Te amo monstruo: la esposa con los ojos vendados y el esposo enmascarado

168: Eres igual que yo

Sei se quedó mirando el mensaje durante mucho tiempo antes de que finalmente se quejara y, para sorpresa de Zaki, el hombre de repente se levantó ruidosamente. Agarró su teléfono celular mientras silenciosamente comenzaba a alejarse cuando el desconcertado Zaki lo detuvo de inmediato agarrándolo del hombro.

"¿Eh! A dónde vas?" preguntó cuando Sei lo miró con indiferencia, como diciéndole las palabras "¿por qué preguntar si ya lo sabes?".

En ese momento, las cejas de Zaki se fruncieron con el pensamiento de lo que posiblemente estaba en la mente de Sei.

"Hogar." Sei luego dijo antes de comenzar a alejarse de nuevo, lo que hizo que la boca de Zaki se abriera colgando mientras se golpeaba problemáticamente su propia frente.

Dios ... con solo leer ese mensaje, ¿ya te olvidas de todo y solo quieres ir a casa? Este pequeño ... Ahh, esto no es lo que quería que sucediera, maldita sea ...

"Oye, oye, oye. Detente ahí, Sei. ¿De verdad estás diciendo que nos vamos a casa?" Zaki dijo mientras se apresuraba a alcanzarlo antes de que pudiera abrir la puerta.

Zaki bloqueó la puerta y Sei solo lo miró.

"Ella quería verme". Sei dijo haciendo que Zaki lo mirara seriamente.

"Sei, ¿no has venido aquí para resolver tu problema? ¿No dijiste que harías esto en serio? ¿Es este el tipo de determinación que estás tratando de mostrar? Volverás a casa cuando te apetezca. ¿eso?" Zaki preguntó con firmeza y seriedad cuando Sei solo lo miró con su misma expresión indiferente mientras contestaba.

"¿Quién dijo que no volvería? ¿Y quién fue el que me instó a tomar un descanso? ​​Pasaremos por aquí. Una hora es suficiente". Sei respondió y el aura seria de Zaki se derrumbó inmediatamente cuando grandes gotas de sudor invisibles cayeron por su frente. Al mismo tiempo, sus venas comenzaron a estallar una tras otra al darse cuenta de lo que Sei quería que sucediera.

Este pequeño tronco congelado ... toma un descanso mi trasero ...

"Oye Sei ... ¿olvidaste dónde estamos? ¡¿Lo dices en serio ?! ¿Quieres que viajemos doce horas en el aire y de regreso? Eso son veinticuatro horas por el amor de Dios. ¡¿Y a eso llamaste tomar un descanso ?!" La calma Zaki finalmente estalló, y comenzó a llorar sin lágrimas con solo imaginar el viaje mortal. Bueno, todavía recordaba lo que pasó esa vez cuando se fueron a casa solo porque recibió un mensaje de que su esposa estaba molesta.

¡¡No!! ¿Qué he hecho? El efecto de la señorita esta vez no es nada bueno ...

Al escuchar las peroratas de Zaki, Sei simplemente desvió la mirada y sus ojos brillaron por alguna razón mientras abría la boca.

"Yo ... yo también quiero verla." Dijo Sei y el hombre que despotricaba de repente se quedó en silencio durante un largo rato antes de convertirse en un sonriente gato de Cheshire.

"Heehh ... así que esto es porque la extrañaste mucho, eh. La extrañas demasiado, ¿verdad? ¿Verdad?" preguntó con su habitual tono travieso, mientras meneaba su cola invisible.

"¿La extraño?" Sei repitió y el hombre asintió como un cascabel.

"Mm, mm. Así es, la estás extrañando por completo".

"..."

"Escucha Sei, cuando sientes que quieres tanto ver a alguien, entonces definitivamente la estás extrañando, ¿entiendes?"

"Así que ... así es como se siente extrañar a alguien, eh ... Mm, lo entiendo. De todos modos, ¿cómo supiste todas estas cosas?" Sei dijo mientras miraba a Zaki con una mirada como diciéndole las palabras, 'no me digas que has aprendido todo esto a través de la experiencia porque eres igual que yo'. Causando que Zaki tenga otra serie de gotas de sudor sobre su cabeza.

¿De verdad necesitas preguntarme eso? Suspiro...

Bueno, Zaki no le dirá que en realidad aprendió todos los conocimientos que tenía leyendo todo tipo de libros cuando estaba tratando de entender la emoción humana para ayudar a Sei y a él mismo. Pero desconocido para Sei, la raíz de todo el conocimiento de Zaki sobre las emociones no era otra que la madre de Sei. Esos momentos, mientras Sei pasaba con fuerza todo su tiempo frente a las computadoras, Zaki pasaba su tiempo con la madre de Sei. Todas las historias que a Sei no le interesan cuando todavía estaba libre fueron contadas por Fei a Zaki. Y esa vez que Sei lo sacó del laboratorio, Zaki era solo una hoja en blanco. No sabe nada de emociones y ni siquiera sabe sonreír. Pero mientras pasaba su tiempo con la madre de Sei, aprendió muchas cosas. Fue la madre de Sei la que lo convirtió lentamente en lo que es. Fei aquellos tiempos lo trataba como a su propio hijo, ya Zaki se le dio la oportunidad de experimentar el amor de una madre, a pesar de que no tenían ningún parentesco. Y fue algo que Zaki nunca olvidará mientras viva. Nunca olvidará que él, que era un niño sin nombre, fue nombrado y salvado por Sei y amado incondicionalmente por la madre de Sei.