Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

115: La mitad de la razón

En ese mismo momento, Sei todavía estaba aturdido cuando Zaki vio que Davi aparecía en la entrada. La chica le indicó a Zaki disfrazado que se mantuviera en silencio mientras caminaba con cuidado hacia ellos como un ninja furtivo.

Sin embargo, antes de que pudiera acercarse a él, el hombre ya sintió su presencia e inmediatamente giró la cabeza, haciendo que la chica se detuviera a mitad de camino.

"Estoy en casa", dijo y cuando Sei la miró y su deslumbrante sonrisa, sintió como si la silenciosa y fría sala de estar hace un momento de repente se volviera cálida y brillante tan pronto como ella apareció. En ese momento, Sei pudo decir que ella era de hecho la única vela brillante en esta casa, y que sin ella, todo se oscurecía como de costumbre.

Al segundo siguiente, Sei caminó inmediatamente hacia ella.

"¿Estás bien?" preguntó de repente, causando que la chica se confundiera un poco.

"¿Hm?" pronunció con signos de interrogación en los ojos.

"El gato..." respondió, provocando que aparecieran más signos de interrogación en la cabeza de Davi. ¿E-el gato? Espera ... podría ser ...

"Ahh ... estoy ..." Finalmente habló en el momento en que entendió de qué estaba hablando. Sei pasó el dedo por el pelo mientras continuaba, "Estaba un poco triste hace un rato, jaja".

"¿Por qué?"

"Err ... es porque yo ... es porque de repente te extrañé."

El silencio siguió a las palabras de Davi mientras los dos se miraban a los ojos. En ese momento, Davi ha decidido. Quería ser honesta sobre sus sentimientos hacia él de ahora en adelante. Ella no quiere ocultarle nada.

Hasta un segundo después, fue Sei quien rompió el silencio primero.

"¿Qué debo hacer para que te sientas mejor?" preguntó con tal voz como una música suave que instantáneamente hizo que el corazón de Davi saltara otro latido.

Y al verlo de nuevo tan adorablemente lindo en ese momento, Davi no pudo evitar querer aprovecharse de esta pequeña bestia inocente frente a ella.

"Yo ... quiero un abrazo." Luego dijo, de una manera que casi parece como si fuera una maestra pidiendo un abrazo a su querida mascota.

Y así, en poco tiempo, como una mascota obediente que nunca duda en conceder el deseo de su amo, Sei la abrazó de inmediato sin decir una palabra.

En ese momento, Davi simplemente se enterró en su cálido abrazo, y solo quería que se quedaran así por un poco más de tiempo.

La sensación era tan encantadora que ni siquiera podía empezar a explicar. No quería pensar en nada más, solo quería abrazarlo como nunca antes. Hasta que el calor comenzó a envolverla y ella simplemente cerró los ojos mientras enterraba su rostro en su pecho.

Mientras tanto, Sei, que se sentía un poco acalorado, estaba empezando a preguntarse. Fue porque habían pasado más de cinco minutos y, sin embargo, la niña permaneció inmóvil, por lo que comenzó a preguntarse si su abrazo realmente estaba funcionando o no.

Por lo tanto, en el mismo momento en que Davi estaba a punto de soltarlo, Sei habló de repente.

"¿Está... está funcionando?" preguntó, haciendo que Davi se quedara sin habla por un momento antes de que ella se riera entre dientes.

Ahh ... este hombre está de nuevo ...

Davi todavía se reía entre dientes cuando Sei la soltó y tan pronto como lo miró, levantó la mano y le revolvió el pelo juguetonamente. Haciendo que el hombre volviera a quedarse inmóvil.

En ese momento, mientras lo miraba así, Davi se dio cuenta de la mitad de la razón por la que se había enamorado de este chico sin siquiera saber cuándo.

Estaba segura de que él realmente no necesitaba ni hacer nada, era porque desde el principio, poco a poco, la estaba seduciendo con su torpeza ... la estaba seduciendo con su extrañeza ... la estaba seduciendo ella con su misterio.

"Ahh ... ¿por qué eres tan lindo? ¿Qué te hizo pensar que no está funcionando?" Dijo Davi mientras ella seguía riendo y despeinando su cabello, sin importarle lo cerca que estaban sus caras, y sin saber que por un largo momento, la mirada de Sei todavía estaba fija en sus deliciosos labios irresistibles.