Capítulo 16

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Al día siguiente Dargüiel acompaña a Leopold al sótano donde descubre que más allá de la jaula donde fue encerrado hay una una puerta que da a una pequeña sala y estrecha que lo único que tiene es una madera en horizontal clavada a la pared que es donde se encuentra tumbado Tago todavía claramente borracho, como compensación por pasar tantas horas en ese zulo sin ventanas le regala un puro señalando que será el último, cuando van saliendo Leopold da el día libre a Tago y Dargüiel se queda pensando que ser una mascota es peor que la situación de Tago pues aseguraba que la jaula era mucho más incómoda y torturadora que el calabozo. Por lo demás intentan seguir con sus vidas con normalidad menos Leopold y Tago que tuvieron que ser visto por un médico y guardar días de reposo para recuperarse de las heridas, la idea de planificar alguna huida se diluyó completamente con ese fuerte incidente que les hizo valorar más cosas además de su libertad, como por ejemplo su propia vida, además de lo ocurrido a Dargüiel no se le va de la mente la idea de que a lo mejor algún día pudiera ser libre por derecho y con todo lo que tiene en contra para poder escapar de Leopold y de Carenzo decide por el momento ir haciéndose a la vida de mascota que como suponía no es nada fácil.

Pasan algunas semanas desde el incidente con los Mancoon, la federación a los pocos días se llevó a los supervivientes de la explosión de la mansión acusados por crimen contra la seguridad del universo al intentar obtener información de un general que acababa de regresar de una reunión de nivel intergaláctico con representantes de al menos siete galaxias, los encarcelaron a la vista de juicio teniendo como pena más probable de muerte por la peligrosidad de su atentado, este arresto es llevado en secreto por lo que dentro de Carenzo solo lo saben los altos militares que permiten la entrada a la flota de los federados y el grupo que se vió victima, es decir, Leopold, Tago, Maru y Dargüiel.

El capitán además de tragarse su orgullo, ser humillado a base de lametones y caricias, obedecer en todo para no averiguar como es de duro Leopold en verdad y aprender más gestos de los que le enseñó en principio Tago, tiene que soportar la convivencia con los demás de la casa y cada cual tiene lo suyo. Tago y Maru a pesar de todo lo pasado con Dargüiel en ese ataque lo tratan como al principio y no dudan en "corregirlo" a su manera si no se comporta acorde a su condición de mascota; Niama le grita si pasa mucho tiempo en la puerta de la cocina aunque haya ido a pedir comida y no tarda en lanzar objetos para que se vaya, incluso cuchillos o cualquier cosas que tenga a mano; Mía lo lanza por los aires agarrándole del pijama, que al parecer son sus únicas ropas, hacia los pasillos cuando quiere limpiar una habitación donde se encuentra sin mediar palabra alguna para que se vaya y que no pise ninguna recién fregada que entonces se puede llevar alguna cachetada acompañada de bufidos sin él poder hacer nada más que aguantarlo; Jaga le ha cogido cariño por lo que muchas veces le invita que se suba al sofá para sentarse en sus piernas con la incomodidad que eso le provoca y más cuando alguna vez le ha subido a la cama y por obligación ha tenido que dormir entre Leopold y ella; de los niños huye para que no puedan "jugar" con él y más de Rash ya que puede soportar que Shina le ponga vestidos y complementos mientras ronronea pero los juegos del joven se pueden asemejar más a una tortura que a algo infantil e inocente, siendo este uno de los hijos del señor de la casa Dargüiel lo único que puede hacer para remediarlo es huir de este y esconderse; con la única de la casa que no tiene nada en contra ni esta contra él es Tiaka que tiene un embarazo tan adelantando que solo parece penar por la casa y de en vez en cuando asustar a todos con fuertes contracciones que cesan al poco; con el peor que lleva la convivencia es con Saurosh, no solo por que Rash le usa también en sus juegos y el reptiliano es su favorito si no también que a pesar de como le derrotó Dargüiel nada más llegar no duda en enfrentarse a él marcando territorio y el intento de superioridad ya que tienen que compartir muchas cosas y el joven reptiliano no está dispuesto a ello pero Dargüiel no piensa en ceder en todo. Una dura rutina para un respetado capitán de la Federación Galáctica del Destello que ahora no es más que la mascota de un felinoide adinerado antiguo general de la misma federación, pero de momento nada hunde a Dargüiel que se hace día a día a esa vida, a sus conflictos y a todo lo que le acontece.

DesertorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora