TAKE OVER (TAEJIN)

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El tercer vaso de whisky a las rocas acaba de dejar sus labios, Taehyung ama la sensación del trago recorriendo su garganta y poniendo su mente un poco aturdida. Lo llevan a separarse de su día a día, preocupaciones y dudas, por muy simples que sean.

Van varias noches aleatorias en las que ha estado soñando con un hombre, un minuto lo aprecia a lo lejos, y al siguiente lo tiene a unos cuantos pasos de él, logrando apreciar su rostro a la luz de la luna y con el viento soplando en su rostro. Sus ojos son suaves y cálidos, del color de las almendras, y son enmarcados por el suave ángulo de sus gruesas cejas.  Una nariz de botón y labios ciruela destacan en él. Siempre que intenta tocarlo, desaparece.

Esta noche en particular, sentado frente a la barra de uno de los bares que no suele frecuentar, está considerando aceptar la sutil insinuación de un omega, pequeño, rubio y delgado, es exactamente de su tipo.  Antes de que pueda levantarse, por alguna razón que desconoce, gira su rostro al lado contrario y para su sorpresa, a solo dos taburetes alejados de él, está un tipo igual al que ha estado colándose en su mente dormitada. 

No deja que su estupefacción le impida acercarse a el hombre. Cuando lo hace, nota que tiene la postura ligeramente encorvada en si mismo y cómo su miraba permanece baja cuando se acerca a hablarle, las notas de sumisión lo hacen regocijarse. Parece ser un beta, porque no nota ningún olor particular desprenderse de él, tampoco tiene la contextura ni la talla propia de un omega. Su rostro es tal y como el de sus sueños, se ve igual de etéreo bajo las tenues luces purpuras. 

Descubre que su nombre es Seokjin. La belleza que destila el hombre empuja su necesidad de relacionarlo al hombre de sus sueños, quizá lo vió antes y algo en él lo recordaba incluso cuando no es  totalmente consciente de ello. Poco sabe él que esa es la forma en la que se anunciaba parte de su porvenir. De cualquier modo, resulta ser alguien accesible y receptivo, en más de un sentido, porque cuando su mano roza el muslo ajeno y la respuesta es un acercamiento, sabe que ya lo tiene ganado.

Lo lleva a un lujoso hotel a solo un par de cuadras, su cuerpo permanece pegado al suyo en todo el camino, rozándolo, tentándolo. No puede resistirlo más y devora los labios de pecado mientras van en el ascensor. Seokjin responde con casi la misma desesperación, la sumisión de sus acciones se ha ido extinguiendo considerablemente, pero Taehyung aún ve las mejillas colorearse de rosetas de arrebol, y la mirada, que parecía tener una chispa salvaje, esconderse tras la timidez.

Ya en la habitación, Taehyung se encarga de desabotonar la blanca camisa y exponer los huesudos hombros. Recorre con hábiles dedos la tersa piel de su torso y sus dedos se enganchan en la cintura para retirar la prenda inferior. Seokjin desabrocha los pantalones ajenos luego de retirar el cinturón que los sostenía. 

Al subir a la cama, como suele suceder en cada una de sus aventuras, Taehyung dirige la situación y se coloca sobre el cuerpo desnudo de Seokjin. Besa sus labios con frenesí, saboreando el dulce bálsamo que los cubre y desata una batalla de lenguas. De pronto, su cuerpo es girado de espaldas a la cama, Seokjin se alza sobre él, un hilo de saliva los une cuando sus labios se separan, ojos destellando de pasión y picardía, no hay tímidos rubores ni adorables pucheros adornando el rostro ajeno, solo una sonrisa astuta.

—Olvidé mencionarlo —bate sus pestañas e inclina la cabeza a un costado fingiendo inocencia— pero me gusta tener el control.

Seokjin retoma el beso ante un atolondrado Taehyung, muele sus caderas contra la entrepierna cubierta por la ropa interior, suaves y sensuales movimientos que tienen al otro buscando más fricción e intentando dirigir las caderas a su ritmo. 

Seokjin detiene su movimiento y se dirige a la entrepierna, el rostro frente al miembro expuesto, ahora que sus manos lo ha liberado de su prisión. El varonil aroma inunda sus fosas nasales, el potente olor a almizcle lo acompaña. Sin tiempo que perder, rodea la cabeza del pene con sus labios, saboreándolo como si la vida se le fuera en ello, su lengua recorre alrededor y juega con la abertura. Centímetro a centímetro, toma cada vez más de la longitud, hasta que toda esta dentro de su garganta. Sus manos acarician los testículos, le dedica toques solemnes.

—Ahh, ahh —roncos gemidos salen de los labios separados de Taehyung— se siente tan bien, tu boca alrededor de mí.

La manos de Taehyung toman el cabello negro que rozaba su vientre y tira de él, pero no hay nada que pueda guiar cuando los movimientos son perfectos, siente que lo toma profundo y con agilidad, con el reflejo nauseoso bien manejado y las pausas para recuperar el aire casi imperceptibles. Lo disfruta demasiado como para frustrarse por no tener el control. Se corre extensamente, el semen es tomado con regocijo, Seokjin se da el tiempo de limpiar con su lengua cada gota, sin deseos de desperdiciar nada.

Cuando Taehyung intenta sentarse, fracasa estrepitosamente. Una extraña fuerza invisible lo retiene en su posición. Desorientado, le dirige una mirada molesta al hombre que nuevamente se sienta sobre sus caderas, pieles desnudas rozando.

—No eres un beta —suelta una obvia conjetura— ¿Qué eres?

—Alguien que solo necesita un poco más de esto —responde, mientras pasa su curvilíneo trasero sobre el miembro nuevamente duro.

—No necesito estar restringido para que lo tengas.

—Lo sé —sonríe desvergonzadamente y agrega— pero me gusta así.

Una de las manos de Seokjin se apoya en el pecho de Taehyung, la otra toma el grueso falo y lo presiona contra su agujero estirado, brilloso en el borde por haber jugueteado con él horas antes. Solo basta una respiración y se sumerge hasta la empuñadura, la venosa polla presiona en los lugares correctos y recibe un jadeo en respuesta. Apoya ahora ambas manos en el firme torso y se retirara dejando solo la punta dentro de él, cae nuevamente con un movimiento seguro. Los primeros saltos son lentos, mas no dura demasiado, porque inicia un vaivén acelerado, tomándolo tan bien dentro de él.

Taehyung empuja sus caderas para encontrarse con las ajenas cada vez que descienden, los roces son en extremo exquisitos, la presión alrededor de su virilidad lo tiene delirando. Solo quiere poder tocar la piel que se ve suave y lo atrae magnéticamente. Se traga el orgullo y suplica.

—Déjame tocarte, por favor —la garganta se le seca, está haciendo algo que pensó que nunca haría.

Parece que Seokjin puede ver a través de sus honestas intensiones, así que lo libera de la invisible presión. Taehyung está en el séptimo cielo, acaricia las caderas, recorre la cintura con ala yema de sus dedos y se acerca a capturar los voluptuosos labios. No cree que sea legal la manera en la que el pelinegro se mueve sobre él, la forma en la que su interior se amolda o los lascivos sonidos que salen de sus labios. Y así, con todas las sensaciones en sus cuerpos, ambos se corren profusamente. Semen manchando el interior de uno y el vientre del otro. 

Pasada la nube de éxtasis, el alfa yace agotado a pesar de no haber sido sobre esforzado. En cambio, un engañoso ente ha recuperado totalmente sus fuerzas. Dispuesto a hacer sucumbir a quien sea, todo para alimentarse de su energía en un acto carnal.






Es algún tipo de succubus Jin, sin profundizar porque no sé mucho de eso.

Perdón si está un poco flojo, cuando edito siempre me frustro y a veces termina estando peor que al principio, pero bueno, siempre puede ser peor 🤙

TEMPTATION [ Seokjin bottom ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora