Capítulo 36: Tiene que ser un error

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Todo el rostro de Allison se vuelve pálido cuando cree que ha visto a Andrea, la chica que le rompió el corazón.

Y yo no pongo reparos en decir o hacer algo. Pues lo que me ha confesado Allison, es algo que jamás esperé que me diría. Pero tampoco esperé que nos encontraríamos a Andrea afuera del parque, en el que vimos las estrellas y tuvimos nuestro primer baile bajo las estrellas.

-¿E-Estás segura de que es? -le pregunté y Allison regresó a la realidad.

-Estoy segura que si es -contesta con firmeza.

No puede ser...

Miré al lugar donde apuntó Allison y ví una figura poco visible, por la poca iluminación que hay en el lugar. No obstante, la figura se acercó a nosotras, y sentí una opresión en el pecho. ¡No puede ser! ¿Voy a conocer a la tal Andrea? No estoy preparada para esto.

-Andrea -repite Allison con un hilo de voz.

¿Eso significa que no la ha olvidado?

Los martirios que tengo en estos momentos provocados por los pensamientos de mi subconsciente, son opacados cuando Andrea camina a paso veloz hacia nosotras. Mi corazón se acelera y siento un revoltijo en el estómago. Pero Allison luce peor que yo; esta demasiado nerviosa. Lo que me hace pensar que en verdad no la ha olvidado.

Es como dice aquella frase "el primer amor nunca se olvida".

La frase cobra sentido cuando veo el efecto que surge frente a mis ojos. Frente a la chica que amo.

-Allison... -susurro y trato de buscar su mano para tomarla, pero ella se aleja de mí.

Es en estos momentos que me pregunto, ¿qué soy para ella?

Pues la presencia de Andrea la hace olvidarse de todo.

Hasta de mí.

Un impulso surge en mi interior en tomar la mano de Allison e irnos corriendo lo más pronto posible de este lugar. Antes de encontrarnos a Andrea.

Pero me contengo de hacerlo, porque de alguna manera, parece que Allison quiere verla.

Andrea se posa enfrente nuestro y pasa a nuestro lado sin vernos. Allison mira hacia atrás, hasta que ella se pierde de su vista. Y es ahí cuando mis teorías comienzan a cobrar fuerza respecto a que no la ha olvidado. Pero debe ser un error, tiene que ser un error, no puede ser verdad eso...

-¿No era? -pregunto esperanzada.

-Si era -responde.

Me siento como si estuviera flotando a la deriva. Como si estuviera flotando en una piscina boca arriba. Porque no sé que hacer, que decir o que pensar sobre lo que ha pasado. Pero si sé que podría hacerse realidad lo que menos quiero. Y me aterra que se haga realidad.

Sin embargo no puedo sacar conclusiones sin haberle preguntado antes a Allison. Así que tragó saliva y habló, pero ella se me adelanta:

-Pasa la noche en mi casa, Mel.

Mi sonrisa le responde.

Ella corresponde la sonrisa y comenzamos a caminar en dirección a la parada de autobuses.

-Allison, tengo una pregunta...

-¿Cuál es? -pregunta mientras divisamos la parada de autobuses.

-¿Tú no has olvidado a Andrea, verdad? -cuestioné sintiéndome nerviosa por saber la respuesta. Es como si quisiera saberlo y a la vez no.

-Sé que mi actitud te hizo pensar que no la he olvidado cuando la ví, pero Andrea ya es un tema del pasado, que he dejado bien enterrado donde merece estar: en el pasado -responde y nos subimos al bus. Nos sentamos en los lugares del fondo y ella prosigue: -Cuando la ví fue algo... No sé como explicarlo Melanie, pero fue la impresión de verla. No por algo más, pero te aseguro que tú eres quien me gusta hoy y mañana.

Dos Corazones, Una Apuesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora