"El final del show"

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Wei Ying fruncía el ceño mirando a su sobrino con una ceja alzada. Se sentía terriblemente traicionado por aquel niño a quien le había perdonado cuando le vomito la camiseta cuando tenía seis meses creyendo que eso era lo peor que le haría. Jamás creyó que le traicionaría de tal manera, terminando por contarle a Jiang Cheng todo lo que había pasado.

Jin Ling estaba al lado de su tío con los brazos cruzados simulando no sentir las miradas que el mayor le daba que, si estas fueran dagas, Jin Ling ahora mismo sería como un rallador de queso. Siendo justos el castaño no había tenido otra alternativa más que contarle a su tío todo lo que había sucedido tras cierta confesión de Lan Sizhui donde había mencionado cierto detalle que planeaba llevarse a la tumba, o por lo menos hasta que su tío supiera como poner los videos de youtube. Se abstuvo de soltar un suspiro, Jiang Cheng le regañaría si se daba cuenta. Tras la repentina confesión de Sizhui hubo un gran caos que terminó en ambos familiares encerrados en la habitación de invitados estando en videollamada con un muy rojo Jiang Cheng quien no paraba de gritarles.

Llevaba media hora regañándoles sin descanso alguno, ambos ya comenzaban a preguntarse si es que el hombre de ojos grisáceos de verdad estaba respirando. Los primeros minutos ambos habían estado prestando atención pero para ese punto sus mentes habían comenzado a divagar. Wei Ying pensaba en que cosas geniales haría la abuela de Wen Ning para poder ayudar a los fantasmas estancados en el pabellón de curación. Mientras que Jin Ling rememoraba la confesión de Lan Sizhui junto con el beso, tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no tener una gran afluencia de sangre en sus mejillas demostrando lo que en realidad estaba pensando.

—Y Jin Ling, ¿crees que tu madre estaría muy feliz de saber que te conseguiste un noviecillo que apenas conociste hace unos cinco días?

Al escuchar que era llamado el castaño presto atención antes de desviar la mirada.

—No creo que le moleste.—Contesto desviando la mirada. Estaba seguro que si le explicaba con tranquilidad su madre estaría más que feliz por él.

—Quizás a ella no, pero a tu padre si.—Remarco Jiang Cheng a través de la pantalla del celular con el ceño fruncido, el hombre no había dicho que a él también le molestaba pero no había necesidad. Jin Ling podía notarlo.

El castaño se alarmó, su padre era más difícil por lo sobreprotector que llegaba a ser, pero con algo de ayuda de su madre podría arreglárselas.

—¿Y qué quieres que haga, jiujiu?—Se quejó Jin Ling con el ceño fruncido, aunque su pregunta había sido retorica dado que se negaba a dejar a Lan Sizhui. A pesar de que aún no eran algo.

—Es obvio. Deja a ese niño, ninguna persona con apellido Lan es de confianza.

Wei Ying se crispo metiéndose en la conversación.—Espera, espera A-Cheng. No puedes decirle eso a A-Ling.

—Tú ni te metas, por haberte ido a noviar con Lan Zhan es que lo descuidaste y casi se ahoga.

El azabache chasqueo la lengua, a veces le era muy difícil intentar razonar con su querido hermano menor.

—¡Fuimos a grabar del programa! Además nos pusimos a noviar cuando ellos estaban en casa.—Corrigió antes de recordar algo importante. —¡Y no me enorgullece lo que le sucedió a Jin Ling! Pero ninguno de los dos puede ordenar sobre la vida romántica de A-Ling y muchos menos solo porque te caen mal los Lan.

El adolescente pensaba en interrumpir al par de hermanos, pero sentía que Wei Ying no había terminado así que se quedó en silencio observándolo el show.

—Además no sé quién eres tú para quejarte, A-Cheng. Si mal no recuerdo, la primera vez que viste a Huaisang le propusiste matrimonio porque te parecía muy bonito.—Y ahí estaba el comentario desvergonzado de Wei Ying de la semana.

Yiling, casos paranormales no resueltos (Wangxian) (Zhuiling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora