Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

34: Escape

En cierta habitación destartalada y vacía, Davi estaba sudando mientras luchaba por quitarse la cuerda atada en la mano. Toda la habitación donde ella estaba estaba en silencio, pero estaba bien iluminada. La ventana se abrió y una brisa cálida hacía bailar la cortina blanca.

Davi siguió desatando lo más rápido que pudo antes de que nadie pudiera entrar.

Hace unos minutos, estaba viajando tranquilamente en un taxi de regreso a la mansión gris cuando, de repente, el conductor dijo que tenían que tomar un desvío. Davi instantáneamente se volvió sospechoso y se estaba preparando para enviar una llamada de emergencia cuando de repente, por una razón desconocida, perdió el conocimiento. Y cuando se despertó, ya estaba atada en esta habitación vacía.

Afortunadamente, los hombres que la ataron no usaron ninguna técnica profesional y la cuerda que usaron tampoco parecía nada especial. Bueno, ver a una joven y bella dama de porcelana de aspecto frágil hizo que se lo tomaran con calma, pensando que era una princesa parecida a una muñeca que solo puede sentarse obedientemente y alguien que no puede hacer nada peligroso.

Después de un rato, la cuerda finalmente se desató mientras el sudor le goteaba por la cara. Se paró de inmediato y comprobó la habitación, pero la única puerta estaba cerrada.

Al darse cuenta de que es imposible cruzar la puerta, su mirada se desplazó instantáneamente a la ventana abierta. Una sonrisa tallada en su rostro mientras se acercaba, emocionada. Sin embargo, en el momento en que miró por la ventana, la sonrisa en su rostro se desvaneció.

Ella estaba actualmente en el tercer piso, y el lugar donde está la sorprendió. Un sinfín de contenedores fue lo que apareció ante sus ojos envolviendo todo el puerto mientras grandes barcos de carga flotaban en el agua.

¿Donde diablos estoy? espera, MKZK?

El letrero y los logotipos tallados en cada recipiente la sorprendieron. Al verlo, ahora estaba segura de que este lugar no es otro que la famosa compañía naviera más grande del continente y la segunda más grande del mundo propiedad del Grupo Mikazuki.

Pero porque estoy aquí ¿Por qué la gente de aquí me llevó aquí? ¿por qué?

confundida y perpleja, Davi negó con la cabeza para olvidarse de sus preguntas y concentrarse en cómo escapar. Luego respiró hondo y buscó una ruta de escape menos riesgosa. alegremente, vio un tubo de metal.

Al verlo, no perdió el tiempo y se preparó. Tomó la cuerda que usaban para atarla y ató su largo cabello con ella. Después, empezó a bajar. Solo podía agradecer a los dioses que llevaba vaqueros y camiseta. Sin embargo, llevaba un tacón, así que se lo quitó y lo tiró al suelo primero.

En lo más profundo de ella, estaba agradecida de ser ágil y poder escalar así. Estaba contenta de haberse unido a un club de taekwondo en la escuela secundaria. La verdad es que se suponía que Davi estaría entre la representante de la escuela en varios torneos dentro y fuera del país, si no fuera por sus trabajos de medio tiempo y sus frecuentes ausencias a las prácticas. Bueno, ella no estaba realmente interesada en competir, solo comenzó a unirse al club para aprender a defenderse, pero terminó siendo sorprendentemente buena con eso que los entrenadores comenzaron a convencerla para que compitiera. Era físicamente ágil y elástica como le dijeron sus entrenadores, pero su fuerza aún se considera débil, por lo que tiene que practicar más. Lamentablemente, ella simplemente no tiene tiempo para eso, y solo podría darse por vencida para siempre. Para ella, ya era suficiente con haber aprendido mucho.


A mitad de camino de la tubería, Davi se sorprendió cuando escuchó una voz proveniente de la habitación de donde venía. Levantó la cabeza y un hombre de negro gritaba desde la ventana mientras la miraba ansiosamente.

"¡Mierda! ¡La señorita está ahí abajo!"

Davi instantáneamente entró en pánico. Afortunadamente, ella ya estaba a solo un piso del suelo así que saltó de inmediato.

Tan pronto como llegó al suelo, huyó muy rápido, descalza, sin mirar atrás. Dejando atrás sus tacones rojos en el suelo mientras dos hombres de negro comenzaban a perseguirla.