Bajo Las Estrellas

Capítulo 4

El lugar me parecía muy conocido y con razón porque la Sra. Thomes me ha traído al restaurante lujoso donde trabaja. Aunque se hable mucho sobre este lugar, nunca me interesé por venir. Además, no es que viviéramos mal económicamente pero no alcanzaba para una cena en un lugar así.

-Wow- digo impresionada bajando del auto, mirando detenidamente hacia todos lados- Nunca pensé que me traerías al famoso "Treasure"

-Te quería sorprender y creo que he cumplido mi objetivo- sonaba alegre.

Nos adentramos al deslumbrante sitio, sentándonos de inmediato en una mesa reservada para dos. Todo estaba formalmente adornado. Lo que más llamó mi atención fueron las luminosas y clásicas lámparas doradas que colgaban del techo sobre cada una de las mesas, dándoles un toque romántico.

Comimos silenciosamente, disfrutando cada bocado, hasta que rompo el el silencio.

-¿Cómo es posible que cenemos lo mejor del menú del restaurante?

-No te preocupes por eso- se toma un segundo para seguir hablando- Contactos, hija, contactos- esta mujer andaba extraña y.....¿contactos?¿Qué clase de contactos?

-¿A caso uno de esos contactos- empiezo con el interrogatorio, tratando de sacarle más información a mamá- es el motivo por el cuál estabas tan feliz esta mañana?- casi escupe su limonada.

-Puede ser- me lanza una mirada divertida.

-¿Ah si?¿Y cuándo usted piensa contarme sobre eso?- no pude evitar preguntarle.

-Pronto- dijo poniendo fin a la corta pero interesante charla.

Miro a mamá confundida cuando me doy cuenta de que nos vamos y ni siquiera pagó la cuenta. Hago caso omiso pero sé que se quedará un rato rondando en mi cabeza lo que acaba de pasar.

Cuando vamos saliendo siento que alguien bruscamente choca mi hombro, aunque esta vez no caigo al suelo.

Doy gracias a eso porque si no, me moriría de la vergüenza.

Cuando me giro, nuestros ojos se encuentran causando que la deliciosa cena se revolviera en mi estómago. Después de un breve tiempo mirándonos, él gira para seguir su camino.

-¿Huyendo de nuevo?- mis palabras salieron solas.

¿Por qué querría hablar con él?

-¡Ja!¿por qué huiría de una enana como tú?- susurró, cruzando sus brazos.

Enana.....Enana.....Enana

Sus palabras no me ofenden. Soy consciente de que al lado de él lo soy. Lo que en realidad me molesta es que haya salido de su boca con tanto desprecio.

¿Quién se cree?

-¿Enana?¿Quién te crees que eres?¿Armie Hammer?

-Eres graciosa ¿sabías?- pongo los ojos en blanco- Espero no volver a chocar contigo, enana- espetó saliendo una leve sonrisa de sus finos labios.

-Lo mismo digo- tratando de mantener la calma, me volteo y veo que mamá no se había enterado de nada, por suerte, se quedó hablando con nuestra vecina de al lado, Lydia.

De camino a casa.

-Gracias- la miro, pero ella no a mi ya que va con la vista fija en la carretera- Fue una noche maravillosa (excepto por el idiota)- Ella sonríe para después añadir:

-Te lo mereces, mi cielo.

En casa.

Fui directo a mi habitación. Ya ésta ropa molestaba. Tomé una ducha rápida y me puse mi refrescante pijama, un simple short de juego con una camiseta de mi banda favorita.

-Buenas noches- dice mamá desde la puerta.

-Buenas noches.

Vueltas y más vueltas daba por toda la cama tratando de conciliar el sueño. Su rostro venía a mi cara una y otra vez atormentándome.

Esto ya era el colmo. No me molestaba solo en persona, sino también en mis pensamientos.

Idiota.....idiota

Mi mente se traslada a aquella escena en el restaurante, recordando cada uno de sus rasgos. Esos ojos color café que tanto me llaman la atención, su pelo desgreñado que le queda de maravilla y ni hablar de su estatura. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo al asociarlo con Andrew. Tenían un pequeño parecido. Todas las noches pienso en él ¿que estará haciendo?¿Está bien?Busqué su nombre en todas las redes sociales y no encontré rastro de él en ninguna. Hace tiempo que debí superarlo pero se me hace muy difícil.

Pensando en mi amor de infancia, caí rendida profundamente.