Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

5: ¿cual es tu nombre?

Una larga pausa de silencio envolvió la gran sala donde dos personas, una parecida a un ángel y la otra parecida a un diablo, permanecieron inmóviles mientras se miraban el uno al otro. El hombre enmascarado estaba de pie con una mano en el bolsillo, aparentemente observando al ángel frente a él.

Davi, por otro lado, se sentía como si fuera un pequeño ratón blanco esperando su muerte predestinada en la mano de la gran bestia oscura frente a ella. Sintió que la bestia oscura estaba viendo lentamente a través de su alma más profunda, como si los dioses le hubieran otorgado el poder de examinar los secretos más profundos de cada mortal.

"¿Asustado?" La única palabra del hombre era similar a un fuego artificial, sorprendiéndola de repente pero haciendo que su corazón se volviera loco debido a su belleza aparentemente mágica.

"¿Eh? No, no... no ... Bueno, sí, lo soy." En realidad, las rodillas de Davi estaban completamente debilitadas. La presencia del hombre ante ella fue suficiente para absorber su energía. El hombre era demasiado aterrador, ni siquiera se atrevería a mentirle. Su comportamiento misteriosamente oscuro y helado casi se sentía como si fuera... un monstruo, disfrazado de un hombre hermoso.

Pero justo después de que ella dijo esas palabras, los ojos de Davi se agrandaron cuando el hombre se llevó la mano a la nuca. Luego suspiró como si esperara que ella fuera así.

"¿Te arrepientes ahora?"

"No."

"¿Quieres volver a casa?"

"No." Davi no dudó en responder a las preguntas del hombre. Era porque sentía que el hombre la estaba poniendo a prueba y una respuesta incorrecta podría costarle la vida.

"¿Asustado pero aún quieres quedarte?"



El hombre se llevó la mano al bolsillo. La última respuesta de la chica fue suficiente para convencerlo de que esta chica no estaba nada mal. Sus ojos ardiendo con determinación y salvaje espíritu de lucha no se parecían en nada a su apariencia. Podía decir con una mirada que ella no era una debilucha, había algo insondable dentro de su frágil cuerpo.

"Bueno."

El hombre pareció un poco satisfecho cuando comenzó a quitarse la chaqueta del traje. Por otro lado, Davi respiró profundamente y luego miró directamente a sus ojos enmascarados.

"¿Cuál es tu nombre?"

"Sei",

"¿Sei...?"

"Solo llámame Sei", las palabras del hombre fueron firmes, indicando que no diría más de lo que dijo. Su voz estaba llena de autoridad como un gobernante sin corazón del mundo antiguo. Sus palabras parecen absolutas de que Davi no puede evitar preguntarse qué le hará este monstruo una vez que se enfrente a él.

Ella se preguntaba por qué demonios estaba ocultando su rostro e identidad tanto hasta el punto de usar una máscara dentro de su propia casa, pero sabía que este no era el momento adecuado para preguntar las razones todavía.

"Uhm... el contrato decía que no se me permite ver tu cara. Pero ¿y si te veo accidentalmente? Quiero decir, por si acaso... sí ... accidentalmente."

"¿Accidente? Eso no sucederá."

Davi se quedó sin habla. ¿Cómo podía estar tan seguro este hombre? ¿Se ve a sí mismo como un dios ahora?

"Pero... pero ¿qué tal cuando duermes? ¿Vas a dormir con tu máscara?"

Davi sintió que sus preguntas eran algo estúpidas y divertidas, pero el hombre no respondió, más bien deslizó silenciosamente su mano en su bolsillo y tomó algo de él. Él le tiende la mano frente a ella. Davi miró confundido el paño rojo en su mano.

"Usarás esto, cada vez que estemos en la cama".

La boca de Davi se quedó abierta cuando se dio cuenta de lo que era. Era una venda roja en los ojos.

Espere. ¿Qué? ¿Me voy a dormir con los ojos vendados a partir de ahora? ¿Me estás tomando el pelo? ¡Esto es una locura!

Davi no podía creer lo que decía. Ella no sabe cómo reaccionar. Ella estaba completamente sin palabras. Si él fuera otro hombre, ella ya podría haber pateado sus preciosas pelotas hace mucho tiempo por decir cosas tan locamente absurdas. Pero era él. Sabía a primera vista que él no era nada comparado con todos los hombres que había conocido antes. Ella sabía que él mismo estaba definido exactamente como 'peligro' y sus palabras no eran más que órdenes absolutas.