Sueños.

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Pdo.

- Doyun escúchame bien amor... necesito que lo hagas.

- D-Dime amor, yo te escucho. - el nudo que tenía en la garganta comenzaba a arderle, la voz débil de su mujer lo destrozaba y lo cansaba mucho más que llevarla cargando entre sus brazos.

- Cuida bien de nuestra hija-

- No digas tonterías, estarás bien ¿de acuerdo?. - la interrumpió mientras un pequeño cuerpo de enfermería se acercaban hacía ellos con una camilla.

- Escuchame por favor... yo... - el cansancio era presente y los nerviosos en Doyun aumentaban mucho más. - cuida de Seulgi... ella... ella tiene que crecer bien.

- Señorita guarde sus palabras en fuerza, ahora le colocaremos una mascarilla para regular su respiración. - hablo el enfermero mientras subían por el ascensor, sin embargo con todo su esfuerzo Minseo lo freno.

- no c-creo salir de esta... por... favor dejenme terminar.

- Señora uste-

- Esta bien, déjela hablar. - interrumpió el señor Son ante la mirada de su esposa. Con lágrimas en los ojos la dejo seguir.

- No permitas que... l-le hagan daño... nunca lo permitas... todos los días dile... dile que... q-ue...

- ¡Minseo! ¡Habla! ¡No te duermas amor!. - grito cuando los párpados de su mujer comenzaban a cerrarse lentamente.

- Señor tranquilicese no grite por favor. Señora ahora mismo le pondré la mascarilla, ya estamos cerca, acabamos de llegar. - habían llegado al piso y salieron rápidamente del ascensor para correr hacía el quirófano.

- Señor usted espere acá. - avisaron dos enfermeros.

- No ¡ella me necesita! ¡déjeme!. - comenzó a gritar deseperado mientras los enfermeros lo detenían. - ¡Minseo! ¡Déjenme!. - Doyun le había metido un golpe a uno de los enfermos pero llego uno de seguridad para retenerlo. - ¡No! ¡Minseo te amo! ¡Minseo! ¡No! ¡Minseo!. - depronto la vista del señor Son comenzaba a desvanecerse junto con cada parte de su cuerpo. Lo habían sedado.

Cuando despertó, lo hizo de golpe y al intentar pararse de la camilla en la que estaba todo le dio vueltas y de inmediato se volvió a acostar esperando a calmarse. Se encontraba en una pequeña habitación para pacientes.

- ¿estás bien?. - aquella voz era de su suegra. Con mucho esfuerzo se incorporó para sentarse y mirar a la mujer.

- S-Si un poco ¿qué ha pasado?. - pregunto mientras tomaba un fuerte respiro pero entonces recordo a su esposa. - ¡Minseo! ¿Ella esta bien? ¿Ya salió? Dios tengo que verla. - cuando se levanto intento caminar rápidamente hacía la puerta pero la mano de su suegra en su brazo lo detuvo bruscamente.

- ¿Suegra? . - Doyun comenzó a sentir un inmenso miedo cuando vio a la madre de Minseo temblar con lágrimas en los ojos. - ¿q-qué sucede suegra?

Entonces cuando la mujer mayor desvió la mirada y negaba lentamente cabizbaja liberando su brazo, comenzó a entender la situación.

Comenzó a sudar, a temblar, a marearse y las lágrimas picaban fuerte en sus ojos mientras negaba con su cabeza. - Dios no no ¡No!. - salió corriendo hacía la recepción que quedaba en el piso y visualizo al enfermero que lo retuvo, inmediatamente se acerco a él y lo tomo bruscamente de la camisa alertando a todos los presentes para gritarle por su esposa.

- ¡¿en donde esta?! ¡Dímelo! ¡quiero verla!. - las venas de su cuello relucieron, su rostro enrojecio fuertemente y sus ojos lo hicieron igual. - ¡¿En donde esta mi esposa?!

Siempre fuiste Tú |Wenrene|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora