que firmes ya el divorcio, acabemos bien tú y yo sin peleas por favor. - saco los papeles, una pluma y los pongo en la mesa.

- Ay Erin, no quiero dejarte en serio. ¿Te confieso algo? La única verdad por la cual aún no firmo esto es porque quiero seguirte viendo, y si el pretexto para eso es no firmar, así lo haré. Aparte veo tus manos y ese anillo me dice que ya estás comprometida. ¿Tan rápido das vuelta a la página después de más de ocho años?

- ¿Qué es lo que quieres Raúl? Pasamos muchos momentos juntos, momentos de verdad hermosos que se quedarán en mi corazón y eso te lo juro, pero también momentos feos, y te dije el motivo por el cuál hice lo que hice con Farid mientras estaba contigo.

- Sí... - dijo mientras veía el mantel de la mesa

- Necesitaba sentirme querida, amada, mujer. ¿Qué hacías tú al llegar a casa después del trabajo? Prender la tele y no platicar conmigo, me dabas un beso en los labios sí, pero un beso normal sin amor. ¿Fui sexualmente satisfecha contigo? Conoces la repuesta, siempre preocupado por tu placer, terminabas y yo me quedaba ahí sin sentir lo que sentí después con Farid.

- Tú sabes que traté de cumplir tu fantasía, ya no ser el mismo aburrido que siempre me decías.

-Si Raúl, pero ya era muy tarde ya estaba empezando a enamorarme. - suspiré- Fueron años pidiéndote y no solo eso, más cosas. Me molesta esto, aquello, hagamos esto, salgamos a tal lado, viajemos aquí, probemos tal cosa y como tú eres alguien cuadrado que no sale de la rutina me decías que no y tú no eras así, yo no me enamoré de ti por esa razón, eras alguien extrovertido, risueño, bromista, divertido, espontáneo y después de casarnos cambiaste sin motivo.

- ¿Y por eso en lugar de hablarlo preferiste ser infiel?

- Estaba en un momento de confusión, fue como un rompecabezas dónde él tenía la pieza que me faltaba. Te pedí perdón, me sentí muy mal, tú no sabes cómo sufrí sólo Liliana lo sabe, pero en serio fue el peor momento de mi vida. Me sentía la peor mujer de la tierra, le dejé de hablar a todos en mi vida pero después puse en la balanza mis sentimientos por los dos y bueno ahora ya conoces la respuesta.

Vi que Raúl estaba con la cabeza abajo, y noté que se limpió las lágrimas con una de sus manos.

- Está bien Erin, ahora entiendo todo y el culpable siempre fui yo, tú tenías y tienes justificación para todo. Ya nada de lo que diga va a servir, tienes un anillo de compromiso en la mano, lo cual me deja para siempre fuera de tu vida.

- Las cosas no son así Raúl, podemos acabar bien, también yo cometí errores en nuestro matrimonio.

- No puedo acabar bien con alguien que me destrozó, te amo y siempre te amaré Erin pero no puedo estar bien al pensar por cuánto tiempo me viste la cara y todavía me tocabas después de tocarlo a él. Pásame la pluma por favor.

Esas palabras movieron algo dentro de mí, algo que sentí esa noche cuando se descubrió mi infidelidad, pensé que ya lo había superado, pero tocó una fibra sensible en mí y me hizo decaer un poco.

Raúl firmó el divorcio por fin, dejó la pluma y los papeles en la mesa; se paró, me dijo adiós y se fue. Y yo por fin tenía el camino libre para casarme con el amor de mi vida. 

Peligrosa Falsedad (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora