GUARDAESPALDAS | JUNGKOOK |BTS

11.

"7 AÑO ANTES"

La temporada de lluvias había llegado, los charcos de agua eran notorio por todos lados, las personas se protegían de la lluvia como si de asido se tratara, el diluvio no tenía intenciones de detenerse, un chico de tan solo 16 años con días de haberlos cumplido caminaba por los pasillos de su escuela revisando el horario que le tocaba ese día.

Revisaba con atención el papel en la mano sin mirar el camino de un momento a otro sus cosas tocaron el suelo junto con una persona.

-Oh lo lamento tanto, no miraba por donde venía-

-JungKook siempre tan distraido- hablo una chica con una sonrisa

-En verdad lo lamento MinSook, no era mi intención- reverencio y ayudo a la chica

-No hay porque disculparse, estoy bien, toma- entrego un libro- ten más cuidado a la otra-.

El pelinegro solo le regreso la sonrisa y siguió su camino, al llegar a su bloque donde guardaba sus libros que no necesitaría en clases, escucho sus nombre a sus espaldas.

-Eh Jeon- un chico castaño se posó a su lado.

-Hola, ¿qué pasa?-

-Iremos a casa de DaeMin a jugar con su consola, ¿quieres acompañarnos?-

-Claro-

-Bien, nos vemos en la salida-

El pelinegro solo les sonrió y asintió, guardó sus cosas y caminó a sus últimas clases del día.

JungKook en su escuela es considerado la persona más dulce de esta, todas las chicas se derritan de tan solo ver su linda sonrisa y sus ojos que demostraban seguridad y amor, si bien el chico no era el más inteligente, pero si era aplicado, la responsabilidad era lo suyo, se esforzaba demasiado en sus estudios, claro sin olvidarse de que era joven y le gustaba divertirse de ves en cuando.

El chico provenía de una familia de clase media, no eran una persona de mucho dinero, pero se sentían tan dichosos del amor que se tenían, con un padre tan trabajador y honrado que no era más que un simple obrador para el gobierno y una madre que era tan cálida y brindaba el apoyo tanto como a su padre y a él.

Todo en esa pequeña familia era perfecto, el chico se esforzaba en sus estudios para no decepcionar a sus padres y poder tener un alcance profecional que en un futuro les dará todo de lo que algún momento llegaron a desear.

La jornada escolar terminó y JungKook disfrutaba su tarde libre con sus amigos, jugando, comiendo, debes en cuando tomaban una ligera conversación agradable, camino a casa él pelinegro caminaba junto a un amigo que vivía por su barrio.

- Y dime Kook, ¿Piensas ir a la fiesta de esta noche?-

-¿La que dará Jackson?-

-Esa misma-

-No lo sé Jun, él es un universitario y sus fiestas siempre se salen de control-

-Ay vamos Jeon, nunca has aceptado ir a una fiesta de esas, anímate, conocerás chicas lindas-

-No, tal ves a la próxima- hablo acomodándose su mochila

-Okay, pero si cambias de opinión, puedes llamarme-

El pelinegro solo asintió y caminó hacia la puerta de su casa.

Al entrar el rico aroma de comida invadió sus fosas nasales, era el rico olor del estofado de su madre, ella era una excelente consinera.

-Huele delicioso-

-Oh, hola hijo, llegaste- lo miro

-Hola madre, ¿que cocinas?- beso la frente de esta.