Capítulo 11

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Nada más entrar lo que encuentran es un gran hall que da a varias puertas a los lados, una exterior al frente y una gran escalera en abanico; a un lado de la puerta hay una gran gata humanoide de angora blanca vestida con vestido marrón de lino, esta con una ligera reverencia dice en felino:

-Bienvenido a casa, mi señor.- Señala a Dargüiel preguntando:-¿Y este humano tan bonito?

-Te presento a Dargüiel, Mía,-indica alegre no solo en felino si no también por telepatía para que Dargüiel entienda al menos parte de la conversación y llevando una mano a la placa del collar de este declara:-Es mío.

-¡Oh!¡¿De verdad?!-Pregunta alegre juntando sus manos peludas de pelo largo.-¡Pero si es precioso!-Exclama acercándose a ellos.

Dargüiel solo aprecia que ha empezado a maullar fuerte y ahora se acerca a ellos ronroneando por lo que desconfiado se aleja un paso hacia atrás bastante tenso mientras transmite por telepatía:

-Encantado de conocerte Mía, no hace falta que se acerque tanto para saludarnos.

-No te entiende,-informa Leopold serio,- no maneja la telepatía, no sabe ni que existe. Además solo te está dando la bienvenida por lo que se amable.

-Bienvenido a ti también, Dargüiel, eres muy lindo,-declara abrazando a Dargüiel que mantiene sus brazos tensos hacia abajo deseando que todo eso acabe cuando antes.-Espero que disfrutes de este hogar y de nuestra compañía.-Leopold le traduce esa parte por telepatía para ver si se muestra menos tenso pero la gata humana empezó a restregar su pelaje contra él, su cuello contra el rostro de Dargüiel y cuando pasa su lengua por la mejilla de este no puede más y la empuja para que se separe de él.

-¡Dargüiel!-Exclama Leopold molesto tirando de la correa hacia él mientras Mía mira a Dargüiel sorprendida y este se limpia la saliva de la cara con el dorso de la mano.-¿Cómo te atreves hacer eso a Mía?-Pregunta llevando la mano su pulsera y le da una descarga, no es muy alta pues solo se lleva una mano al collar mostrando un gesto constreñido cuando finaliza que tampoco dura mucho mira a Leopold enfadado por lo que le advierte antes de que le transmita nada.-Y como me repliques obtendrás una más alta ¿Quieres otra?-Cuestiona llevando su mano a la pulsera.

-¡No, por favor!-Exclama la sirvienta alzando las manos.-Le habré asustado a veces soy demasiado cariñosa con las mascotas y a eso a muchas les atosiga. Además el pobre acaba de llevar y se tendrá que hacer.

-Tienes razón.-Mirando a Dargüiel le viene una idea a la mente y transmitiendo para que también él escuche ordena:-Hazle un lavado rápido y en el tercer cajón de mi mesilla hay otro pijama para él cambiale que quiero que esté presentable para la familia.

-Ahora mismo, señor,-dice agarrando la correa de Dargüiel.

-Avisa a Niama de la existencia de Dargüiel y que le prepare algo para que pueda comer después junto con las demás mascotas. Los demás ya le conocen.

-Entendido, mi señor ¿Desea algo más?-Pregunta alzando la cabeza.

-Eso es todo,-indica negando por lo que ella hace una ligera reverencia y marcha con Dargüiel, a los pocos pasos Leopold exclama telepáticamente:-¡Dargüiel!-Este gira la cabeza hacia él.-¿Sabes con qué se hacen los lavados rápidos?-Antes de que conteste nada enseña su lengua e indica jocoso señalándola con un dedo:-Con esta.

-¡¿Qué?!-Exclama parando su paso y girando su cuerpo hacia él pregunta extrañado:-¿Pero tú me lavaste con agua y esponja?

-Te iba a retirar un gel. Si te irrita un poco la piel si se deja tiempo imagina si me trago eso.

-¡Vamos, bonito!¡Por aquí!- Exclama Mía alegre tirando levemente de la correa de Dargüiel al ver que se ha parado, al descubrir que no retira la mirada de Leopold indica amable:-No te preocupes que luego ves al señor, no temas que no se va a ninguna parte y no tardaremos nada en estar de vuelta.-Tira de nuevo de la correa ordenando manteniendo su tono alegre:-¡Vamos!

DesertorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora