♡ 01 | El inicio ♡

13.9K 677 6
                                    


1


Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

-Albert Einstein



Me desperté de golpe, 7 am.

 Aun me sentía aturdida por el sueño, el día anterior habíamos llegado a la nueva casa y no me había dado tiempo de acomodar las cajas.

-Kate levántate, ya es tarde- grito mi mamá del otro lado de la puerta. - no llegaras a tiempo-

-En un momento estoy lista- le contesté igualmente gritando, tomé una toalla y entre al baño-

Unos ojos color café aparecieron delante de mí, mi reflejo en el espejo.

Mi cabello alborotado pedía a gritos un cepillo, yo sonreí por mi aspecto.

-Bienvenida al mundo real, Kate- le dije al espejo-

Gire la llave de la ducha y entre a ella. 20 minutos después estaba lista.

Las nuevas rutinas no se me daban tan bien, odiaba ser la nueva y más pues hace dos semanas que ya habían entrado, sabía que me sentiría incomoda.


-Dos días antes-

-Kate, ¿puedes bajar un momento? - pregunto mi madre-

Yo baje las escaleras de dos en dos, mis padres estaban sentados en el sillón frente al televisor, en él se mostraba un programa llamado "arregla tu casa", no sabía que les gustará ese tipo de programas.

- ¿sucede algo? - papá estaba nervioso-

-A tu padre lo ascendieron en su trabajo- sonaba contenta-

-Eso suena genial-dije sonriendo-

-Pero...-dijo papá-

-Pero... ¿qué?-conteste-

-Nos mudaremos- sonrió mamá- sé que no te gustan los cambios, pero te agradará, es una hermosa casa- me mostró una foto, cada vez que mi madre se ponía nerviosa no paraba de hablar o simplemente hablaba demasiado rápido, este era el caso- y la escuela aún más- tome la foto de la supuesta casa, mientras ella sacaba a la vez otra hoja, un panfleto. La casa no estaba tan mal, parecía sacada de una revista de moda- tiene asombrosas cosas....teatro,ballet, canto, música, De todo- me lo extendió y yo lo tome-

- ¿No es genial? - pregunto papá-

Ambos parecían sostener la respiración ante mi respuesta, y es que no podía dejar todo atrás como si fuera tan fácil, aquí tenía amigos, familiares, lugares que en verdad me hacía recordar muchas cosas.

Tuve que morderme la lengua para no decir unas cuantas palabrotas.

Sabía que aun que yo me negará, ellos harían lo que quisieran, pues al fin de cuentas yo estaba en su tutela y para no gastar mis energías discutiendo solo suspire.

-No es muy justo de su parte que digamos- dije al fin- ustedes no tienen cosas que perder, siempre están viajando de todos modos-

-cielo- comenzó papá-

-Si nos mudamos es para que no suceda lo mismo, ya estaremos más en casa- mi mamá intervino y me miro con una sonrisa y esos ojos color avellana que decían "lo digo en serio". Ella siempre quería tener el control de cualquier conversación-

- ¿Lo prometes? - sonaba más como una pequeña niña que esperaba por sus dulces en vez de una adolescente reformada-

-Claro que sí, cariño- cosa que nunca paso-

Resignada conteste lo que creí que esperaban que dijera -No tengo otra opción- contesté un poco desanimada-

-Lo dices como si fuera un castigo- respondió mi padre-

¿Acaso no lo era?



Cuando estaba más o menos decente, baje corriendo las escaleras, directo a la cocina. Mi desayuno estaba descansando en la mesa y bajo ella estaba una nota.


Te dejamos tu desayuno preparado, hoy no te podremos llevar a la escuela.

Te queremos mucho.

Mamá y Papá ♥


Estaba acostumbrada a eso y más, mi padre trabajaba día y noche y como mi madre era por decirlo así, su mano derecha siempre estaba juntos.

Recuerdo muy bien todos los días que habían hecho eso o algo parecido, déjenme contarles que en mi primer día de Kinder me dejaron encargada con la vecina, ellos tenían una conferencia muy importante, a tal grado que era más importante que el primer día de escuela de su "niñita", yo no quería ir, pero la vecina me obligo, recuerdo muy bien lo que me dijo para que yo aceptará.

-tienes que ir, porque si no vas, tus papás jamás regresaran- dijo sin vacilar ni un poco, yo me asuste demasiado aquel día que ningún día falte y es que como decirle tal cosa a una niña de tan sólo 4 años-

Tanto alboroto para despertarme temprano y tendría que ir caminando a la escuela.

Me senté en la silla y empecé mi desayuno, como no tenía tanta hambre sólo picote un poco.

Si quería llegar a tiempo, tendría que salir ahora.

Como decía el panfleto, un autobús esperaba a unos cuantos pasos de mi casa.

Había una fila un poco larga.

Cuando por fin subí al autobús había sólo un asiento vacío, a lado de un chico, este chico estaba desparramado en su asiento y parte del mío.

No quería molestar a nadie y menos en mi primer día, pero había de dos. Pedirle que se recorriera un poco o irme parada todo el trayecto hasta la escuela.

Opte por lo primero.

Él a regañadientes acepto y yo tomé asiento. Hoy sería un día muy agotador.

-Gracias...- no hubo respuesta- 

El Chico Raro I - LUKEZELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora