Con apenas 8 años, yo, Amy Thomes, iba después de la escuela cada día con Jane Thomes, mi madre, al parque más cercano a nuestra casa. Se había convertido en un extraño pero feliz hábito para mí.
Tantas fueron las visitas al lugar, que hice una mejor amigo: Andrew Benson. Me parecía un niño muy atractivo, con sus hermosos y brillantes ojos color café. Era mucho más alto que yo a pesar de tener la misma edad. Él iba al parque con su hermano mayor, nunca vi a sus padres.
Ambos nos cogimos mucho cariño y éramos inseparables.¿Típico no?
Mi madre no veía con quién pasaba las mejores tardes, siempre estaba entretenida en su celular.
En una de esas habituales visitas, al que se convirtió mi lugar favorito, veo a Andrew y como de costumbre me emociono, pero noto algo extraño. Esta vez no estaba acompañado de su hermano, sino de una mujer de estatura alta, vestía ropa fina(supuse q sería su madre)En ese instante mi mamá venía a por mí y al ver a aquella presumida mujer, me jala bruscamente del brazo.-Vámonos, hija- mamá nunca había utilizado ese tono de voz. Sonaba muy enojada y le enviaba una tenebrosa mirada a la mamá de mi mejor amigo.
-Pero mamá....- estaba confundida, no entendía para nada lo que estaba sucediendo.
La madre de Andrew tuvo la misma actitud, llevándose a mi amigo. Nuestras miradas tristes se encontraron y sin decirnos adiós, cada uno se fue por su lado.
Enseguida que llegamos a casa, fui directo a mi habitación a llorar porque supe que desde ese dia no volvería a ver a Andrew Benson, mi mejor amigo, quien después de quererlo me sentía un poco confundida porque no sabía si era mi amigo o mi primer amor.
Tuve días difíciles. No quería comer, ni apenas dormir. Caí en una terrible depresión.
Mamá estaba preocupada por mi actitud, pensaba llevarme a un psicólogo, con lo cual no estaba para nada de acuerdo.
-Te extraño, papá- dije entre sollozos. Lo extrañaba. Aún así por habernos dejado, porqué sabe quien, le tenía mucho aprecio, después de todo era mi padre.
Mamá nunca me ha querido contar el motivo de su partida y no me atrevo a preguntarle porque tengo miedo a su reacción y no creo que sea un buen momento.
Ella ha estado muy atormentada desde aquel día que no quiero recordar, enseguida me vengo abajo. No sé que es lo que le pasa pero bebe mucho y eso me preocupa.
-Mamá- le digo con una voz triste y ella apenas puede abrir sus ojos de lo ebria que se encontraba. Me duele mucho verla en ese estado, tirada en el sofá de nuestra confortable casa.
-Sé que me estás escuchando, nada lo impide aunque estés así- continúo al ver que trata de sentarse y la ayudo porque tambalea un poco- Quiero que entiendas que me tienes a mí, no estás sola. No sé la razón por la que estás así, pero espero que algún día puedas explicarme- ella escucha atentamente- Esto de la bebida nos hace daño a las dos. Yo necesito una madre y no hay nadie mejor que tú para estar pendiente de mí- Pequeñas lágrimas ruedan por sus mejillas y las limpio con delicadeza.
-Te amo, mamá. Por favor, deja que las cosas fluyan y sigamos adelante, solo nosotras dos cuidándonos una a la otra.
-Ay, mi niña- enreda un poco las palabras por el exceso de alcohol, pero la entiendo- Te prometo - coge mis mejillas entre sus cálidas manos- Te prometo que algún día te contaré. Solo necesito tiempo.
Me estrechó entre sus brazos, brindándome seguridad. Así, abrazadas, nos quedamos hasta caer rendidas.
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Bajo Las Estrellas
Fiksi RemajaAmy Thomes y Andrew Benson son mejores amigos desde que tenían la edad de 8 años. Varios acontecimientos suceden y su amistad queda destruida, cada uno tomando caminos diferentes. ¿Sería solo amistad? ¿Por qué la razón de su separación durante la ni...