Capítulo 44: El rencor de mis amigas

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Llegué a la casa de Camila y ahí hablé con ella.

Su mirada y expresión denotaban tristeza y depresión. Y entonces yo le dije que buscará resolver este problema por la amistad que nos une. Por ese lazo irrompible. Pero no. No iba a ser tan fácil.

Me dijo que Lucía no quería verla y que ella tampoco. Que al parecer era más importante su novio Andrew que nosotras y yo no estuve de acuerdo. Le dije que Lucía estaba feliz de tener su primer novio oficial y que estaba en todo su derecho de ser feliz a su lado. Y aunque Camila compartía la misma opinión, parecía celosa.

-En verdad perdóname que te lo diga Camila, pero pareces celosa -le dije.

-Es que che, ella no entiende lo que yo siento...

-La broma tampoco es de mucha ayuda que digamos, Cami... -dije.

-Lo sé... Pero Melanie... -hizo una pausa larga-. Es solo que... Había estado pensando mucho en como decirle a Lucía que me gusta...

-Dios mío -expresé sorprendida.

-Pero no salió como yo esperaba -agregó Camila decepcionada.

-Tranquila solucionaremos esto -aseguré.

-¿Segura?

-Segurisima.

Camila pronunció un "está bien" y decidimos ver Grey's Anatomy.

A partir del cuarto capitulo, una llamada le entró a mi celular y sonó mi tono de llamada.

Era Lucía.

-¿Quién es? -me preguntó Camila.

-Lucía -le dije.

-Oh.

-¿Bueno? -hablé.

-Hey, Melly, ven a mi casa necesito hablar contigo.

-Estoy con Camila, Lucía... -respondí.

-Vale. Hablamos después.

-Chao.

Y colgó.

Pero todo se vino abajo cuando Lucía nos cayó de sorpresa a la casa.

Cuando le abrí la puerta, las caras de Camila y Lucía no tuvieron precio.

Pero lo único malo es que venía con Andrew.

-Pideme perdon -exigió Lucía cruzada de brazos.

-Oye, ya te dije que fue una broma -respondió Camila.

-¿Pero de qué vas tú? Me jodió mucho tu bromita de mierda -agregó Lucía severa.

-No lo volveré a hacer, ¿entendés?

En ese mismo instante sonó el microondas.

-¿Quieren comer? -pregunté para aligerar el ambiente pero ninguna me respondio.

-¿Te crees muy chula no? -pregunto Lucía. -Eres una gilipollas, ¡Vete enterando Camila Gonzáles! ¿Por qué tenías que hacerme una broma y jugar así con mis sentimientos?

-Nunca he pensado así Lucía... -dijo Camila-. De hecho, yo...

-¿Tú qué? -planteó Lucía.

-Lucía... Mira...

Oh no.

Entiendo las intenciones de Camila, pero justo ahora Lucía no se lo tomará muy bien.

Porque seguirá pensando que Camila solo está jugando con ella...

Dos Corazones, Una Apuesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora