Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

194: Incluso los cielos se pusieron muy celosos

En medio del patio rodeado de innumerables flores, una pareja bajo el foco de luz se besó apasionadamente. Sus labios se aplastaban suavemente, lenta y suavemente, y hacían que sus corazones palpitaran como locos. Un beso muy memorable en el que ambos no pudieron encontrar la palabra adecuada para describirlo.

En ese momento, sintieron que el mundo parecía haberse desvanecido y ahora se elevaban por encima de las nubes. Los latidos de sus corazones incluso comenzaron a sincronizarse como si sus corazones se fusionaran literalmente como uno solo.

El beso borró todos sus pensamientos y preocupaciones. Y simplemente sintieron que, por fin, la puerta de un nuevo comienzo finalmente se abrió solo para ellos.

Después de las revelaciones vinculantes del hechizo, Sei se apartó ligeramente para mirar a Davi y recuperar el aliento. Y al poco rato, estaba a punto de volver a besarla cuando de repente, cayeron gotas de lluvia.

Se detuvo a mitad de camino, pero cuando estaba a punto de ignorar las gotas de lluvia que caían, un aguacero repentino simplemente cayó sobre ellos. Haciendo que Sei tirara inmediatamente a Davi hacia la glorieta.

Los dos luego se miraron el uno al otro tan pronto como entraron al mirador. Su rostro todavía estaba rojo ardiente debido al beso de hace un momento. Sin embargo, Sei notó la mesa que Davi preparó para su cena romántica. El chapoteo de la fuerte lluvia los empapó y sus cejas comenzaron a fruncirse. Al darse cuenta de su expresión, Davi se rió entre dientes.

"Está bien Sei, siempre podemos tener nuestra cena romántica la próxima vez. Y la comida todavía está en la casa, así que está bien". Dijo mientras sonreía dulcemente, haciendo que Sei simplemente asintiera.

"Mm. Tienes razón." estuvo de acuerdo y ambos se miraron profundamente de nuevo. Pero antes de que Davi pudiera comenzar a decir una palabra para romper el silencio, de repente llegó un viento fuerte que empujó el agua de lluvia hacia ellos. Por eso, las palabras que estaba a punto de decir se acumularon en su garganta y, de repente, Sei la tomó en sus brazos. La protegió con su cuerpo para que no se mojara, haciendo que el corazón de Davi volviera a acelerarse salvajemente.

"No te preocupes, está bien." Luego dijo, pero el hombre negó levemente con la cabeza.

"No lo es. Sería malo si coges un resfriado." Respondió y Davi se rió suavemente.

"Jaja. Mi cuerpo no es tan débil, ¿de acuerdo? E incluso si me resfrío. Es solo un resfriado, así que no me importa". Davi respondió mientras ella caminaba de puntillas y extendía su cabeza mientras comenzaba a acariciar su cabello. Sin embargo, las palabras que salieron de la boca de Sei segundos después la dejaron sin palabras.

"Sí me importa." Dijo y la miró con un destello de preocupación en sus ojos.

En ese momento, cuando escuchó sus palabras, lo miró a los ojos, Davi simplemente no pudo resistir el deseo de abrazarlo con fuerza nuevamente. Bueno, fue porque su expresión se estaba volviendo adorable nuevamente que su impulso de abrazarlo y apretarlo resurgió una vez más.

En cambio, luego levantó la otra mano para pellizcarle la mejilla cuando se detuvo. Bueno, recordó que él estaba usando una máscara en ese momento, así que se detuvo a mitad de camino. Entonces otro viento fuerte los acarició. Haciendo que ella se congelara en su lugar, y se preguntó.

Er ... ¿qué está pasando? ¿Por qué el clima de repente es así?

La espalda de Sei ya estaba empapada y la lluvia seguía volviéndose más fuerte y el viento seguía haciéndose más fuerte. Como resultado, Sei decidió regresar al interior de la casa y cuando estaba a punto de llamar a Zaki para que les trajera un paraguas, de repente, se vio al hombre acercándose.

Tan pronto como Zaki le dio el paraguas a Sei, solo sonrió con picardía.

"Los dioses podrían haber entendido mal tu mensaje de 'haz que llueva', Sei". Dijo cuando Sei lo miró sin reaccionar.

"Bueno, parece que hasta el cielo se puso muy celoso de ustedes dos debido a su extrema dulzura romántica". Continuó, haciendo que la pareja parpadeara mientras unos puntos invisibles aparecían sobre sus cabezas.