"Consejos"

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Jin Ling bostezó por quinta vez, el castaño sentía su cuerpo débil y sus párpados pesados. Tras el accidente con Sizhui había huido de sus amigos para sentarse junto a Wen Ning con la excusa de ayudar a seleccionar material para el vídeo, aunque había aprovechado para borrar los vídeos en donde él y los otros Lan hablaban sobre su plan para descubrir a Wei Ying y Lan Zhan, siendo que Wei Ying solamente había visto los últimos videos que habían tomado en el Manantial Frio. Mientras que él y Wen Ning habían estado trabajando en computadoras separadas, los adolescentes Lan habían dormido en su habitación o eso se suponía, ya que a juzgar por las ojeras de Sizhui suponía que el chico tampoco había podido pegar el ojo toda la noche. Incluso un muy enérgico y feliz Wei Ying les había señalado lo extraño que era, siendo que el youtuber y Lan Zhan habían sido los que habían dormido en aquel incómodo pabellón y los adolescentes que tenían cómodas camas a su disposición parecían más cansados que ellos. Al final todos los Lan habían vuelto a sus casas para volver a sus rutinas normales mientras que el equipo de investigadores debía de hacerse cargo de volver por las cámaras que habían dejado en el Manantial Frío. Usualmente Jin Ling se habría quejado, pero en ese momento estaba abierto a cualquier distracción que le hiciera olvidar que Lan Yuan estuvo a nada de besarle.

El solo recuerdo le hizo sonrojarse mientras que intentaba plegar los tripies para transportarlos con mayor facilidad, a su lado estaba un Wen Ning que se veía bastante atontado por el sueño pero miraba su celular cada diez minutos en caso de tener alguna noticia de su abuela. Y un muy fresco Wei Ying tarareaba e incluso Jin Ling juraba haberle visto hacer uno de sus extraños bailes de la victoria, como cuando jugaban UNO y hacía que su tío Jiang Cheng tomara 24 cartas.

—¿Por qué estás tan feliz?—Pregunto el castaño con claro aborrecimiento en su voz.

Wei Ying le miró con una ceja alzada, estudiando el estado en el que se encontraba su sobrino.

—¿Por qué no debería de estarlo? ¿Y por qué te ves como cuando dejaron de traducir esa novela por la que te estuviste desvelando? Parecías un muerto andante.

Ante el recuerdo el adolescente soltó un pequeño chillido, sonaba como cuando un pequeño animal estaba herido, pero Jin Ling solamente sentía vergüenza.

—No es de tu incumbencia.

—¿Es así? Hmm~ —El mayor miraba a su sobrino pensando en que tipo de cosas podía estarle escondiendo.

—¿Y tú? Jamás tienes tanta energía tan temprano en la mañana.—Se quejó esperando de esa manera que Wei Ying no estuviera de chismoso sobre su vida.—Tus mañanas comienzan al medio día.

—Oh vamos, eso no es cierto.

—En realidad, si lo es, señor Wei.

Ante la repentina aportación de Wen Ning, Wei Ying volteó a verle con el ceño fruncido. Si las miradas mataran. Aunque tampoco era como si el azabache pudiera negarlo, sus horarios de sueño estaban muy desequilibrados.

—¿Y bien?—Presionó Jin Ling tomando asiento en el piso, en otro momento se habría quejado de ensuciar su ropa pero ahora solo deseaba descansar al punto de no importarle si eso pasaba.

Wei Ying suspiró, conocía a la perfección lo testarudo que era su sobrino porque él también lo era, el castaño seguiría presionando hasta llegar al final de eso. Además no era como si él y Lan Zhan hubieran acordado tenerlo en secreto.

Sonrió sentándose al lado de su sobrino, Wen Ning se sentó frente a ellos también queriendo escuchar y porque quería sentirse parte del grupo.

—Tu muy increíble tío no solamente ha conseguido pruebas de fantasmas, sino que también consiguió el corazón de cierto hombre. Los dioses finalmente se han apiadado de este humilde servidor de la verdad y me han concedido a un hombre tan perfecto. —Conto Wei Ying con una gran sonrisa en el rostro.

Yiling, casos paranormales no resueltos (Wangxian) (Zhuiling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora