"Segunda Investigación IV - ¿El pabellón de curación?"

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—La verdad nunca había venido hasta esta parte cuando estuve aquí, y hasta ahora todo lo antiguo de su cuando eran un clan...secta...—Wei Ying hablaba mientras que hacía ademanes con sus manos. —lo que sea, me parecía normal pero no me pueden negar que ese lugar grita que esta embrujado. —Terminó de hablar Wei Ying señalando el pabellón que estaba frente al grupo.

Jin Ling no quería aceptarlo pero estaba de acuerdo con su tío.

—¿Están seguros que ahí curaban a las personas? —Preguntó con una ceja alzada.

—Muy seguro. —Confirmo JingYi mientras que Lan Zhan y Sizhui asentían a su lado.

Y es que el trio de visitantes se veían conflictuados.

—Su fachada grita todo menos "lugar donde atienden tus enfermedades". O quizás sí, si esa enfermedad es como la peste blanca* y te mandan a ese lugar para que no contagies a nadie más. —Se encogió Jin Ling en hombros.

Ni siquiera JingYi podía decir que el castaño estaba exagerando, el creía que la razón de lo sombrío que se veía era por las reglas de los Lan antiguos sobre mantener la simpleza y que quizás exageraban con la seguridad para evitar que alguna enfermedad pudiera propagarse a juzgar por las nulas ventanas.

El pabellón se veía lo suficientemente grande desde afuera, era como una casa con techo alto color azul, el pabellón estaba en una zona elevada, solamente tendrían que subir algunos escalones para poder acceder a este. A comparación del resto de los edificios que habían visto en Gusu ese se veía bastante abandonado. En la pintura se notaba el desgaste, incluso algunas de las tejas del techo ya se habían caído aunque la estructura parecía bastante firme a juzgar por el estado de los cuatro pilares que servían de sostén para el techo. El lugar podía pasar desapercibido de no ser por la gran puerta negra con el símbolo de los Lan en el medio.

Wei Ying pensaba en lo extraño que era ver el lugar en tan deplorable estado, siendo que Lan Qiren siempre quería que todo estuviera tan limpio que hasta podría comer del piso sin problemas. Pero aquel lugar estaba tan abandonado y sucio que solamente levantaba sus sospechas, además a juzgar por las escaleras que debían de cruzar quizás en tiempos antiguos había sido un lugar con bastante importancia.

—Siento repetirlo pero, ¿están seguros que aquí hacían las curaciones? —Volvió a preguntar Wei Ying mirando al trio de Lans.

Lan Zhan asintió. —También hacían lo que ellos llamaban, "purificaciones". —Agregó el hombre de ojos dorados.

—Lan Zhan, cuando dices purificaciones te refieres a cosas como, ¿curar el alcoholismo o si alguien mentía?

El hombre negó con la cabeza. —Sabes que antes se creía sobre demonios y entidades malignas. —Decidió explicar, a pesar que la familia Lan era algo espiritual siendo que la meditación era parte de sus vidas no creían en cosas como demonios pero en el pasado incluso enseñaban el uso del guqin como una manera de comunicación con los espíritus.

Wei Ying recordaba un poco de las enseñanzas de Lan Qiren, más bien del aburrido primer día donde les contó la historia de Gusu y en ese tiempo Wei Ying aún no había conocido lo suficientemente bien a Lan Zhan como para dedicarse a molestarle en clase como hizo después.

—Ah, olvidaba eso. Pero seguramente dejaron de usarlo cuando se dieron cuenta que nada de eso existía. —Se encogió en hombros decidiendo no darle tanta importancia al asunto, aunque creyera en fantasmas aún le parecía algo de locos las creencias sobre los demonios que habitaban la tierra y que la energía podía llegar a afectar a las personas. —Además, no tenemos de que preocuparnos. —Lo último lo dijo con mayor ánimo, esperando así levantar los espíritus de los jóvenes siendo que entrarían a un lugar con apariencia de ser altamente insalubre. —Aún si hay algo ahí dentro, leí que no hay nada mejor que la energía espiritual de un chico virgen para ahuyentar a los malos espíritus. Y para nuestra suerte, tenemos a tres saludables chicos vírgenes.

Yiling, casos paranormales no resueltos (Wangxian) (Zhuiling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora