Capítulo 2

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Dargüiel comienza a despertarse, no sabe cuanto tiempo ha pasado, ni donde está, lo único que sabe es que tiene un fuerte dolor de cabeza. Antes de abrir los ojos se nota estar tumbado boca abajo en una superficie plana y blanda, como escuchó mientras caía en la inconsciencia está esposado con las manos a la espalda, abre los ojos con dificultad y descubre que se halla en una celda, en esta no hay más que un sucio camastro que es donde está echado que no tiene ni sábanas y un sucio y quebrado inodoro. Con esfuerzo logra cambiar su posición para sentarse sobre la cama, las celdas se forman por tres planchas de metal y una de barrotes que es donde se sitúa la puerta por ellos tiene vista a las dos celdas que tiene enfrente, que en una se encuentra un ser humanoide con características de reptil, los denominados reptilianos y la otra se encuentra vacía; sentado en su cama que de frente tiene el inodoro mueve sus manos para intentar liberarse pero nada indica que vaya a conseguirlo por lo que desiste, mira el suelo de su sucia celda pensando por qué se encuentra preso y por que si está en la celda le mantienen esposado, pues él no tiene constancia que eso se hiciera a los presos y el reptiliano con sus manos libres dentro de su celda le mostraba que era así, nada de lo que le está pasando tiene sentido para él y está bastante seguro que todo puede ir a peor.

Al poco rato de su despertar por el pasillo viene a paso lento, pues va parando celda por celda, uno de sus antiguos compañeros que este lleva un carrito con botellas de agua y unos comprimidos, esos comprimidos se consideraría la alimentación dentro de la nave pues lleva todos los nutrientes, vitaminas y demás elementos que necesitan los cuerpos para sobrevivir, para un ser con el tamaño de Dargüiel necesitaría dos comprimidos diarios para tener una nutrición adecuada y uno como el reptiliano que tiene enfrente al menos tres. Al llegar el pleyadiano con el uniforme verde de Edulis y el carro ante su celda agarra una botella, se la tira con brío entre los barrotes gritando:

-¡Desertor!-La botella impacta de forma fuerte contra el rostro del capitán que está sentado en la cama,este lanza un quejido y mira a otra parte cabreándose.-Tú solo agua y agradece tenerla.

-¿Qué agradezca tener una botella?-Pregunta irónico mirándola, dirige sus ojos al soldado preguntando serio:-¿Cómo voy a beber con mis manos esposadas a la espalda?

-Ese no es mi problema,- empujando el carro un poco hacia delante murmura:-Por mi como si te mueres, traidor.

-¿Traidor?-Pregunta serio observando como entrega solo dos pastillas y una botella de agua al reptiliano preso que tiene enfrente, se cuestiona que le habrían contado para que le llamase eso y le tratase de esa manera.

Dargüiel mira al suelo cuando su compañero sigue adelante con su tarea, cambiando su gesto de cabreo por uno entristecido notando no solo como parece que se le entumen las manos si no como ahora le empieza a doler el pómulo donde le golpeó la parte dura de la botella,en ese momento nota un zumbido, uno claro de intento de comunicación telepática y mira hacia el reptiliano por instinto, este le muestra los dos comprimidos en una mano, luego los divide entre sus manos, el de la mano derecha lo lleva a su pecho como indicando que para él y el de mano izquierda lo lleva hacia adelante y lo alza varias veces como señalando que sería para el capitán. Al ver eso Dargüiel sonríe ligeramente ya que no se esperaba ese gesto y menos de un reptiliano, se levanta y mira hacia el pasillo, observando que su compañero ya está algo lejos dice al reptiliano en bajo para no llamar la atención del soldado:

-No se si me entiendes pero muchas gracias. Lo que pasa que aunque me la lanzaras no tengo con que cogerla.-Se pone de perfil y mueve las manos encadenadas indicando:-Las esposas me lo impiden.-Con un gesto con la cabeza le dice de nuevo:-De todas formas muchas gracias.

El reptiliano le mira fijo y mueve la cabeza extrañado de un lado a otro, muestra su lengua bífida con disgusto y toca su frente varias veces con los dedos, al ver ese gesto el capitán ni se lo cree«¿Puede hablar de manera telepática?¿En serio?»Piensa mientras le abre la comunicación mental.

DesertorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora