Capítulo 8

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Dargüiel observa desde su celda como se aproximan a un planeta mediano con forma ovoide, cerca de él aprecia que en su mayoría es de color verde y cuando atraviesan su atmósfera empieza atisbar pequeñas ciudades no muy concurridas siendo pocos de sus edificios altos,le parece que lo que más se extiende son pequeñas casas con grandes terrenos verdes a su alrededor. Cuando descienden ve que todos se desplazan con pequeñas naves como la de Leopold volando a distintas alturas, aprecia que no hay mucho tráfico en general por todo el planeta menos en algunos puntos como al edificio que se acercan que tiene mucho tráfico,  el edificio es uno grande y de unas cinco alturas y con una enorme explana de aparcamiento a su alrededor, por la conversación con Leopold supone que es "Aduanas" y allí la acumulación de naves los hace incluso parar y esperar su turno para poder descender y aterrizar la nave cuando y donde les indica una máquina flotante que agiliza y ayuda en esa tarea.

Cuando la nave se posa en la superficie del planeta Dargüiel se tensa por lo que mientras se quita los amarres que le mantenían sujeto a su asiento fortifica su aura, una vez suelto se sitúa de pie frente al asiento en el lado contrario de la puerta y mirando hacia ella con una pose de defensa preparado para luchar.

Durante eso Leopold sale por su puerta cogiendo unas esposas que tiene al lado de esta antes de bajar, un felino pardo vestido de uniforme se acerca a él y con un holograma abierto en su mano pregunta:

-¿Algo que declarar?

-Un humano,-responde señalando hacia la puerta trasera de su nave.

-¿Algo más?-Pregunta apuntando datos en su holograma.

-Nada más,-declara negando con su cabeza.

-¿Ha venido alguna vez anterior con otras bestias domesticadas?-Pregunta el encargado sin apartar la mirada del holograma que flota frente a él.

-Sí, conozco el protocolo.-Levanta las esposas indicando:-Pero este humano no está domesticado.

-Si quiere puede llevarlo por "ejemplares peligrosos",-le indica señalando una puerta.

-¿Ejemplares peligrosos?-Pregunta extrañado.- Es solo un humano medio,-indica negando.

-La cola para que le atiendan es mas corta,-explica mostrando una pequeña sonrisa.

-Entonces sí, le llevaré por allí.-Mirando la puerta por la que se encuentra Dargüiel manifiesta jocoso:-Por que guerra me va a dar seguro.

-El primer día que los traéis todo son problemas.-Le entrega una pequeña placa metálica comentando:-Por lo que no se preocupe que aquí ya estamos curados de espanto, hemos visto de todo. -Señala la placa informando:-Su nave será revisada mientras lleva al humano a la consulta, si todo está en orden podrá recogerla a la salida que la trasladaremos cerca de la puerta por donde va a salir usted, con esto le indicarán donde está su nave.-Señala la puerta:-Si el humano no pasa las pruebas necesarias se quedará en las jaulas del sótano hasta que se resuelva o si no tiene solución será ejecutado por el bien de la salud pública.

-Está perfecto, me aseguré,-responde afirmando con la cabeza.

-Es lo que hay que hacer si no luego se llevan disgustos,-declara cerrando el holograma, entonces Leopold le entrega las llaves de su nave para que realicen la inspección y mientras este se engancha las llaves a su cinturón metálico pregunta con una sonrisa:-¿Puedo ver a su humano? Me gustan mucho ¿De qué raza es?

-Es taurano,-responde alegre llevando su mano al anclaje de la puerta para abrirla.

-¡Rubio! Son muy bonitos,- comenta contento y acercándose a la puerta pregunta:- ¿Cree que me dejará que le acaricie?

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