El comienzo (prólogo)

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Desde que Wei Wuxian tiene memoria sus padres siempre le dijeron que solo podía confiar en quien fuera su compañero, con él jamás tendría secretos, no importaba si era hombre o mujer que le encontraría en el momento preciso y que podrían a llegar a hacer grandes cosas juntos -el pequeño pensó en encontrar a su compañero y ser algo así como lo eran sus padres-

Lamentablemente su vida cambio de un momento a otro, no recuerda mucho de como comenzó pero si recuerda el hambre que tuvo luego de eso, fue tuvo que irse de su propio hogar en busca de algo para comer pero jamás pudo volver -siempre tuvo la esperanza de que sus padres le encontrarían eventualmente sin importar que tan lejos de casa se encontrara- lamentablemente su situación comenzó a cambiar cada vez para peor. En las calles conoció el miedo.

Siempre pensó que los perros eran diferentes, incluso había estado pensando en pedirle uno a sus padres cuando volvieran de la cacería nocturna pero ahora con uno de ellos mordiendo su pierna con fuerza la idea desistió completamente de su cabeza, soltó el pedazo de comida que había logrado obtener ese día y suspiró aliviado cuando el perro lo soltó para tomar la comida e irse. Miró su pierna con los ojos llenos de lágrimas y rompió su propia ropa -estaba seguro que algo sucio no le ayudaría pero no tenía nada más que con afirmarla- 

Quizá sus padres se equivocaron y su compañero no existía -estaba seguro que eso debió haber sido- a pesar de que tenía un ligero aroma a sándalos cuando estaba demasiado cansado o asustado ¿Por qué sus padres se habían ido? Él no era un mal chico, intentaba incomodar lo menos posible, siempre intentando traer una sonrisa en los labios, su madre le había dicho que si sonreía las personas le sonreirían de vuelta y eso había sido así hasta que su ropa comenzó a estar sucia y su aspecto a cambiar. Podía sentir sus costillas bajo la ropa y sus manos que alguna vez fueron bastante firmes no eran más gordas que las manos de un niño de tres años.

Se acomodó lo mejor que pudo contra el árbol y escondió su cabeza entre sus piernas mientras sollozaba lo más silencioso que pudo, tenía frío -su propio cuerpo tiritaba conforme lo mojado comenzaba a enfriarse con el débil viento que corría- no había logrado comer en mucho tiempo -ni siquiera recordaba al última vez que había logrado comer algo caliente- ¿Realmente había sido tan malo para que sus padres lo abandonaran de esa forma?

-Wei Ying es un buen niño-repitió para si mismo mientras intentaba entrar en calor-Solo fueron de cacería, ellos volverán por mi, ellos lo prometieron-alzó la cabeza justo al tiempo que una sombrilla impedía el paso del agua a su propio cuerpo mucho mejor que las hojas-¿Señor?-

-¿A-Xian?-preguntó el hombre a su lado para agacharse hasta su altura.

-¿Quién es usted?-

El hombre solo apretó las manos, había demorado tanto en encontrarlo que por un momento pensó en que no lo lograría, había partido apenas se había enterado de lo que había pasado con sus amigos más no logró llegar a tiempo para poder cuidar del hijo de estos como lo había prometido una vez; lo busco tanto tiempo que verlo en esos momentos con la apariencia que tenía le hizo culparse una vez más por todo lo que había demorado.

-Jiang FengMian-se presentó-Soy amigo de tus padres-

-¿Conoce a mis padres? ¿Sabe dónde están ellos?-

Negó levemente levantándose del lugar y tendiéndole una mano al menor.

-Vamos A-Xian-le pidió viendo al menor temeroso de tomarla-vamos a casa-

Si Wei Wuxian había pensado en rechazar la oferta la idea de un techo sobre él y algo de comida caliente le hizo mandar esa idea al fondo de su mente mientras alzaba su pequeña mano hasta tomar la de aquel hombre, el primero que le había dado una sonrisa después de todo ese tiempo vagando en las calles.

Blood and Tears.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora