Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

165: Siempre te estare mirando

Mientras continuaba la batalla en la capital, Sei, Zaki y la Princesa Fei se dirigían hacia la frontera del país.

Ese mismo momento, los Rebeldes Rojos que atacaron la capital fueron tomados con la guardia baja. Fue porque en el momento en que llegaron al centro de la ciudad, los militares que se suponía que debían estar inmovilizados debido al ataque de Sei estaban perfectamente preparados como si supieran que venían y los estuvieran esperando.

Bueno, nadie entre los rebeldes sabía que antes de que Sei cerrara las bases, en realidad envió varios mensajes codificados secretos, advirtiendo al gobierno de un próximo ataque.

Ese día fue el final del otrora temible grupo llamado Red Rebels. Sin embargo, lo que les sucedió y la noticia de la fuga de Sei hizo que el líder de Blackleaf se estremeciera de miedo. Se dan cuenta de que hay cierto monstruo que manipuló el destino de todo el ejército de Red Rebels. Ese monstruo no era otro que Sei, el niño hacker prodigio que superó a cualquier hacker de renombre existente.

...

Ese mismo día, en la pequeña y remota ciudad de Zemei, donde Sei vivió hace un año, habría un evento que causaría ondas en todo el mundo. No muchos saben lo que sucedió ese día, pero los que lo presenciaron, describen el evento como el comienzo de una pesadilla. Lo que comenzó con las fuertes sirenas que sonaban por toda la ciudad se ahogó de repente. Automóviles, edificios, calles y el paisaje montañoso fueron repentinamente tragados por un destello de luz brillante. Luego, como si el volumen de un estéreo se hubiera silenciado, se volvió a subir, el sonido que regresó fue estremecedor. Pilares de fuego, humo y polvo se elevaron por encima de las montañas cuando Zemei fue capturado por un arma nuclear. Aniquilando a todo el pueblo junto con la mitad de su población.

A millas de distancia, Sei no estaba al tanto de lo que había sucedido mientras se concentraban en su escape. Sin embargo, el gobierno del País X emitió una transmisión de televisión global que indica que su instalación secreta de armas nucleares ubicada en la ciudad de Zemei ha sido pirateada y detonó las armas. El público estaba en un gran alboroto y malestar temiendo por su seguridad después de la explosión. La noticia también reveló al hacker detrás del ataque para sorpresa de todos que no era otro que un niño de doce años llamado Sei. Distribuyeron su información, diciendo que era el ciberdelincuente célebre responsable de la aniquilación de todo el pueblo de Zemei. Decirle al mundo que era un monstruo sin moral que era capaz de destruir el mundo.

Mientras tanto, Sei, junto con Zaki y la princesa Fei se habían infiltrado en un pequeño aeropuerto cerca de la frontera. Zaki logró secuestrar un jet privado, mientras que Sei adquirió un teléfono y pidió ayuda.

Sei pirateó el teléfono de su padre y le envió un mensaje de que se estaban escapando, y le pidió que se reuniera con ellos en la frontera del país J.

Sin embargo, tan pronto como pusieron un pie en el suelo, el padre que esperaban esperándolos no estaba allí. En cambio, Zaki vio a los helicópteros militares que se acercaban, lo que hizo que Sei aprietara los dientes con ira cuando inmediatamente se volvieron hacia el avión ... Cuando de la nada, justo antes de que pudieran entrar al avión, se escuchó un fuerte golpe y Sei se sorprendió al ver Fei, su querida madre recibió un disparo por la espalda.

En ese momento, el mundo de Sei se detuvo cuando tomó a su madre cayendo en sus brazos, mientras las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos. La garganta de Sei se restringió cuando vio que la sangre salía lentamente de la herida de su madre, y no podía hablar incluso cuando su madre le dijo que se fuera de inmediato.

"Hijo... Por favor, deberías vivir. Prométeme que vivirás. Siempre te estaré observando donde quiera que vayas..." dijo y antes de su último aliento, le pidió a Zaki que se lo llevara y lo protegiera.

Al darse cuenta del peligro inminente de ser capturado, Zaki tomó a la princesa del brazo de Sei y la dejó en el suelo mientras Sei permanecía arrodillado allí como un barco roto perdido en la misericordia del océano más profundo y todo lo que contenía dentro de sus oscuras profundidades.

Las luces de inundación se acercaban y las palas del helicóptero se hacían más ruidosas a medida que se acercaban, Zaki agarró a Sei casi sin vida y lo arrojó dentro del avión para escapar.