TEMPTATION [ Seokjin bottom ]

TRUE TREASURE (KOOKJIN)

ADVERTENCIAS: no consensual, uso de algunos términos femeninos hacia un hombre.

El Escarlata surcaba hacia el sur con el sol poniéndose en el horizonte, el caótico mar y la poderosa brisa los conducían hacia su próximo botín. El ánimo de la tripulación era mucho más efervescente que la corriente misma, la euforia recorría sus venas mientras se preparaban para abordar el barco mercantil, meses navegando para momentos como éste.

Con el capitán ágilmente conduciendo, la bandera pirata, particularmente grana, alzándose en lo alto, hasta alcanzar la suntuosa nave que prometía ser su saqueo más exitoso, solo debían derribar la corbeta de defensa que acompañaba su tesoro.

—Todos a sus posiciones, tenemos un barco que tomar —dirige Jimin, el segundo al mando, e inmediatamente un grupo de hombres se balancean al ataque con espadas en mano y los artilleros dirigen sus cañones hacia el enemigo—. Capitán, nosotros nos encargaremos de éste, el buque es todo suyo.

Jungkook, imponente como siempre, va acompañado de un grupo destacable de sus hombres hacia el cargador; escapan de los fusiles de defensa, asaltan todo a su paso, terminan con hombres a diestra y siniestra, dejando cuerpos tendidos en la cubierta formando charcos escarlata.

Parece ser una magnifica y fructífera noche, no hay sensación que podría compararse a la satisfacción de un asedio bien realizado; oro y plata entre lo tomado, joyas que podrán intercambiar en tierra firme para reabastecer se y disfrutar de los placeres carnales. Nada podría ponerlo mejor, bueno, ahora que Jungkook lo pensaba a fondo, quizá sí, era una lástima que no hubiera mujeres a bordo, pero todos saben que son de mala suerte para los navegantes.

Ya listo para volver al Escarlata, el capitán escucha un crujido detrás de lo que aparenta ser una simple pared de madera, al acercarse se da cuenta que es una puerta camuflada, la abre solo para descubrir que su buena racha acaba de iniciar. Ante sus ojos está el mayor tesoro con el que se haya topado, con una túnica sedosa como no ha visto otra, caderas resaltando entre la tela, marcadas clavículas asomándose, labios adornados de un bálsamo brilloso y ojos cristalizados por lo que parecen ser lágrimas reprimidas.

—Parece que tenían su más valiosa mercancía bien escondida —una sonrisa engreída se instala en su rostro— Pero nada puede escapar de mí, y menos una cosa tan preciosa como tú.

—N-No me mates, p-por favor —la voz se rompe en cada palabra y un par de ojos de miel se dirigen al suelo.

Parece un indefenso cervatillo, y él no es más que un hambriento depredador. Ve al hombre sentado en el suelo encogerse en su lugar, retraer las piernas y abrazar sus rodillas. Jungkook se acuclilla para estar a su altura.

—Bueno, eso depende de qué tengas que ofrecer —su mirada se topa con el colgante enrollado en el tobillo ajeno, una cadena dorada con una figura de un ojo y un zafiro incrustado. Lo toma y cuelga en su propio cuello—. Esto está bien para empezar —luego levanta el rostro acongojado de su víctima y murmura a centímetros de sus labios—.  Me gusta que me miren a los ojos cuando hablo. Ahora dime cuál es tu nombre, dulzura.

—Jin, mi n-nombre es Seok-Jin

—Bien, Seokjin, soy Jungkook —su mano tatuada se dirige hacia la cintura del bonito hombre y le susurra al oído—. Recuérdalo, porque ahora me perteneces.

Después de eso, Jin solo siente dedos trazando un camino por sus caderas hasta casi alcanzar su trasero, una lengua recorriendo su cuello y el corazón latiéndole tan fuerte que cree que se le va a escapar del pecho.