Quien dijo amigos

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"No se quien dijo amigas bebe, si ya me perteneces, si he rosado cada parte de tu cuerpo, dime si no es cierto..."

—Vamos Sofia, tenemos que ir a mi casa— dije tomando la mano de mi mejor amiga.

Cuando ambas llegamos a mi casa, nos encontramos con mi madre.

—Chloe, que bueno que llegaste...— se fijó en la chica junto a mi— Hola, soy Bonnie la madre de Chloe.

—Mamá, ella es mi mejor amiga Sofia— presente rápidamente a la ojimarron, ganándome una mirada confundía por parte de ella.

—Es un gusto conocerla señora— respondió educadamente la alta— Bueno, yo he venido a hacer un trabajo con su hija.

—Claro, yo tengo que salir pero estás en tu casa Sofia, cuídate cariño— se despidió mi madre dándome un pequeño beso en mi frente.

Tanto Daccarett como yo esperamos a que mi madre saliera de la casa para después subir a mi habitación.

—¿Se puede saber por qué me presentaste como tu amiga?— preguntó molesta la castaña.

—No podía decirle la verdad Sof— conteste acercándome a besarla— Compréndeme amor.

"Quién dijo amigas, si te conozco más desnuda que con ropa, si me saludas con besitos en la boca, si se te va la mano con un par de copas..."

De un momento a otro las manos de Sofia comenzaban a acariciarme la espalda, pasando después a desabrochar los botones de mi camisa, mi cuerpo encendido pedía a gritos el seguir siendo acariciado por esa manos expertas que ahora recorrían mi pecho las cuales me despojaron de mi brasier y me dejaron mi torso desnudo. 
El aire se hizo necesario, haciendo que nos separáramos para respirar.
Trate de hablar, sin embargo los labios de Sofia habían vuelto al ataque recorriendo ahora mi cuello, ascendiendo hasta mi oreja para morder el lóbulo, provocándome un sonoro gemido de placer y es que esta es una de mi zonas sensibles. La temperatura subía en el lugar. Entonces fue cuando decidí dejar mi conciencia aparté.

Baje mis manos hasta la entrepierna de mi "amiga" notando lo mojada que estaba, no podía creer que esas sensaciones las estuviera causando yo.
Abrí la chaqueta que traía, desabroche su blusa para poder observar su torso solamente cubierto por su sostén que aproveche y desabroche rápidamente, luego me quede observando esos lindos pezones rosados, erectos debido a la excitación, aproveche y lleve uno de sus senos a mi boca, un poco brusco, ella soltó un gemido ronco. Mientras tenía uno de sus senos en mi boca, jugando, mordiendo y disfrutando de el, con mi mano libre masajes a su otro seno. sus gemidos eran cada vez más fuertes, y eso me estaba excitando demasiado.

Deje su seno para ir con el otro, para repetir el mismo proceso, y escuchar sus gemidos, que ya a estas alturas me provocaban un sin fin de emociones.

Sofia tomo mi cara y me acerco a su cara y me beso, luego me alejó, baje mis manos hacia sus pantalones y desabroche el botón del pantalón para después retirar la ropa interior dejando libre ese tesoro que tenía. En esos momentos sentí como Sof retiraba mi pantalón bajándolo completamente, decidí ayudarla quitándome las zapatillas para facilitar la salida de la prenda. Ahora estaba en ropa interior, lo cual hacia que ella me mirara fijamente. 
Sofia sonrió completamente al darse cuenta de mi estado, completamente sonrojada y sudorosa y con una gran excitación entre mis piernas, volvió a besarme de forma hambrienta mientras metía la mano bajo mi ropa interior masajeando afuera de mi clítoris, lentamente al principio, torturandome, haciéndome gemir de placer y pedirle más.
En esos momentos mi piernas flaqueaban a punto de dejar de funcionar, además ya estaba apunto de correrme.

"Amantes o amigas, las sabanas de testigos de esto que hacemos tu y yo..."

—Agg...Sof... Ya voy a...—pero lo que no me esperaba era que ella alejara sus dedos de mi clítoris impidiéndome terminar.

—Todavía no, Chlo—me dijo tras retirar la única prenda que me quedaba y acercando su otra mano a mis pecho, para comenzar a masajear mis pezones. Introdujo un dedo en mi interior haciendo movimientos circulares durante unos segundos tratando de acostumbrar mi entrada ante lo que vendría, mientras que nuestros labios seguían batallando en eso fogosos besos, tratándome de dominar, coloco la punta de sus dedos rozando mi entrada, presionando levemente.

—Hazlo...Ya...—era lo que salía de mis labios de forma entrecortada entre los besos y los suspiros. 

—Desesperada...—respondió con una sonrisa para después entrar de una sola estocada haciéndome soltar un grito de dolor y placer mezclados, porque, a pesar de la preparación entro con tres dedos y no había tenido tiempo de acostumbrarme. 

—Muévete, deprisa...—fue mi respuesta al cabo de unos segundo y ella me complació comenzando a embestirme, entrado y saliendo de mi interior.

Nuestros gemidos salían ya sin cesar sintiendo como cada vez estaba más cerca del final, llevando mi mano a la entrada de Sofia y metiendo mis dedos para complacerla, moviéndola al ritmo que ella me imponía.

Sólo unos segundos más fueron necesarios para hacer que ambas llegáramos al clímax al mismo tiempo, extasiándome al ver ese gesto de placer que se había dibujado en la cara de Sof tras llegar al orgasmo. 

—Me encantas Sof— bese dulcemente sus labios.

—A mi también me encantas princesa—sonrió ampliamente mi chica.

"Que no nos llamen amigas, si tu cuerpo y el mío se conocen"

Cuando mi madre llegó a casa se encontró con que Sofia ya se iba a su casa.

—Buenas noches Sra. Wallace, me tengo que ir— se despidió la chica alta.

—Es una lástima que no te quedes a cenar, espero que vengas más seguido— respondió mi madre con una sonrisa— Los amigos de mi hija siempre son bienvenidos.

Me costo aguantar la risa pues si mi madre se enterara que esa chica frente a ella era la persona que me había hecho de todo hace unas horas atrás no creo que la quisiera ver tan seguido por aquí.

Finalmente acompañe a la alta hacia la puerta.

—¿Nos vemos mañana?— preguntó la castaña y me acerque a besarla.

—Por supuesto— sonreí.

—Nos vemos amiga— ambas reímos y finalmente la
ojimarron se fue hacia su casa.

"Somos solo amigas..."

One Shots Dofia II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora